𝙻𝚇𝙸 - 𝙱𝚊𝚌𝚒𝚊𝚖𝚒 𝚖𝚘𝚕𝚝𝚘

957 76 13
                                    

『 Bésame mucho 』

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Bésame mucho

De nuevo, me encuentro en el inmenso océano, sin hacer esfuerzo alguno de salir a la superficie... me dejo hundir pero, una mano sujeta firme mi muñeca y me ayuda a emerger con demasiada facilidad. No puedo ver su rostro, aunque reconozco con facilidad el cuerpo de la persona quien lo hace. Y, al romper la tensión de el agua, doy un respiro liberador.

Entonces, despierto.

Mis ojos se abren con pesadez y aún con el cansancio, procuro que estos se adapten a la oscuridad parcial de la habitación y en el proceso, hallo a una silueta masculina que vela por mí en sus malas noches.

—Sigo sin comprender porqué sueles hacer esto incluso cuando nada ha sucedido.

—Es un viejo demonio que me persigue durante algunas noches —rodea la cama, sentándose a escasos centímetros—. Solo quería asegurarme de que estuvieras bien.

—Lo estoy. Siempre es así cuando estoy contigo —doy un leve apretón a su mano, mientras suelto una risa—. Si no puedes dormir, sé cómo puedo ayudarte.

Me levanto de la cama y le extiendo mi mano —la cual no duda en sujetar—, nos guío a través de la nueva casa en total silencio, evitando despertar a nuestros huéspedes que continúan disfrutando del país después de haberse celebrado la boda hace una semana. Entramos a una habitación, enciende el interruptor y ante nosotros, hay estanterías repletas de libros, desde literatura histórica hasta ficción.

—Creo que este es mi sitio favorito de toda la casa. Me verás aquí la mayoría del tiempo.

—La hice pensando en ti —guarda ambas manos en los bolsillos de su pijama azul rey—. ¿Puedo escoger el libro que quiero que me leas?

—Por supuesto.

Se acerca a un estante alto en el cual puedo reconocer libros sobre romance, y no me sorprende nada cuando coge el mismo que le leí mientras despertaba del accidente que nos hizo perder a papá.

Un Amore. No creí que fuera tu favorito.

—No lo era hasta que alguien lo leyó mientras me recuperaba en el hospital —se acerca a mi oído para decirlo y asimismo, me entrega el libro—. Ven.

Vamos hacia un sofá amplio para recostarnos, él reposa su cabeza sobre mi hombro, yo abro el libro desde la primera página y comienzo a leerlo modulando el tono y ritmo de mi voz, con tal de ayudarlo a dormirse.
En menos de media hora, sus ojos se cierran y su respiración pasa de ser rápida, a una tranquila, indicando que se ha quedado dormido.

In love with the devil〘Vincenzo〙Where stories live. Discover now