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Nathalie despertó sintiendo como algo la sostenía de la cintura, ahí se dio cuenta que no estaba en su habitación, con cuidado se revolvió, y vio que a su lado dormía Gabriel, el tenía una expresión alegre a pesar de estar dormido, la mujer sonrió ante eso, tomó su brazo y lo apartó de ella, con cuidado se levantó y salió de ahí, rápidamente se escabullo en su habitación, tomó una ducha rápida, se coloco su amado traje y salió, decidió dejar dormir a su amado un rato más, por lo que se entretuvo molestando al menor, como todas las mañanas desde que trabaja ahí, lo despertó con tres golpes en la puerta y anunciando que el desayuno estaba listo, luego siguió camino a la cocina y se dispuso a supervisar la preparación de este.

Con el desayuno listo fue al comedor encontrándose con un adormilado Adrien, la ejecutiva con su expresión más seria, se sentó a su lado generando gran sorpresa en el.

─Buenos días Nathalie─ saludo y luego bozteso

─Buenos días Adrien.

─¿No me darás el horario hoy?.

─No lo confeccione aún, creo que tu horario tendrá cambios desde hoy.

─¿De verdad?─ dice asombrado, ella asiente, en eso la cocinera entra y deja la bandeja con tres tazas y dos teteras

─Ya te dije anoche que fui ascendida, quiero confeccionar un nuevo horario con mis libertades─ toma una tetera y le sirve té al chico, luego ella se sirve café

─¿En qué consiste ese ascenso?─ preguntó curioso

─Ya lo sabrás─ bebé café

─¿Son novios oficiales?─ ella se ahoga, luego tose y el chico se siente mal ─Perdón

─No me acostumbro─ suspira, toma una servilleta y limpia la comisura de sus labios ─Dejemos que tu padre responda eso

─¿Y donde esta el?.

─Aun duerme.

─Lleva años sin quedarse dormido.

─Lo sé, por eso deje que continúe.

─Antes que mi padre aparezca y que todo se vuelva normal, quiero aprovechar para decirte que no hay mejor persona que tu para que ocupes este lugar, siempre tuve miedo que mi padre se enamore de otra mujer, porque para mí tu eres perfecta, eres la madre que no tengo y no me puedo hacer la idea de otra en ese rol.

Nathalie siente como su corazón se estruja y al mismo tiempo las ganas de querer llorar, decide evitarlo y sonreírle al chico, este también lo hace y se concentra en su desayuno, luego, Gabriel llega, saluda y se sienta, toma su taza y se sirve café.

─¿Por qué no me despertaron?─ se quejo

─Dormías muy tranquilo, llevas tiempo sin hacerlo, no podía despertarte─ contestó ella y luego se terminó su café

─Es cierto, jamás había dormido tan bien, gracias─ la mira fijo

Ella se levanta con su taza y sale de escena, padre e hijo continúan desayunado.

─¿Es tu novia oficial?.

─Si hijo, creí que lo dejó claro anoche.

─Lo sé, solo quería preguntarlo igual, sabes lo increíble que va ser llegar hoy al instituto y contarles a todos que ustedes son novios─ sonríe

─Me alegra que esto te alegré, siempre me pregunté cómo sería tu reacción cuando algo así pasara, honestamente creí que nunca podría seguir adelante. . .

─Con ella bien, ya te dije, es parte de la familia, con otra, bueno, le habría hecho la vida imposible, siento que Nathalie es perfecta para ti─ vuelve a sonreír, está vez con más amplitud

─¿Desde cuando tienes esas ideas?.

─Creci a su cuidado y viéndola a tu lado siempre, ¿como no quieres que los vea de una forma que no sea profesional?.

Gabriel se ríe, en eso Nathalie regresa, con su tableta en la mano, sin prestarles atención se vuelve a sentar, Gabriel para de reír y mira a su novia.

─¿Puedes creer que mi hijo se dio cuenta mucho antes que yo que tu serias mi novia?.

─Siempre fue un niño muy inteligente─ replicó en tono dulce

─Lo heredó de su padre─ comentó vanidoso

─Si claro─ replicó ella ─Tu nuevo horario─ le extiende la tableta al chico

─Esta en blanco.

─Lo sé.

─No entiendo─ dice muy confundido

─Has el horario como tu quieras.

─¿Es enserio?.

─¿Alguna vez Nath bromeó?─ intervino Gabriel

─Gracias, eres la mejor─ se queda con la tableta

─Bueno señor Agreste, hoy es el día en el que le voy a dar su primera orden─ mencionó ella levantándose, los contrarios se miran ─Ve a llevar a Adrien o van a llegar tarde

Gabriel mira su reloj y en efecto era así, se bebe de un solo sorbo su café, se levanta, la mujer le extiende sus llaves y los dos Agreste salen a rápida velocidad.

Una vez adentro del coche, los dos parten rápidamente hasta el François, al llegar, Gabriel baja, robandose la mirada de todos allí presentes.

─Que tengas un buen día hijo─ sonríe

El chico saluda, se acerca a sus amigos, luego se gira, se vuelve a despedir de su padre y entra al instituto, Gabriel se queda unos segundos, luego sube al auto y regresa a la mansión, allí se encuentra con Nathalie bajando las escaleras.

─¿Me dices por que no hice todo esto desde el principio?.

─Eres algo cabeza dura a veces─ ríe

─Soy un idiota.

─Si, también─ termina de bajar ─Tienes suerte de que los idiotas son mi tipo─ besa su mejilla y sigue su camino

─¿Que estas haciendo?.

─Gozando de mis libertades nuevas─ llega hasta al patio trasero

─Siempre fuiste libre.

─Si, pero había ciertas cosas que me daban pena hacer, como plantar mis plantas en el jardín─ enseña las dos macetas que tenía en las manos y que Gabriel no había visto

─Pudiste hacer eso en cualquier momento.

─No tenía tiempo libre antes─ las deja sobre una mesa ─Siento que ahora tendré un poquito de tiempo

─Tendrás todo el tiempo que quieras─ se acerca a ella ─Quiero que seas la mujer más feliz del mundo

─Ya lo soy─ aparta la mirada ─Que mi jefe, el diseñador más importante del país, se haya fijado en mi después de estar enamorada de él por más de diez años, eso me hace más que feliz

─No puedo creer que estuve ciego tanto tiempo.

─Lo tuyo con ella fue especial.

─Si. . .pero no vale que haya hecho todo esto─ baja la mirada ─Lastime a Adrien, te lastime a ti

─No te culpes por mi, yo podría haberte dicho lo que me pasaba y de no funcionar irme, pero no, decidí quedarme aquí a tu lado, prefería ayudarte y amarte en secreto que dejarte solo en tu peor momento.

─No te merezco.

─Yo no te merezco, me siento nada a tu lado.

─No digas eso─ se acerca a ella ─Eres mejor de lo que yo alguna vez pude ser─ la besa ─Y eso es lo que mas me gusta de ti

Los dos se quedan el resto del día arreglando el jardín, luego van al interior y Gabriel se dispone a diseñar, tenía muchísima inspiración, se sentía un hombre completamente nuevo.

Miraculous: ChangesWhere stories live. Discover now