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Gabriel despertó al día siguiente, después de haber tenido aquel sueño en el que lograba conseguir los miraculous y su vida se volvía totalmente caótica, perdiendo lo que para el, hoy, es lo más importante que tiene.

Después de tomar una ducha, bajó al comedor, allí ya estaba su hijo desayunando, solo, como siempre, pero hoy, esa vida se terminaba.

─Hola hijo, buenos días─ se sienta a su lado, algo extraño, las pocas veces que estuvo ahí, lo hizo estando en la otra cabecera

─Hola padre─ respondió sin verlo, estaba leyendo algo en su celular

─¿Podemos hablar de algo importante?─ El asiente desinteresado ─Me gusta Nathalie─ el chico suelta su teléfono el cual cae en el plato y hace estruendo con los cubiertos, luego gira su cabeza y atónito mira a su padre

─¿Te burlas de mi por lo que dije hace unos meses?.

─No hijo, es enserio, descubrí que siento muchas cosas por ella, pero por la actitud estúpida que tuve como el día que lo insinuaste, ella no me cree.

─Bueno esta mañana no se levanto.

─Es mi culpa. . .anoche se lo quise decir pero se niega a escucharme, la lastime sin querer hijo─ baja la mirada

─Bueno, solo hay una forma de que le puedas decir todo y que te tome enserio.

─¿Cuál?.

─Invitala a salir, a penas la veas, se lo dices.

Y como si fuera arte de magia o un ritual de invocación, los tacos de la susodicha se sintieron a lo lejos, padre e hijo se quedaron callados y en menos de un segundo la puerta se abrió, descubriendo a la mujer.

─Buenos dias─ pasó al comedor y rápidamente ignorando al adulto se paro cerca del menor ─Tu horario

─Gracias Nathalie, ¿podemos hacer una excepción a las dos de la tarde?.

─¿Que motivo tienes?.

─Una salida al parque con mis amigos.

─Ve tranquilo─ intervino Gabriel, eso hizo que ella lo mire

─Bueno, reprogramo tu sesión de chino entonces─ extiende su mano y el chico le devuelve la tableta ─Si no necesitan nada, iré al escritorio

─¡Espera!─ grito el ojigris, ella lo mira ─¿Quieres tener una cita conmigo?─ pregunto poniéndose rojo como tomate

─Veo que se levanto bromista, hoy tiene una reunión con la señora Tsurugi y en la noche el alcalde solicitó su presencia─ dijo lo más seria que podía

─Al diablo con André─ se levanta ─Vamos a salir, tu y yo, al lugar que más te guste

─La cita con el alcalde es más importante, déjese de tonterías, hemos comido juntos millones de veces, ¿que hace diferente a esta proposición?.

─Que esta vez no es ninguna cena aburrida por trabajo, esta vez quiero salir contigo y André va a entenderlo, cancela y salgamos─ suplico

─¿O tienes miedo?─ hablo el chico metiendo sizaña

─¿De qué podría tener miedo?, bien, si tanto insiste, saldremos esta noche a donde yo quiera─ sonríe, se gira y sale

─Gracias hijo.

─Tantos años junto a ella me enseñaron a persuadirla─ sonríe

─Tienes que enseñarme algunos trucos─ sonríe

Después de eso padre e hijo se separaron, el mayor se encerró en su habitación para elegir de entre toda la ropa que tiene algo acorde para poder salir con Nathalie y deslumbrarla, mientras el menor fue a la escuela acompañado de la susodicha.

Miraculous: ChangesWhere stories live. Discover now