Capítulo 31

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• Luisa Leine  

Cuatro años después

A todos nos gustaría tener una vida como la de los libros, donde el príncipe azul lucha con el dragón y te rescata. Pero tristemente la vida real no es así, no existe ese príncipe azul, al menos no para mí.

Yo me enamoré del dragón de la historia, el que mataría por ti, el que te protege con su vida, el que te ama más que a nada en el mundo y eres el tesoro más preciado de ese dragón.

Jefferson Gómez es mi dragón y el amor de mí vida. Cuando lo conocí, me pareció el chico más normal del mundo, pero como todo lector de wattpad —como me lo dijeron una vez—, tiene sus facetas. Nunca imaginé que mi vida se convertiría en una de las tantas historias que leí y anhelé tener. Pero a veces hay que tener cuidado con lo que deseas, tuve a mi dragón, pero con ello también trajo sufrimiento. Posiblemente otra persona hubiera huido a la primera complicación, pero cuando amas a alguien hasta el punto de dar tu vida por la de el, no hay nada que pueda separarlos.

Cuando dos almas están hechas la una para la otra, ni la misma muerte puede separarlas.

Y Jefferson es la mitad que me faltaba, por más cursi que suene.

Ese chico con el cuál todas las chicas de mi instituto llegaron a fantasear, por el cuál nunca suspiré, estaba apunto de convertirse en mi esposo.

Es increíble como la vida da vueltas, no sabía de la existencia de Jefferson Gómez hasta el día que llegó tarde a clases, hasta el día en que conectó su mirada con la mía y ahora uniría mi vida a la suya.

Nunca me imaginé caminando hacía el altar —bueno, las veces que lo hice fantaseaba con algún crush literario—, pero jamás pensé que me casaría realmente, nunca creí llegar amar a alguien como para pasar toda mi vida a su lado. Pero como dije, la vida da muchas vueltas.

Jefferson Gómez me invitó a su mundo. El cuál estaba lleno de muerte, guerra y sufrimiento. Pero se que para él soy su luz y por más loco que suene él esa esa oscuridad que por alguna razón le da la estabilidad que buscaba en mi vida. Y no hay otra persona en este mundo con la cuál querría pasar el resto de mí vida.

Al estar frente a él, con su esmoquin que lo hace ver más lindo —y sexi—, no puedo evitar pensar en todo lo que pasamos para estar aquí y sin duda alguna lo pasaría mil veces si termina así, el cómo mi esposo y el resto de la vida a su lado.

—Yo, Jefferson Gómez, te tomo a ti, Luisa Jade Leine Rinaldi, cómo mi esposa —cita sus votos, para este punto ya soy un mar de lágrimas—. Prometo amarte y respetarte. Estar contigo en las buenas y en las malas, en la salud y en la enfermedad. Prometo ser tu pilar, estar contigo para animarte y recordarte siempre la maravillosa persona que eres. Estaré a tu lado esta vida y la siguiente. Cada latido que da mi corazón es tuyo. Juntos para siempre, mi reina. Mi pecas —termina mirándome a los ojos.

Mi votos creo que no son nada comparados a los de él. Así que suspiro y tomo la alianza.

—Yo, Luisa Leine, te tomo a ti, Jefferson Aedus Gómez Ricciardi, como mi esposo —termino de ponerle la alianza en el dedo—. Prometo amarte y respetarte. Estar contigo en las buenas y en las malas, en la salud y en el enfermedad. Prometo apoyarte, estar contigo en las decisiones que tomes. Prometo que si me molesto no me volveré loca como el día que me quitaste mi torta de chocolate —Jefferson se ríe y murmura que era de él—. Estaré a tu lado sin importar que pase, mi corazón es tuyo desde que me miraste. Para toda la vida, mi chico rizos.

—Por el poder que me confiere la iglesia, ahora los declaro marido y mujer. Puede besar a la novia —dice el padre.

Jefferson se acerca a mí, me toma de la cintura y une nuestros labios. Un beso en el que refleja lo que sentimos ahora.

Se aleja y me mira directo a los ojos.

—Ahora es completamente mía, señora Gómez —sonrío y lo beso como si no hubiera un mañana.

—Para toda la vida —susurro.

—Para toda la vida —susurra.

Al final tuve la historia que tanto quise, tuve a mi dragón y mi final feliz. Después de todo, tuve un amor fuera de los libros.

***

Hola, estrellitas, esta historia llegó a su fin.

No saben cuan agradecida estoy con ustedes, los amo. Cada uno de ustedes me animó a seguir adelante y seguir con esta historia.

Pero ahora es que se vienen mucho más y espero que les guste tanto como esta.

Un dato jsjs el segundo nombre de Jefferson significa "Fuego". Y el segundo nombre de Luisa significa " Luz ".

Con todo mi amor

Rosi <3

Un amor fuera de los libros © [+18]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt