Supervivencia Zombie: El Comienzo

3.6.5

Temporada 3: Supervivencia Zombie
Capítulo 6: Recuerdos
Etapa 5: ¡Aún vivimos!.

(♪-#6)
—Entonces... ¿Así fue como se separaron ustedes dos?.

—Claro... Creo que sería extraño si, ella supiera todo.

—Y bastante incómodo con ustedes tres...

Lo último lo susurré mientras Lixor, Sebastián y Christian estaban juntos, mientras Christian me ve de una forma extraña Lixor tapa mi boca rápidamente, dando un gran suspiro.

—Ten cuidado... No te vayas a morder la lengua...

—Perdón...

—No entiendo... ¡Habla!.

Christian estaba bastante confundido por lo último que dije, que Lixor me quitó la mano de la boca y Sebastián estaba bastante incómodo: En eso Tania se dirigía hacia el baño, pasando por la puerta escuchando todo lo que hablamos.

—Bueno... Después de encontrar a esa chica Lixor y Tania tuvieron algo, mientras pasaba el tiempo Sebastián fue el último... Y ahora tienen un hijo...

Termine de hablar dando un suspiro, mirando hacia el techo, mientras Christian estaba demasiado sorprendido.

—Y luego de que te fuiste... Meli y Luis tuvieron algo.

—¡¿Q-Que?!.

—Es broma... Solo quería ver tu expresión.

En ese momento, tome de mi pecho demasiado agitado, sorprendido de lo que había dicho Lixor, solo di un suspiro mientras el voltea hacia un lado muriéndose de la risa junto con Sebastián: Tania al estar al otro lado de la puerta comenzó a taparse la boca de igual manera riéndose por el comentario de Lixor. Dando un suspiro, cruzada de manos, mientras se acercaba a una ventana que estaba en ese pasillo. Mirando como algunos infectados, pasaban de un lado a otro. Mientras en la habitación con nosotros era de puras risas.

—Es la primera vez que te veo sonreír así...

—¿Eh?.

Christian susurró mientras estaba confundido que es lo que quería decir hasta que me levanté de la cama, llendo hacia la ventana y abriéndola.

—No entiendo.

Estaba demasiado confundido, mirándolo, mientras comenzé a bostezar, sentándome nuevamente en la cama.

—¿Es cierto eso?.

—No lo sé... Estoy confundido...

Lixor pregunto demasiado preocupado, mientras Christian lo había notado. Sebastián se comienza a acostar en la cama. En ese instante había solo dos camas, y teníamos que compartir la cama en parejas. «Eso sería extraño, para ese instante, pero no nos quedaba de otra». Todos comenzaron a dormirse mientras yo miraba hacia el techo, Lixor estaba aún lado mío, era difícil de dormir por todo lo que estaba pasando en nuestro alrededor. Mientras Christian y Sebastián, si habían dormido por completo, mientras que por suerte en la habitación de las chicas, cada una tenían sus propias camas y dormían con profundidad, el aire llevaba las ramas de los árboles hacia las ventanas golpeando con suavidad. Finalmente Lixor y yo nos pudimos dormir. El frío finalmente se acercaba, todos comenzaron a taparse, al final ya era otro día: Las chicas comenzaron a toser por el frío que estaba, mientras yo miro hacia ella, dando un suspiro.

—Okey... Ellas no van a salir así...

—Tiene razón el...

Lixor comenzó a hablar, con su nariz tapada, no podía hablar por su gripa, que solo Sebastián le toca el hombro: Dan profundo suspiro.

—Ni mucho menos tu calamardo.

—¡¿A-Ah?!.

Mientras miro hacia los dos, doy un pequeño bostezo mirando por la ventana, estaba totalmente cubierta de madera, clavada uno a otro, como algunos infectados pasaban de un lado a otro, dando un gran suspiro. Mientras miraba hacia Tania y Alondra y Christian.

—¿Puedo hacer una pregunta?.

Pregunte mirando hacia el resto, tomando la cerradura de la puerta, apunto de abrir la puerta, y al momento que hice la pregunta lo suelto.

—¿Que pasa?...

Los demás estaban demasiado confundidos con lo que iba decir y demasiado preocupados. Mientras Lixor se acerca hacia mi, tomándome del hombro.

—¿Quién será el líder del grupo ahora?.

Al preguntar eso, todos se quedaron pensando mientras Tania busca entre las cajas de aquella casa, estaba demasiado caiga, como si entraron a robar. Pero en el apocalipsis ya no era necesario algunas cosas materiales ni siquiera el dinero servía en ese entonces: Después de tanto buscar Tania encuentra una libreta, dándole una hoja a cada quien.

—Cada quién pondrá su nombre aquí.

Susurró Tania, tomando un bote de barro y al terminar de escribir su nombre lo coloco en aquel lugar, haciendo bola la hoja de papel. Aunque los demás estaban un poco confundidos.

—Todos... Aquí pongan hecha bola la hoja con su nombre y al revolverlo... Sacaremos una hoja y quién salga será el líder...

Al terminar de escribir los nombres ponemos los papeles ahí, bastante nerviosos Tania empezó a revolverlo muchas veces para estar más segura, así que le pasa en frente el bote a Violet, dando un suspiro, ella toma uno y al abrirlo se sorprendió demasiado y ahora tenía tanto miedo.

—El líder es...

—¿Es?.

Algunos estábamos nerviosos de saberlo, hasta que Lixor y Sebastián dieron un gran suspiro, mirando hacia Violet.

—Lixor... El es el líder...

—¿Puedes con eso?.

Yo estaba demasiado preocupado por el, para saber si lo va arruinar o no, si estaba demasiado cansado o asustado, hasta incluso nervioso, solo el asistió con su cabeza, dándome pequeñas palmas en los hombros.

—Puede que sea difícil... Pero tú vas a estar para ayudarme... ¿No es así?.

—¿Porque no?...

Todos se aliviaron que solo todos dieron un suspiro y al vernos unos a otros, Lixor se acerca hacia a mi, mirando por la ventana como había bastantes zombies, bueno. Realmente, solo eran como 8 zombies. Me tocó el hombro, asistiendo con su cabeza.

—¿Puedes ayudarme?.

—Claro...

Asistí rápidamente, aunque rápidamente tomamos uno machetes que estaban debajo del lavamanos, solo Lixor y Yo salimos de la casa, mientras lentamente nos acercamos a los zombies en diferentes ángulos: Tania y Sebastián querían decir algo, pero no podían. Así que, rápidamente Lixor corta alguna cabeza, mientras los atraía con los ruidos que hacía al chocar el metal del machete, con el metal de las latas que colgaban por esos lugares. El sonido de aquellas latas hizo que tuviera un pensamiento de la nada. Rápidamente Lixor corta todas las cabezas de aquellos infectados, mientras miramos un vehículo donde todos cabíamos, parece que era nuestro día de suerte.

—¿Tomamos este?.

—¡Claro!.

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Siguiente Capítulo:
¡Todos juntos!
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