33

276 31 30
                                    

Nathalie llegó al François acompañada de Gorilla, bajó del auto y se paro a su lado esperando que Adrien salga.

Después de unos minutos este salió acompañado de sus mejores amigos, los cuatro se quedaron parados al principio de las escalinatas admirando de lejos a la pelinegra.

─Se los digo, pronto voy a tener una madre─ menciono el chico con el tono más dulce que tenía

─Me alegro tanto por ti viejo, tu vida ahora será más sencilla con tu padre ocupado en ella.

─¡Nino!─ lo reto su novia

─Ve Adrien, es mejor que no la hagas esperar─ se sumó Marinette sonriendo

─Los veo luego chicos─ saludo el modelo y se fue

Rápidamente llegó hasta la ejecutiva, esta le sonrió, el chico subió al auto, ella abordó el copiloto y partieron de regreso a la mansión, apenas llegaron se toparon con una furgoneta negra con vidrios polarizados saliendo desde el interior, los dos se asombraron, el menor preguntó, pero la mayor no tenía la más mínima idea de lo que pasaba, al llegar se encontraron con Gabriel admirando un nuevo cuadro que había sobre el descanso de la escalera, este tenía flores y representaba un jardín.

─¿Papá que fue todo eso?.

─Saque algunas cosas de tu madre de aquí  ya llevan mucho tiempo ocupando espacio, y cambie el cuadro, este se ve mucho más hermoso, ¿no creen?.

─Siendo sincero, si, no se porque teníamos el otro─ mira a Nathalie ─Iré a hacer tarea, los veo después─ sube y sale de la vista de ellos

─¿Señor porque no me aviso de esto?─ se quejo ella

─¿Señor?─ el baja hasta ella

─Perdón, es la costumbre─ ríe ─¿Que fue lo que hiciste?

─La saque de allí abajo─ susurro

─¿Estas loco que van a pensar los transportistas?.

─Les dije que era de cera, la van a dejar en un depósito, después, si me prestas a Nooroo, la puedo llevar al panteón.

─Eres un apresurado, pudimos llevarla nosotros desde el inicio.

─Perdón, quería deshacerme de ella cuanto antes.

─¿Por qué la prisa?.

─No quiero que haya nada de ella aquí, quiero que te convenzas de que te amo, y no podemos amarnos con esta casa llena de sus imágenes por todos lados, también quiero decirte que rompí las estatuas de afuera hay que limpiar─ ella se rie

─Espero no empieces a llenar la casa con cosas mías.

─¿Entonces cancelo las estatuas con tu rostro?─ ella se espanta, el ríe ─Tranquila, se lo mucho que te gusta la discreción, no planeo hacer nada tonto

─Me agrada que sepas algo de mi─ besa su mejilla

─Lo se todo de ti, incluso tu leve adicción a lo dulce y tu amor por los arándanos.

─No soy adicta a lo dulce─ se quejo, el la mira fijo ─Bueno tal vez un poco─ desvía la mirada, el es ahora quien besa su mejilla

─Te amo tanto─ se aleja de ella y va hacia el atelier

La mujer lo sigue y al entrar ve que el cuadro de allí también fue retirado, ahora había un enorme pavo real con sus plumas extendidas, rodeado de mariposas blancas.

─Te tomaste muy enserio quitarla de aquí.

─Es mi pasado, allí se debe quedar, sabes, me di cuenta que teniéndola por todos lados era muy infeliz, me recordaba mi perdida, pero ya no, ahora soy feliz, de nuevo, contigo.

─Debí golpearte antes─ se lamento sentándose en su escritorio

─Ya tendríamos varios años casados─ comentó coqueto, ella lo mira atónita ─¿Que, no te quieres casar?

─Nunca pensé que pasaría por tu cabeza la idea de un segundo matrimonio. . .

─¿No quieres ser la señora Agreste?─ ella se pone roja ─Porque yo si quiero ser el señor Sancoeur

─Gabriel, dios mió, pará─ se cubre el rostro ─Esto es demaciado y a penas es el primer día

─Bien, bien, entendí, iré lento, pero si me quiero casar.

─Yo~Yo también─ replicó sin verlo ─A diferencia de ti, yo jamás me casé

─Y tendrás la boda más hermosa que una mujer puede desear─ se acerca a ella, toma sus manos y besa el dorso de una de ellas ─Te amo

─Te amo mucho mas.

Los dos se miran en eso llega Adrien sin ser visto, el chico saca su celular y toma una foto, el sonido del aparato los hace darse cuenta que tienen visitas.

─Será un buen fondo de pantalla─ ambos se ponen rojos ─Vengo a pedir permiso para salir

─¿Que dices cariño?─ pregunto el viéndola fijo ─¿Lo dejamos salir?

─Creo que si debemos dejarlo.

─Bueno hijo, si ella dice que si, no me puedo negar.

─¿Por qué no se hicieron novios antes?, me habrían ahorrado tantos escapes─ rio y se fue

─Parece que vamos a quedar solos.

─Nada nuevo.

Gabriel sonrió, rodeo el escritorio y la tomó en brazos.

─Somos novios ahora.

─Bajame─ pidió tranquila

─No─ besa su cuello

─Gabriel, por favor─ suplico

Pero el no hizo caso, abrió la puerta del atelier y corriendo subió las escaleras mientras ella reía, los dos se encerraron en el cuarto de él y pasaron la tarde allí dentro, a partir de ahora, ya no había trabajo que los entretenga, tenían otras cosas más importantes que hacer.

Miraculous: ChangesWhere stories live. Discover now