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『Nuestro último aliento 』
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「Lia」
Me hundo, cada segundo un poco más, sin poder hacer nada al respecto por no poder mover ni un solo músculo de mi cuerpo. Miro hacia abajo y lo único que logro distinguir es el azul oscuro del inmenso mar a mi alrededor. Estoy aterrada por no saber si algo está acechándome... esperando a atacar.
Entonces, despierto, sintiéndome miserablemente rota y con el cuerpo pesado. No hace falta pensar donde me encuentro porque con cada parpadeo que doy, mis ojos se adaptan a la oscuridad, pudiendo distinguirlo y es que pareciera que este es su ambiente ideal porque incluso, sus ojos irradian cierto brillo.
Me percato que su atención pasa de mí hacia el buró donde reposa mi teléfono que está encendido; tomo asiento y leo en la pantalla, el siguiente mensaje:
De: Número desconocido Sé lo mucho que deseas matarme ahora, así que encuéntrame. Veamos quién de los dos sobrevive esta noche.
—Está en ti el ir o no —dice, con voz ronca—, aunque, sé que ya has tomado una decisión y voy a respetarla.
Me arrastro en la cama, como si el cuerpo pesara e igual a una niña que busca consuelo, me acurruco en su pecho, tragándome las inmensas ganas de llorar de la rabia que siento. Vincenzo me envuelve en brazos y acaricia mi cabello con tanta dulzura, igual a cómo lo hice aquella vez con él.
Esto puede terminar o muy bien... o muy mal.
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A pesar de ser un sitio concurrido, luce impecable, como si fuera nuevo cada día. Los colores oscuros, junto con la poca luz, invitan a empezar un duelo por ver quien se lleva el gran premio sin ser interrumpido.
