— Quedé con ella después de las entrevistas de las clasificaciones en el aparcamiento.

Me guiñó el ojo y me dio un beso rápido en la mejilla.

— Suerte —le dije antes de que se marchara.

— Gracias —me contestó por primera vez desde que lo conozco.

— Laurent te estás ablandando.

— Cúlpate de eso —finalizó y se fue.

Yo me dirigí de nuevo al edificio de Mercedes, no tenía nada mejor que hacer que ver como se preparaban los equipos para las clasificaciones.

El tiempo se me pasó volando mientras estaba ocupada mirando todas las noticias que salieron esta tarde, por lo visto los de Alpine habían decidido cambiar a uno de sus pilotos por la chica que estaba arrasando en formula dos, era de Sudáfrica y por lo visto haría pruebas con ellos en el próximo Gran Premio, que justo era la semana que viene en Singapur.

Las clasificaciones empezaron con los dos Hass estrenando el circuito. Le mandé un mensaje a Florence, no tenía ni idea de donde se había metido. A lo mejor estaba viéndolas con su equipo de radio en algún lugar del Paddock o las gradas, pero me parece raro porque siempre ve las cosas conmigo.

La Q1 siguió tranquilamente su curso, pilotos entrando y saliendo de los garajes, con ruedas nuevas, pilotos que hacían tranquilamente las primeras vueltas y después aceleraban en los últimos minutos, había un poco de todo.

Los pilotos eliminados se fueron hasta sus garajes y cuando volvieron a salir los que seguían en pie hubo un accidente en la primera curva, un Alfa Romeo había chocado con un Alpha Tauri y habían sacado la bandera roja.

Esto va a durar demasiado.

Josh me mandó un mensaje:

Está Florence contigo?

¿No, por?

No la veo por ningún lado.

Esto no me gustaba nada.

Florence 

El muy idiota me había dejado delante de mis cámaras. Todos tenían razón cuando decían que Andrew no era más que un trozo de mierda.

Estaba llorando a moco tendido detrás de un montón de coches en el aparcamiento por un tío que no merecía que le diera la hora.

Me limpié las lágrimas con la manga de mi sudadera, las clasificaciones ya habían empezado, se oía a la gente de las gradas gritar y el rugir de los motores, hasta que hubo un parón de todos esos ruidos que desde pequeña fueron música para mis oídos.

Siempre había soñado con vivir en este mundo, desde que veía las carreras en mi pequeña casa del sur de Italia, y ahora que había logrado se periodista y tener millones de seguidores en todas mis redes sociales, estaba llorando por un inútil.

Eso me hacía sentir inútil.

— ¡¿Florence?! —oí como Josh gritaba mi nombre.

— Mierda —dije para mí misma apresurándome a secarme las malditas lágrimas de mi cara que habían hecho que mi rímel se corriera por mis mejillas, hasta se me había llenado la sudadera de machas negras.

— ¡¿Florence?! —esta vez era Amelia la que gritaba mi nombre.

Me levante de mi escondite y vinieron los dos junto a mí para preguntarme que me había pasado.

— Me odio por no haber hecho caso a nadie que me advirtió que era un capullo —me eché a llorar al hombro de Amelia me acariciaba el pelo suavemente.

— No es tu culpa que él sea un idiota.

Me separé de ella aun sorbiendo por la nariz y miré que sin querer le había manchado la chaqueta.

— Te prometo que te la pagaré.

— Puedo pillar lo que quiera de la lavandería ¿recuerdas?

— Ser la amiga del jefe mola más. —Le di una sonrisa de lado y ella hizo lo mismo.

Me giré hacia Josh que se había mantenido callado desde que habían llegado ellos dos. De pronto se quitó la sudadera negra de McLaren que llevaba y me la tendió.

— En este si lloras no se nota.

Me quité la mía y me puse la suya.

— Gracias —le di un abrazo con cuidado de no manchar su camiseta, me encantaba que la colonia de Josh tuviera un toque de olor cítrico que me recordaba a mi hogar en verano. Él se inclinó para depositar un pequeño beso en mi frente y me sentí agradecida de tenerle a mi lado en este mismo momento.

— De verdad que parece que no puedes parar de reírte de mí.

Addie estaba delante de nosotros tres y no tenía cara de muchos amigos en este momento. Me separé de Josh de inmediato, lo último que quería era crear un problema innecesario.

— Addie, te prometo que no es lo que parece —contesté yo.

— No te acerques a mí Amelia —ella intentó defenderse, pero Addie no le dejó—, nunca más.

Addie salió corriendo de aquí mientras lloraba.

— Addie espera —Amelia salió corriendo detrás de ella y me sentí muy mal en ese momento.

— Lo siento —me giré hacia Josh que parecía que tenía frío sin su sudadera.

— Leonor tiene la culpa de toda esta situación, no lo sientas.

Suspiró y me hizo una seña para que nos fuéramos de aquí.

Por si no tenía suficiente con que Andrew me dejara enfrente de todo mi equipo y seguramente delante de millones de personas, le había arruinado el día tanto a Addie, como a Josh y Amelia.

Genial Flor, genial.

Pero lo de Andrew no se quedará así, dolor por dolor querido Andrew. 
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Nuevo enemigo para Andrew, me encanta esto.

Subo hoy el del jueves también porque estuve malita y no lo pude subir 🥲

Mañana quién se va a levantar a las 7 de la mañana para ver la carrera? exacto yo.

Mónica 🧡

Línea de salida ✓ [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora