Supervivencia Zombie: El Comienzo

3.3.5

Temporada 3: Supervivencia Zombie
Capítulo 3: ¡Lazos de sangre!.
Etapa 5: ¡Aún vivimos!.

(♪-#3)

Año 2017: En ese tiempo, Luis y compañía estaba separado de nosotros, después del puente. Era una noche oscura, Luis y el resto estaban al cuidado de los militares, en ese instante dos niños pequeños corrían por Luis necesitando ayuda de el.

—¡Ven rápido!. —Exclamo uno de esos niños.

Al llegar a aquel lugar, resulta que una señora estaba dando a luz aún niño, lo cual es el bebé que Melissa adoptó ya que la madre había muerto en el parto, tiempo después los niños quedaron huérfanos, y los militares se lo habían llevado. Al más menor le habían encontrado una familia, mientras al otro, estaba al cuidado de los ellos, era difícil, hasta la explosión de aquel carro militar que llevaba algunas personas, todos salieron huyendo de ese lugar, y el único niño salió huyendo para un lugar diferente al resto. Tania, Luis, Meli, Fran, Ever, estaban con muchas más dificultades. Pero por suerte el niño logro sobrevivir por casi 6 años solo.

—¡Ya será el día!... ¡Dónde estaremos juntos otra vez!. —Susurro aquel niño mirando una foto, mientras daba un suspiro grande.

Historia actual:

—¡Muy bien!. —Carlos entro dentro del vehículo conduciendo llevando el vehículo hasta aquel lugar. —Fue fácil... —Susurro mirando hacia a su alrededor que los zombies venían. —¡¿Si se apuran?!.

Carlos baja del vehículo, esperando a los demás, pero los zombies cada vez venían más cerca, el ruido de los disparos habían atraído a una horda de zombies, Jose toma el volante del vehículo, arrancando el motor, mientras todos rápidamente se suben dentro. Los pasos de los zombies eran lentos, ya que su cuerpo estaba podrido y era difícil para ellos caminar, así que no íbamos a contar con una victoria, la calle se había llenado de infectados, algunos estábamos asustados y con miedo, pero finalmente el vehículo comenzó a arrancar atropellando algunos de los zombies, pasando por encima de ellos. Parecía una manifestación, al intentar entrar por dentro de la horda, pero nos tenían rodeado y no había de otra, Carlos mira una foto que tenía de dos niños pequeños, solo da un suspiro, para evitar mirar por las ventanas, ya que se manchaban de las sucias manos y rostro de los infectados, Violet lo había notado lo que hacía dando un pequeño suspiro.

—¿Es alguien importante para ti?. —Sonrió de lo más amable posible.

—Algo así... —Aquel chico miro por la ventana, guardando la foto en su saco.

La mayoría tenían sacos oscuros de cuero, era para evitar que las mordeduras de los zombies fueran más fuertes, los infectados finalmente llegaron donde estábamos nosotros, cruzando por encima de ellos, mientras manchaban los vidrios del vehículo.

—¡Siempre es lo mismo!, ¡Intentamos escapar!, Y... ¡Al final somos emboscados!. —Exclamé mirando por la ventana.

—Pero al menos... ¿Sales vivo?... ¿Cierto?. — José me miró, dando un gran suspiro.

—Ese no es el caso... Una de esas podríamos salir muertos. —Susurré mirando por la ventana. —¡Ahora en adelante!, Cada vez que salgamos por suministros iremos en grupos pequeños para no atraer a la horda...

El vehículo finalmente salió de aquella horda de zombies, escuchando una explosión de algunos de los edificios que estaba por ahí, algunos de aquellos infectados nos ignoraban siguiendo aquel ruido, parecía que por suerte nos habíamos librado de ellos, aunque por una ventana se veía que algunas personas salían entrando a una camioneta oxidada, se les dificultaba arrancar así que Jose, quién conducía el vehículo decide ir con ellos, dándole el arma a Violet, mientras abría poco la ventana.

—¿Estás seguro de lo que haces?.

Demasiado confundido, pregunté mirando hacia aquellos zombies que se acercaba lentamente, mientras Violet abre la puerta de arriba del vehículo comenzando a disparar en la cabeza de los infectados con el franco tirador, aquellas personas estaban demasiado confundidos por eso, hasta que Jose prendía y apagaba las luces del frente, dando señales de que había gente viva.

—¿Te arrepientes de que siga mis instintos?. —Jose dio un gran suspiro, mirándome.

—Claro que no... —Di un gran suspiro.

Mientras el vehículo se mantenía en movimiento, Violet seguía disparando a los infectados en la cabeza, se deshizo alguna parte de aquellos zombies, y el vehículo de aquellas personas finalmente comienza arrancar, y el coche de en el que íbamos, decidimos seguirlos pero para sorpresa de todos un edificio estaba caído y era imposible salir por ahí, ni siquiera dar otra vuelta de podía hacer.

—¡Tiene que ser una broma!. —Exclamé, golpeando mi cabeza contra el vidrio del vehículo.

—¿Si nos vamos por aquellas escaleras?. —Preguntó Carlos, mirando por fuera de la ventana.

—¿E-Ese no nos llevará para el metro de la ciudad?. —Pregunté demasiado sorprendido.

—¿Un metro subterráneo?, ¿Hay de esos todavía?. —Susurró Violet, mientras todos se bajaban de los vehículos. —¡Ustedes también vengan!. — Exclamo a las personas del otro vehículo.

Parecía que solo era la mamá y el papá, con un niño el brazos, todos comenzamos a bajar por las escaleras quedando hasta el último Jose y yo, mirando que infectados veían más cerca, para comenzar a disparar, mientras lentamente bajamos las escaleras, cerrando aquella puerta de las escaleras que nos guiaba para el metro: Pero los zombies golpeaban con brutalidad aquella puerta, toros comenzamos a seguir, subiendo a un metro, parecía que nos llevaba había otro sitio. ¡Sorpresa!. Era un lugar para las personas que aún seguían con vida.

—¿Los encontramos?. —Susurré, dando un gran suspiro.

—Al parecer... —Sonrió Violet.

—¿Encontrar que?. —Pregunto Carlos, demasiado confundido.

En eso uno de los militares que estaba en ese lugar, se percata de que estábamos todos dentro de ese lugar, Violet, Jose, Angel y Yo. Comenzamos a sacar unas matrículas para identificar quienes éramos realmente.

—¿No son de esta unidad?, ¿Cierto?. —Pregunto aquel soldado. —Violet, Jose, Christian y Alfonso. —Nombraba de uno en uno, para tomar nuestras matrículas.

—No, somos del suroeste... —Rápidamente respondí mirando hacia las otras personas, que estaba atrás de mi, poniendo una señal en mi mano que guardarán silenció. —Les tengo a esta familia, ¡Quiero que estén a salvo!... Son una familia unida, así que no las separé señor. —Susurré mirando hacia los demás civiles que estaban en ese lugar.

De la nada se escucha balazos ahí afuera donde estaba los infectados, nosotros los cuatro «Yo, Violet, Christian y Jose», comenzamos a tragar nuestra saliva de miedo. Mientras se escuchaba los llantos de los bebés ahí adentro, todos comenzamos a salir del otro lado del metro. Aunque la puerta en el que habíamos pasado, se rompió.

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Siguiente Capítulo:
¡Guerra!.
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