—Tengo muy claro lo que está pasando aquí —dije, y solté una pequeña risa llena de amargura.

—No lo creo —descruzó sus brazos y me miró con algo de tristeza—. De verdad deberías ir.

Rafe asintió a mi lado y no dejó de agarrar mi mano cuando comenzó a andar hacia Rose. Yo tuve que seguirle.

—Pues vamos a hablar con mi padre.

Rose asintió y nos guió hasta la sala donde debían estar tanto Sarah como Ward hablando. Me sentí algo nerviosa porque llevaba todo ese tiempo pensando que el señor Cameron había fallecido y ahora estaba a punto de verle de nuevo. Y también sentí mucho alivio de pensar que Sarah estaba allí. Que había alguien en quien podía confiar al cien por cien en aquella locura. Que tendría un apoyo.

—Voy a por Wheezie —nos avisó Rose y se marchó a paso lento.

Rafe me sonrió sin mucha convicción y después abrió la puerta. En cuanto vimos el interior y los que estaban ahí nos vieron a nosotros, Sarah apareció en mi campo de visión al levantarse del asiento donde había estado sentada y se lanzó hacia mi para abrazarme con fuerza. Consiguió así separar el agarre de mi mano con la de Rafe.

Me quedé paralizada al principio pero después reaccioné y la abracé de vuelta. Sarah escondió su rostro en mi hombro y escuché que sorbía su nariz. Me apretó con fuerza contra ella y eso fue suficiente para hacerme saber que apreciaba que yo estuviera allí. Por primera vez no me arrepentí de estar allí metida solo por saber que Sarah estaba mejor sabiendo eso. Y yo también me sentía mejor sabiendo que ella estaba allí conmigo.

—Hola, Charlie —escuché la voz del señor Cameron y se me heló la sangre.

Sarah se separó de mi y me agarró la mano que antes había sujetado la de Rafe. Miró a su padre torciendo la boca con los ojos chispeando de la ira que sentía. Fuera lo que fuese que le había contado Ward, no le había gustado a Sarah. 

—Hola, señor Cameron. Me alegro de verle de nuevo. —Mentí.

—Tutéame, Charlie. Nos conocemos mucho como para usar estas formalidades.

No, no lo conocía tanto como había pensado meses atrás. Pero me obligué a cerrar la boca. Ward seguía sentado en su silla. Nos miraba desde su puesto y podía detectar en su expresión que trataba de mantener la compostura y la paciencia.

—Quiero explicaros a ambas muchas cosas. Pero confío en que no cuentes nada sobre mi... pequeño secreto —me sonrió levemente pero esa sonrisa me dio escalofríos—. No me gustaría haberte llevado hasta aquí, que vieras cómo intentamos ser una familia de nuevo, y que... ya sabes, me delates.

Me dije a mi misma que de nada me serviría llevarles la contraria. No podía simplemente decirle que les delataría. ¿En qué puesto me dejaba eso a mi? Entendía si Sarah se veía incapaz de actuar de acuerdo a lo que ellos querían, pues no dejaba de ser su familiar. Pero yo no era nada para ellos a parte de la mejor amiga de su hija y la ex pareja de su hijo.

—Eso no ocurrirá, Ward. No diré nada.

Él me sonrió de nuevo, ahora con su expresión más ablandada, y señaló el booth que había frente a la mesa en la que estaba apoyado para que nos sentáramos ahí. Miré a Rafe, que se había quedado apoyado en la estantería de madera que había al lado de la puerta. Él me sonrió para hacerme saber que era seguro sentarme en la sala.

Aunque sonara extraño, al lado de Ward o Rose me sentía más protegida incluso con Rafe. Confiaba en que él no me haría daño. No sabía si Rafe me protegería de Ward. Si Ward intentara hacerme algo, ¿Rafe sería capaz de interponerse en los planes de su padre por primera vez? ¿Dejaría pasar el hecho de poder seguir intentando ser su hijo perfecto?

DOPENESS ━━ OUTER BANKSWhere stories live. Discover now