30

363 44 25
                                    

Ava está sentada a mi lado jugando animadamente con mi cabello, como si yo fuera su especie de juguete

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Ava está sentada a mi lado jugando animadamente con mi cabello, como si yo fuera su especie de juguete. Quizá muchas veces fui su juguete y no precisamente por el cabello, sino por la cama, pero ahora ya no me dejo dominar por ella, he aprendido a mantenerme un poco al margen.

—Debería irme —digo en voz alta.

—Pero si llegaste hace solo una hora —se queja Clemente.

—55 minutos —lo corrige Alan.

—Es que creo que dejé la plancha encendida —miento —y mamá está en casa de mi tío, así que tengo miedo de encontrar todo quemado.

—De seguro la has dejado desenchufada —dice Ava —no creo que hayas sido tan distraído.

—Pensé que sería una larga noche —dice Alan.

—Debo admitir que tengo un poco de sueño —intento bostezar —y me duele bastante el cuerpo.

—No te quieres ni imaginar como estoy yo —dice Clemente —un largo partido y luego llegué a casa por otra ronda de juegos —mira de reojo a Ava.

—No le creas —me dice Ava volteando los ojos, pero la conozco bastante bien.

—Me voy —me pongo de pie.

—¿Quieres que nos vayamos juntos? —me pregunta Ava.

—Yo quiero dormir, no volver a jugar —digo en tono burlón.

—Te acompaño a la salida —dice Alan —quiero ir al baño.

Le doy un beso en la mejilla a Ava y choco los 5 con Clemente, para luego caminar a la entrada seguido de Alan, quien me acompaña hasta el estacionamiento en silencio. Aunque el silencio no es mucho debido al ruido de la música.

—¿En serio estás cansado? —me pregunta el rubio.

—Odio que siempre quieras saber todo —volteo los ojos —y también me siento un poco cansado.

—Pero además...

—Está Emma en casa —digo sin rodeos —y no me parece bien que pase mucho tiempo sola.

—¿Por qué Emma está en tu casa? —pregunta confundido.

—Va a pasar la noche conmigo —me encojo de hombros —se escapó y no preguntes más.

—Vale... —dice aún un poco confundido  —Sin ofender, pero no tienes muy buena fama que digamos —volteo los ojos —¿No le da un poco de miedo dormir contigo? Con eso de tus hormonas locas.

—Ni que fuera la primera vez que dormimos juntos.

—¿Qué?

—Me tengo que ir —sonrío inocente.

—No te vas hasta que me expliques.

—Entraba por su ventana e iba a dormir con ella —confieso —Sólo dormir —le aclaro.

Las Notas De Bruno #2 Where stories live. Discover now