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CAP 014

***Este capitulo esta dedicado a
Moy333333💜***

* * *

Pude ver el desconcierto en el rostro del caballero que me preguntó. El resto de los caballeros tenían la misma expresión en sus rostros. Ahora comencé a sospechar un poco y les pregunté.

—¿Por qué? ¿No te gusta aquí? Entonces vayamos a otra tienda.

—No, no es así ...

En respuesta a mi pregunta, las expresiones de los caballeros se volvieron aún más extrañas.

—Si no es así, entonces entremos.

Tan pronto como terminé de hablar, agarré la manija de la puerta y la abrí antes de que pudieran detenerme. Tan pronto como entramos, pude oler los bistecs cocinándose en la cocina adentro. Miré alrededor del restaurante y vi que los asientos estaban medio ocupados. Me senté en el rincón más apartado. Los caballeros me siguieron vacilantes y se pararon a mi lado en lugar de tomar asiento.

—¿Qué hacen sin tomar asiento?

—¿...?

Ante mis palabras, los ojos del último caballero se abrieron como si estuvieran a punto de salirse de sus órbitas. Reaccionó como si hubiera escuchado algo increíble. Pude ver la conmoción y el asombro en los rostros de los demás.

—Mi Dama...

El caballero parado frente a mí dijo:

—Según las reglas de etiqueta, no podemos comer con usted.

—¿Incluso si doy mi consentimiento?

—Sí, No.

—¿Por qué no?

Mi pregunta hizo que su rostro se volviera perplejo.

—Porque... ¿son las reglas de etiqueta...?

Dijo con una voz que era mucho más tranquila que la primera. Por un lado, no entendía. Al mismo tiempo, me sentí un poco irritada. Mientras seguía sentada sola, y ellos ahí de pie, los ojos de las personas en la tienda comenzaron a volverse hacia mí. Usar una túnica era común, pero ciertamente se notaba que yo estaba usando una túnica e incluso una máscara en el edificio.

—Mantendré el día de hoy en secreto, bueno, lo juro por mi apellido.

—¡...!

Todo lo que quería hacer era resolver el asunto lo antes posible. Sin embargo, al verlos dudar hasta el final, sentí que mi paciencia se estaba agotando. No me di cuenta de lo difícil que sería mover a los sirvientes siendo una princesa...

—Si no te sientas y sigues siendo terco, la gente pensará que es raro y tal vez llames la atención de alguien.

Reprimí mi ira y la dejé salir con voz fría.

—¿Por qué crees que estoy usando ropa andrajosa e incluso una máscara para cubrir mi rostro a expensas de la inconveniencia?

Los caballeros me miraron desconcertados. Pero aun así no se movieron ni un centímetro y nadie me escuchaba. con una mirada fría en mi rostro dije:

—Si no quieres, está bien. Pero si estropeas mi paseo, iré a casa y le diré a Lord Lorenz que me hiciste sufrir.

—¡...!"