𝙻𝙸𝙸 - 𝚁𝚘𝚖𝚊

1.4K 160 25
                                    

『 Roma 』

Deze afbeelding leeft onze inhoudsrichtlijnen niet na. Verwijder de afbeelding of upload een andere om verder te gaan met publiceren.

『 Roma 』

∴ ❈ ∴

El sonido de la tapa de un encendedor abrir y cerrarse, me despierta a mitad del anochecer. Por inercia, llevo mis dedos a las zonas donde he recibido los golpes y noto unas cintas adhesivas en las ahora cicatrices.

Mis ojos se adaptan a la oscuridad de la habitación, distinguiendo una silueta masculina bien conocida por mí al pie de la cama, observándome.

—Siempre me pregunté porque te gusta estar a oscuras —pregunto, sentándome sobre la cama. Él deja escapar una risita gutural.

—Porque estando bajo poca luz, soy más ágil al momento de cazar.

Una doble intención escondida en esa oración.

—¿Cómo te sientes? ¿Disminuyó el dolor? —se acerca sigiloso, sentándose, manteniendo distancia conmigo.

—Me encuentro mejor y, gracias por hacerte cargo de las heridas —digo sincera. Obtengo un silencio tortuoso de su parte.

—¿Por qué estabas ahí sola? —su respiración agitada llena el espacio, conteniendo un posible enfado—. Tuviste suerte de que ellos te encontraran y no otros. Aunque eso no exime de hacerlos pagar por tocarte.

«Mientras yo viva, nadie va a tocarte. Y quienes lo hagan, no vivirán para contarlo»

—Quise ir a casa y dejar flores. Las otras veces que vine a Milán, no me sentía lista de ir... hasta hoy. Seguramente los preocupé y lo lamento.

Otro largo silencio por su parte. Miro a mi alrededor y tan solo viendo un recuadro con una fotografía nuestra en el buró, se que es su habitación. Me pongo de pie, teniendo intención de buscar otro espacio donde pasar el resto de la noche.

Sujeta mi brazo, deteniendo mi andar y tira de este sutil, invitando a sentarme sobre su regazo —cosa que realizo sin oponerme. Posa ambas manos alrededor de mis caderas, sosteniéndome firme.
En mi pecho, el corazón se acelera a tal grado de tener miedo de que pueda oírlo.

—Lamento haberte dicho esas cosas esta mañana. No contaba con tenerte ahí pronto —siento su mirada posarse sobre mis labios—. Quería abrazarte y protegerte de ella. No quiero repetir lo que sucedió aquella noche.

—Pensé que la preferías por encima de mí. Después de todo, tenemos el mismo apellido.

Desliza ambas manos tan lento en mi cuerpo, desde la cadera hasta llegar a mis mejillas, provocando un suspiro.

In love with the devil〘Vincenzo〙Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu