Las hojas en blanco eran mi refugio, dejar mis pensamientos a través de las letras me mantenía cuerdo por la vida. Las notas de Bruno eran mi verdadero yo, sin embargo, de un momento a otro ella comenzó a llenar mis hojas en blanco con su sonrisa, p...
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Hoy es mi día para brillar, o más bien el día en el que intento recuperar a quien me hace ver el brillo de la vida.
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Al fin soy libre de mi castigo y solo porque es lunes y tengo que volver al colegio, aunque la verdad es que mamá me dijo que podía seguir con mi vida normal, pero si vuelvo a estar en la oficina del director, me castigará por todas la veces que no me castigó en estos casi 18 años de vida que tengo.
—¿Lo intentarás solucionar? —pregunta Alan a mi lado, porque ya estamos juntos una vez más.
—Eso es lo que quiero hacer.
—¿De qué hablan? —pregunta Clemente interponiéndose entre nuestros lugares, ya que Ava fue al baño y lo dejó solo.
—No pasaré el primer receso con ustedes —respondo.
—¿Eso a qué se debe? —pregunta Clemente.
—Veré si puedo hablar con Emma —respondo sin rodeos.
—Galán —me guiña un ojo —Te doy mis buenas vibras.
—Grazie mille —me río.
Ava aparece hablando con el profesor, por lo que cerramos la boca y segundos después la chica llega a nuestro lado con una sonrisa.
—Hará la evaluación en grupos —dice Ava en voz baja.
—¿Qué evaluación? —pregunta Clemente con cara de espanto.
—¿No estudiaron? —nos pregunta Ava, a lo que los tres negamos con la cabeza.
—¿Había que estudiar? —pregunto en tono inocente.
—¡Agh! —se queja Ava volteando los ojos —Una vez más tendré que salvarles el culo.
—A ellos —interviene Alan señalándome a mí y luego a Clemente —Sabes que a pesar de que no entiendo, tengo buena memoria.
—Tienes razón...
—¡Silencio, jóvenes! —nos interrumpe el profesor —Les pediré que se junten rápidamente en grupos, ya que la evaluación del día de hoy será así.
Prácticamente la mitad del salón tiene el mismo rostro que Clemente y yo, porque al parecer tampoco estaban enterados, mientras que la otra mitad se ve bastante feliz de no tener que morir solos en el intento de salvar el dichoso examen.
El profesor pasa repartiendo las hojas a todos los grupos, así que con el rubio nos giramos, ya que será Ava la encargada de pasar las respuestas al papel. La chica se dedica a conversar con el rubio, mientras que con Clemente nos dedicamos a mirar sin entender qué dicen.
Necesito poner más atención en lo que hablan los profesores, porque si no formo un buen hábito de estudio, seré un completo caos en la universidad y lo que menos quiero es que mamá tenga que pagar más de la cuenta por mi culpa. Aunque se podría decir que mi universidad la pagará Neels, pero como Walker puede ser una orgullosa de vez en cuando, no se lo va a querer permitir.
