Salgo de mi habitación y mi mamá me mira de pies a cabeza para soltar una risa ¿Se está burlando de mi disfraz?
—¿De qué te ríes, Walker? —arqueo una ceja.
—De lo tierno que te ves —dice riendo —pensé que irías de algo más rudo.
—¿Acaso no te gustó?
—Te ves muy lindo —sonríe —pero te falta tener a Campanita a tu lado.
—Quizás si la tengo —digo con intenciones de jugar con su curiosidad.
—¿Con quién irás? —pregunta dejando las risas de lado.
—Con Alan, su cabello rubio es perfecto —me río.
—Creo a Alan capaz de hacer eso —se sienta en el sofá —pero algo me dice que no es Alan.
—Tendrás que quedarte con la duda —digo mirando la pantalla de mi celular —me están esperando.
—Dile a tu madre con quien andas coqueteando.
—No coqueteo con nadie, Walker —le doy un beso en la frente —solo voy con una amiga.
¿Amiga? Ni siquiera sé si Emma me considera su amigo, pero creo que es la forma más clara de llamarla, ya que al parecer es un poco complicado hablar de cómo nos conocimos.
En cuanto llego a la ubicación que me envió Emma, le envío un mensaje para informarle que estoy afuera. Al minuto sale ella con su vestido verde y una chaqueta, por lo que lleva sus alitas en la mano. A su lado, Fallon lleva un tutú animal print junto a unas orejitas y una cola.
—Hola —las saludo, a lo que ambas me sonríen —¿Me dejarás abandonado? —le digo a Emma a través del retrovisor, ya que se sentó en el lugar de atrás.
—Al parecer —se encoge de hombros —No me dijiste que serías el chico que acompaña a campanita.
—Corrección —le aclaro —Campanita sigue a Peter —automáticamente voltea los ojos —y sorpresa.
Ellas se van cuchicheando vaya a saber Dios de qué cosa, así que me concentro en conducir en dirección a la casa de Clemente. Varias personas rondan fuera del lugar, de seguro habrá un montón de desconocidos. Aún no logro comprender cómo hace Clemente para que sus padres le dejen la casa cada vez que quiere hacer una fiesta.
—Recuerda las alas —le digo a Emma cuando nos bajamos.
—Toma —me extiende la chaqueta y con ayuda de Fallon se coloca las alitas.
Miro de manera disimulada sus muñecas y al parecer cubrió la cicatriz con maquillaje, ya que ahora no se nota.
—¿Prefieres dejar la chaqueta en el auto o la llevamos?
—¿Podríamos venir por ella si me da frío? —asiento.
Dejo su chaqueta en el lugar del copiloto y le hago un gesto para que me sigan. Alan me dijo que estaría en el patio, por lo que voy en esa dirección con ambas chicas siguiendo mis pasos.
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Las Notas De Bruno #2
Teen FictionLas hojas en blanco eran mi refugio, dejar mis pensamientos a través de las letras me mantenía cuerdo por la vida. Las notas de Bruno eran mi verdadero yo, sin embargo, de un momento a otro ella comenzó a llenar mis hojas en blanco con su sonrisa, p...