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El tiempo pasa y no obtengo noticias de ningún lado, John no me ha informado nada de Ethan y me prohibió el ingreso a su tienda y Luka junto con Theo aun no regresan, lo que me preocupa de igual manera.

— Majestad —escucho la voz de Félix, quien se ve algo mejor.

— ¿Dime? —le pregunto algo asustada de que sean malas noticias.

— ¿Qué hacemos con el rey? —me pregunta.

— Debemos llevarlo a Palacio y dejarlo como prisionero —le digo— eso es lo que Ethan hubiera ... quiere que se haga —me retracto.

— El príncipe... ¿podrá recuperarse?

— Tú lo conoces mejor que yo —le contesto— de seguro saldrá adelante.

Esto último lo digo intentando convencerme a mí misma de esto, ya que en mi interior solo quiero llorar. Félix, asiente y me informa que enviara a un escuadrón a buscar más guardias a palacio, mientras que otros guardias se dirigen al campamento del Rey para hacer su traslado, como corresponde y traer a todos los heridos, de regreso al reino.

Me siento aliviada de tenerlo a mi lado y que gestione todas estas cosas, ya que, si me pidieran que lo hiciera yo, probablemente estaría colapsando con todo.

El que ni Theo ni Luka, hayan regresado me comienza a preocupar mucho más, ya que ha pasado bastante tiempo desde nuestra llegada, por lo cual decido junto con tres guardias que no se encuentran tan heridos ir a buscarlos, todo esto se lo informo a Félix, quien es quien les pide a estos guardias que me acompañen y comenzamos nuestro recorrido. Con nosotros llevamos un trozo de tela blanca a la cual he llamado bandera todo este tiempo, para que si nos encontramos habitantes de Wonmin sepan que nos rendimos.

— Majestad —me habla uno de los guardias mientras recorremos el bosque— ¿Dónde fue la última vez que los vio?

— No lo recuerdo bien —les digo— lo lamento, venia tan enfocada en el príncipe, que no me di cuenta de esto.

— No se preocupe, los encontraremos.

Asiento y comenzamos a cabalgar, recorremos bastante del bosque y nada, ni un rastro de ninguno de los dos. Llegamos hasta el rio, donde dejamos al hombre herido y es cuando uno de los guardias que me acompaña, señala un caballo que se encuentra atado a un árbol, no muy lejos de donde estamos, nos apresuramos a llegar ahí, pero solo vemos al caballo, el cual reconozco como uno de los que venían con los chicos. Uno de los guardias se aleja, mientras nosotros desatamos al caballo para llevarlo con nosotros.

— Majestad —escucho un grito.

Todos hacemos caso al grito y nos acercamos a donde está el guardia, donde está el otro caballo de los chicos. Nuevamente lo desatamos y nos quedamos buscando por el área por si aparecen por algún lugar, me alejo de los soldados un poco mientras ellos registran el lugar.

Cabalgo junto con Lino por la orilla del rio y cuando visualizo algo a lo lejos, llamo la atención de los soldados y comienzo el recorrido. Cuando llego me bajo de Lino y me lanzo al suelo.

— Pensé que no nos encontrarían —me dice Theo, quien esta tirado en el suelo con una herida en el brazo.

— ¿Cómo paso?

— Nos lanzaron unas flechas, cuando ustedes se adelantaron —me dice— Luka está ahí.

Logra levantar un poco el brazo que no tiene herido, pero esta tan pálido que me preocupa. Los guardias llegan y comienzan a ayudar a Theo, mientras que yo me acerco a Luka.

— ¿Luka? —le pregunto mientras me acerco.

Este no responde, por lo cual corro a su lado e intento escuchar su respiración, esta es casi tan baja como la de Ethan cuando estaba critico por lo que le grito a uno de los guardias que me venga a ayudar, sin pensarlo comienzo a hacerle reanimación, probablemente aun ni siquiera esto se haya inventado, pero debo salvar a Luka.

Este tiene una horrible herida en su estómago y comienzo a llorar mientras hago la reanimación.

— Vamos Luka —digo mientras masajeo su pecho— no nos puedes dejar a nadie.

Le doy respiración boca a boca y continuo con la reanimación. Este parece reaccionar un poco, por lo que subimos a ambos chicos a diferentes caballos y los guardias que los llevaban, partieron al campamento, para que estos fuesen tratados, por otro lado, yo con el guardia sobrante, los seguimos desde atrás, con los dos caballos que encontramos en el camino. Intento apresurarnos lo más que puedo, pero cuando llegamos ambos se encuentran junto a Ethan y John en la tienda de este.

— Majestad —me dice Félix, cuando bajo del caballo.

— ¿Cómo están Theo y Luka? —le pregunto.

— Solo sé que están en la misma tienda que el Príncipe.

Asiento y siento afuera de la tienda de John de la cual entran y salen enfermeras, las cuales me observan con lastima cada vez que salen del lugar. Decido caminar alrededor de todo el campamento y siento como si las horas no pasaran, ni siquiera los minutos.

— Majestad, envié solados a desmantelar los otros campamentos que se tenían formados — me dice Félix— y aun no tengo noticias ni del príncipe ni de Theo o Luka.

— Gracias por todo Félix —le doy las gracias— deberías descansar, aunque estes mejor que todos, sigues estando herido.

Este asiente y se aleja de mí. Ha pasado tanto en tan pocas horas, que siento que voy a explotar, decido entrar a la tienda de John, ya que la angustia no me deja tranquila y cuando entro, lo veo reanimando a Luka, mientras que enfermeras limpian las heridas de Theo y Ethan.

— No puedo —escucho a John decir— este chico, ya no...

— Majestad, usted no puede estar aquí —interrumpe una enfermera al verme.

La ignoro y me acerco a John quien está junto con Luka quien tiene sus labios algo morados, las lágrimas comienzan a caer, es increíble como aún tengo tantas lagrimas dentro de mí, y abrazo a John. Este me intenta calmar regresándome el abrazo y cuando nos separamos, me acerco a Luka a quien le doy un último abrazo junto con un beso en la mejilla.

— Enfermeras, anoten —dice John— Luka, soldado del reino ... fallecido.

Al escuchar la última palabra me caigo al suelo y lloro como una pequeña niña. En mi mente repito que esto no está pasando, pero una parte de mi sabe que es real, sabe que este chico quien arriesgo todo por el reino, por Ethan, por mí, ya no se encuentra con nosotros.

— No pongas soldado del reino —le digo a la enfermera entre lágrimas y sollozos— soldado personal de la princesa —le pido— él no era cualquier soldado o guardia era mi soldado.

La chica asiente y anota, en una especie de libro. John me saca de la tienda y llama a Félix, para que este se quede conmigo, mientras me desmorono por la perdida, Félix no pregunta nada, simplemente me hace sentarme en el suelo junto a él mientras yo lloro, sin parar.

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😭😭😭😭😭
¿Me perdonan? Les juro que estoy llorando.
¿Qué les pareció el capítulo del día de hoy? Muchos me escribieron pidiéndome que subiera nuevo capítulo y como la próxima semana estaré muy ocupada, decidí subirles este capítulo el día de hoy.
Gracias por leer, comentar y votar.

Duquesa Vinsonneau |FINALIZADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora