ESPOSA VIRTUOSA

CAPÍTULOS DEL 67 AL 70

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CAPÍTULO 67. ESTABA TAN IMPACIENTE
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Al escuchar que Tang Yue iba a salir, Pingshun inmediatamente tiró la pelota y miró con tristeza a Tang Yue, como un cachorro abandonado.

Dado que las mejillas de Pingshun se habían adelgazado, sus ojos amorosos se destacaron. Tang Yue no tuvo más remedio que ceder. "Está bien, puedes venir conmigo. ¡Pero no me culpes si no te dejan entrar!"

Pingshun asintió con una sonrisa. Luego ni siquiera preguntó a dónde iba Tang Yue antes de volver corriendo a su habitación para bañarse y cambiarse de ropa. Sus doncellas se quedarían boquiabiertas si lo vieran.

Cuando las personas estaban aisladas e indefensas, elegían morir o actuar por sus propias manos, y la gran mayoría de las personas elegiría lo último.

Pero cuando Tang Yue vio lo que llevaba puesto Pingshun, negó con la cabeza. Pingshun vestía ropa que había traído de casa y que ya no le quedaba bien.

Sin embargo, a Pingshun no le importó y pensó que era genial. Sacudió sus mangas con satisfacción e hizo un gesto seductor. Desafortunadamente, su figura todavía era antiestética, ¿cómo podría alguien sentirse atraído por él?

Tang Yue respiró hondo, agarrándose el pecho. "Bien, puedes hacer lo que quieras". De todos modos, no fue él quien se avergonzó.

Después de salir, Pingshun insistió en viajar en el mismo carruaje con Tang Yue. Aunque todavía pensaba que Tang Yue era un enemigo en su corazón, sintió que prefería ir con alguien que conocía que solo.

"¿A dónde vamos?" A mitad de camino, se le ocurrió esta importante pregunta.

"La mansión del príncipe Zhao", dijo Tang Yue con calma.

Pingshun accidentalmente golpeó su cabeza contra la pared del carruaje. Su rostro se puso mortalmente pálido. "Príncipe... ¿Zhao?"

"Sí, ¿no lo sabes?" Tang Yue miró a Pingshun con deliberada sorpresa. "Escuché que tu padre estará en la fiesta hoy, así que puedes hablar sobre tus problemas."

Pingshun se inclinó hacia delante y llamó a la puerta. "¡Detente! Quiero bajarme."

Tang Yue lo agarró por el cinturón y tiró de él hacia atrás. Luego agarró a Pingshun por el cuello y dijo: "¿Cuál es la prisa? Puedes mostrarle a tu padre cómo eres. Estoy seguro de que será feliz."

Pingshun pensó que eso era lo que le temía, y su padre confiaría más en Tang Yue si lo vieran. En ese caso, su deseo de volver a casa se vería frustrado.

"¡No, quiero volver! ¡No puedo entrar en la mansión del Príncipe Zhao!"

"No te preocupes, estoy seguro de que te dejarán entrar por mi bien."

Entonces Pingshun recordó que fue Tang Yue quien cortó las piernas del príncipe Zhao. Pensó, Tang Yue debe ser el invitado de honor del Príncipe Zhao, pero nunca había hablado con el Príncipe Zhao. Sería inapropiado que él vaya.

Si lo dejaran fuera, sería una vergüenza.

En Ciudad Ye, había muchas personas que querían ganarse el favor del Príncipe Zhao, y también había muchas personas que deseaban nunca conocer al Príncipe Zhao, como Zhao Sanlang y Pingshun.

Se podía ver que los dos no tenían grandes aspiraciones. Tang Yue pellizcó las mejillas regordetas de Pingshun y dijo: "Creo que tu padre debería enviarte al ejército para entrenarte, y estoy seguro de que serás un hombre diferente. ¡Mira al Príncipe Zhao, es un hombre imponente!