El omega del dragón [Y.M] [✓]

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Ambos descansaban ya en la cama, Yoongi abrazaba por la cintura a su omega mientras que el omega se acurrucaba más en el pecho de su alfa, Yoongi lo abrazaba con posición como si tuviera miedo de perderlo. Al anochecer la pareja despertó y se sonrió al sentir las emociones que se compartían, Yoongi le dio un corto beso en los labios mientras dirigió su rostro al cuello de su omega para deleitarse con su aroma.

Jimin ronronó a gusto y se sentó en la cama mientras miraba al pálido el cual tenía varias marcas en su pecho y algunos rasguños, Yoongi se sentó también en la cama y unió su frente con la de su omega mientras mantenía los ojos cerrados.

—Casémonos aquí y ahora. —susurro Yoongi.

—¿De verdad? —sonrió el omega.

—Así es Jimin. —le acarició la mejilla. —ya no lo retrasemos más.

El omega asintió feliz mientras ambos se levantaban de la cama para preparar el lugar donde se casarían los dos, solo ellos sin ningún reino, querían que ese momento fuera solo para ellos dos. Yoongi alistaba el enorme árbol para la ceremonia bajo la luz de la luna, mientras que Jimin recolectaba pétalos de rosas y se hacía una pequeña corona, al tenerla lista la guardo y se dirigió dónde el alfa y esparció los pétalos para simular el camino al gran árbol.

—Es hora de cambiarnos de ropa. —sonrió Jimin. —prometa que me esperara en el altar.

—Lo sé. —le beso la frente. —aquí estaré amor.

—Nos vemos en unas horas. —susurro Jimin.

Ambos tomaron caminos separados para cambiarse las ropas, Yoongi se había vestido de negro con una tiara de rosas blancas que hacían contraste con su ropa y cabello, el omega se vistió de blanco y se puso rosas rojas para qué adornarán sus blancos cabellos. Al llegar la hora el omega se sentía nervioso y ansioso, se casaría, a sus cortos diecisiete años, sabía que al inicio hubo muchos tropiezos en la relación con su alfa, hubo malos ratos, como la pérdida de su primer cachorro, lo que la mujer que decía ser su madre le hizo pasar.

Pero ahora dejará todo eso en el pasado e iniciará uno nuevo junto con su alfa, haría todo lo posible por permanecer a su lado, se volvería un omega fuerte; el alfa admiraba lo bello que se miraba su omega, sus hermosas mejillas, él era hermoso y ante la luna juraría que cuidaría a Park Jimin como su mayor tesoro.

Después de todo Park Jimin era y seguirá siendo el omega del dragón.