Las hojas en blanco eran mi refugio, dejar mis pensamientos a través de las letras me mantenía cuerdo por la vida. Las notas de Bruno eran mi verdadero yo, sin embargo, de un momento a otro ella comenzó a llenar mis hojas en blanco con su sonrisa, p...
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Sabía que Neels había preparado algo grande, pero no imaginé que sería tan grande, aunque debí imaginarlo.
—Si que le gusta desperdiciar dinero —dice Emma entrando junto a mí —Iré donde Alan que te espera en tu mesa.
El bar del hotel está repleto de personas, así que en cuanto Emma se separa de mí, el montón de conocidos y desconocidos se acerca a saludarme y felicitarme por mi cumpleaños número 18.
Intento avanzar entre las personas efusivas, hasta que llego a la mesa vip que Neels dejó para estar junto a mis amigos. Por cierto, Neels vino a revisar si todo estaba bien antes de que yo llegara, para luego irse con mamá a su casa, porque quisieron dejar el departamento para Miley y Theo.
—Al fin llegas —me dice Clemente y se levanta de su lugar —Joyeux anniversaire mon ami. —me abraza dejando unos golpecitos en mi espalda.
—Alles Gute zum Geburtstag Freund —sigue Alan.
—Lo siento, pero a mí solo se me da el español —dice Ava con una sonrisa —Feliz cumpleaños, mi querido Bruno —me da un sonoro beso en la mejilla.
Ava está en un extremo, mientras que Emma está en el otro junto a Alan sin emitir ninguna palabra. Al parecer se siguen odiando, lo que me hace un poco de gracia.
—Hola de nuevo —le sonrío a la rubia y me siento donde estaba Alan.
—Idiota —voltea los ojos.
—¿Sabes si vino Fallon? —paso mi brazo por sus hombros.
—¡Voy por algo de beber! —grita Clemente —¿Qué les traigo?
—Sorpréndeme —le respondo, lo que lo hace sonreír con maldad —¿Quieres algo?
—No confío en nada que venga de Clemente —responde Emma.
—Auch —dice mi amigo tocando su pecho.
—Vale, yo lo acompaño —dice Alan —ya sé lo que te gusta —le sonríe a Emma —Y tú también ven —toma la mano de Ava.
El trío nos abandona y se va directo a la barra para pedir lo que quieren.
—Aun no mejoran su técnica de disimular —dice Emma riendo —Y respecto a Fallon, al parecer se le hace divertido pasar tiempo con tu amiguito del equipo de fútbol.
—¿Willy? —asiente —Eso te deja toda para mí.
Comienzo a acercarme a ella de manera coqueta, pero parece no afectarle, porque se cruza de brazos y me mira con una ceja arqueada. Mi chica difícil.
—Es mi cumpleaños —le recuerdo.
—No uses eso a tu favor.
—Mi cumpleaños —repito.
—Muy maduro de tu parte, Bruno.
—Siento que cuando me dices Bruno estás enojada —le cuento —O quieres hablar algo muy serio.
