Supervivencia Zombie: El Comienzo

3.11.6

Temporada 3: Supervivencia Zombie.
Capituló 11: Dos semanas.
Etapa 6: Lealtad

Año 2016:

(♪-#12)
¿Recuerdan la vez que Lixor y yo encontramos a Tania?, La historia se abarca desde ahí. Mientras Christian corría de un lugar a otro, estaba demasiado cansando de huir, parecía que no había ningún lugar en donde estar a salvo. Mirando el cielo, como era el paisaje, solo cerro los ojos lentamente dando un profundo suspiro. El sonido del viento sonaba ligeramente.

-¿Estás bien?.

Se escuchó una voz aún lado de Christian, solo el voltio dando una gran sonrisa, comenzando a jadear, mirando sus manos sudadas por el fuerte sol que había.

-Algo así... ¿Tenemos que vivir a todo esto?.

-¿No nos queda de otra?, ¿Verdad?.

-Idiota...

Christian comenzó a sentirse aliviado, mirando hacia aquella persona. Era Sebastián, quien estaba en aquel entonces. Así que ambos comenzaron a hacer un equipo para poder sobrevivir. Ambos entraron en una casa, mirando a sus alrededores, los zombies pasaban como si nada ahí adentro. Rápidamente entran, sin que los infectados se percaten, llegando hasta el último piso de arriba. Aunque en los alrededores ya no parecía los mismo, ambos estaban asustados, encogiéndose entre hombros demasiado asustados y con demasiado frío. Sebastián miro hacia Christian, tocando su hombro, saliéndo humo de su boca por el frío que se acercaba.

-¿Vamos a quedarnos aquí?.

-¿Un poco más?.

Pero, para sorpresa de ambos, la puerta fue golpeada algunos zombies estaban detrás de ese lugar. Rápidamente, revisan todas las cajoneras, si tenía lo más importante. Y si, encontraron algunas chaquetas, y salieron por la ventana. Aunque el ruido de las puertas, atraían a más infectados. Todos fueron hacia el techo, saltando casa por casa. Los zombies que estaban ahí, intentaron hacer lo mismo, pero solo cayeron hacia los suelos, rompiendo sus cuellos.

-¡Oye!. ¿Alguna idea?. -Pregunto Sebastián.

-¡Si!. Iremos a tomar un vehículo para salir de aquí.

-Sabes... ¿Que los infectados siguen el ruido?, No podemos arriesgarnos.

-¡Rayos!. ¿Tienes una idea mejor?.

-Claro que no... ¡No se!, Es miedo... Solo eso...

-Vaya...

Ambos bajaron del techo, mientras van por un camino lleno de vehículos, algunos infectados estaban ahí, pasaban de un lado a otro. Mientras rápidamente, miraban por el parabrisas si habían alguna llave ahí. Hasta que finalmente encontraron una, ambos entraron rápidamente, al encender el motor, el sonido había atraído a algunos infectados, corriendo hacia el vehículo, manchando el vidrio, haciendo que no se viera nada del otro lado del parabrisas. Hubo un momento en la cuál no pudieron salir, hasta que finalmente lo lograron. Demasiado feliz de ver eso, se alejaron más de esos infectados. Sebastián finalmente estaba aliviado que exclamó de alegría.

-¡Lo lograste!.

-¡Claro que sí!.

-¿Dónde iremos?, A buscar un lugar a cual llamar casa...

-¿Que hay de tu novia que habías estado buscando por dos semanas?.

-Tranquilo... Ella no estaba ahí cuando regrese por ella, así que debe de estar en lugar seguro. Eso es todo...

-Como digas... ¿Hacia donde vamos exactamente?.

-No lo sé...

Ambos llegaban a un puente, donde había algunos zombies queriendo bajarse de ahí, así que todos se aventaron hacia el lago que se entraba ahí. Ambos suspiran, mirando todo el caos creado por el humano, aunque había algunas personas vivas en otros lugares, era demasiado preocupantes para los dos, el sol cada vez salía, así que se quitaron sus abrigos, para así continuar. Llegaron frente a una tienda, en aquel lugar se encontraba un chico demasiado extraño, se estaba comiendo todo. Sebastián y Christian tenían miedo ya que el tenía un arma.

-¿Cuál es su nombre?.

-Sebastián.

-Christian

-Un placer... Me llamo Samuel. Pueden estar tranquilos, no soy un monstruo. ¿Ustedes lo son?.

-N-No.

Rápidamente respondieron Christian y Sebastián, mirando hacia aquel sujeto. Mientras mandaba algunos mensajes, en su celular. Christian estaba demasiado confundido, porque se supone que no tendría que haber ninguna señal.

-¿Cómo es que hablas por ahí?.

-Ah, las redes normales han caído... Pero de las redes del gobierno no. Aunque si haces una llamada, puede ser que te contesten los otros. ¿Quieres hacer una llamada?.

-¿Podría?.

-Claro, debes de extrañar a alguien...

Christian tomo el teléfono de aquel chico, intentando marcar a su familia o a su novia, pero no había ninguna señal, así que solo dio un suspiro, dándole el teléfono nuevamente. Sebastián intento hacer lo mismo, pero paso lo mismo. Así que para animar a ambos, le dejo comida ahí en una pequeña mesa, dando un suspiro.

-Debieron tener un largo viaje, espero coman bien. Además, ¿Podríamos hacer una alianza?.

-Claro... Entre más mejor...

Cuando Samuel hizo la pregunta, rápidamente Sebastián respondió mirando a el, con demasiada confianza. Así que todos se sentaron en un solo lugar, apagando las luces rápidamente ya que la noche se había acercado. Los zombies pasaban por frente de la única puerta que estaba ahí. Todos se fueron a una sola esquina, prendiendo una sola vela, Christian se acerca hacía el vidrio. Parecía que los infectados no lo veían, hasta que salió un relámpago, mostrando su reflejo, el zombie no lo había percatado. Aunque más zombies pasaban, era lamentable para los tres. Rápidamente Christian se acerca hacía los demás, sentándose nuevamente aún lado de ello, dejándose mirar por la luz de la vela suspirando profundamente. Samuel observo a ambos, dando un profundo suspiro, tocando el hombro de uno de los dos.

-¿De dónde vienen?.

-De la capital del estado.

Ambos respondieron rápidamente, aunque más relámpagos salían, y los autos comenzaron a sonar de su claxon. Christian y Sebastián estaban confundidos por eso.

-¿Que fue eso?.

-Es normal... Los infectados chocan con los vehículos.

Sebastián y Christian, estaban demasiado confundido con eso, hasta que un trueno fuerte había sonado, mirando a lo lejos la puerta. Durmiendo totalmente, para seguir para el día siguiente su partida.

Historia actual:

-¿Que paso con lo demás?.

Lizt estaba demasiada confundida, queriendo saber más. Mirándome con confusión y a la vez impresión, solo desvíe la mirada hacia el volante del vehículo, poniendo mi cabeza en el volante.

-Samuel... Christian y Sebastián, pasaron por muchas cosas.

-¿Porque cuentas ahí a Sebastián?, ¿No se supone que estaba con los demás en la mansión.

-Eso era antes...

-¿Antes de que?.

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Siguiente Capítulo:
Creando una amistad
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