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『 La empresa de papel 』
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「Lia」
Revisan mi identificación —que resulta ser falsa—, accedo al teatro y tomo asiento en una fila con completos extraños. Procuro permanecer relajada; él único aquí presente es Han-seo pero parece no reconocerme en lo absoluto y los demás periodistas se concentran en lo suyo.
Bullicio se escucha desde una distancia prudente, dándome el indicativo que ya es momento de colocarme los lentes de sol.
«Úsalos cuando él y su séquito entren»
Los veo entrar con el tumulto de personas que van llenando las butacas poco a poco, se acomodan en la primera fila de asientos y ante solo el ruido provocado por los flashes de las cámaras, Han-seo da inicio.
—Muy bien. Aquí está el hombre del momento —dice su hermano—. Es mi mentor, mi hermano mayor y el líder del grupo Babel. El presidente Jang Han-seok.
Todos aplauden al unísono y aunque me rehuse a hacerlo, cedo para no verme grosera o que inclusive alguien pueda reconocerme debajo de estos lentes.
Los hermanos Jang se abrazan arriba del escenario y los fotógrafos toman fotos para las próximas portadas de alguna revista.
—Es un placer conocerlos, futuros líderes del país. Soy Jang Han-seok.
Debajo de la grabadora que me han prestado el matrimonio a cargo de la PawnShop, vibra mi teléfono indicando que he recibido un mensaje.
De: Vincenzo Cassano Puedo ver lo tensa que estás desde las alturas. Relájate. Piensa en lo bien que vas a pasarla cuando el momento llegue.
Por cierto... no te lo dije, pero te ves encantadora.
Sé que me he sonrojado porque la pantalla apagada del teléfono me lo deja en claro. Vuelvo a enfocarme en la absurda y aburrida presentación del hombre del "momento".
—Químicos Babel está desarrollando baterías revolucionarias. Y, cuando el desarrollo esté completo en dos años, entraremos al mercado de los vehículos eléctricos. Esta es la visión de Motores Babel, el líder del futuro. Veámoslo.
A través de las pantallas instaladas como parte de la escenografía, reproducen un vídeo que, a los cinco segundos, se ve reemplazado por otro... otro escandaloso. Murmullos y más murmullos hacen eco en las paredes.
—Su atención, por favor. Estamos teniendo dificultades técnicas —pide disculpas intentado mostrar la mejor cara de vergüenza que tiene.
Todos los periodistas saltan de sus butacas, atacando con preguntas que tienen que ver con el vídeo antes visto. Han-seok no responde, solo se queda ahí parado, sonriendo.
