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『 Otra misión más 』
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「Lia」
De mi boca se escapa algo que no quería decir pero, la adrenalina se desborda de mi cuerpo que podría hacer tantas cosas y ninguna a la vez. El corazón me va a mil por hora, sé que también le ocurre eso porque oigo su respiración irregular.
—¡Lia! —la voz de mi hermana resuena por el eco del túnel. Interrumpo el contacto, a pesar de que no quiera hacerlo—. ¡Ven aquí Lia!
Doy media vuelta y comienzo a caminar en dirección a ella. Corre desesperada hasta llegar a mí, inspecciona cada hematoma creado por los golpes que me han dado.
—¿¡Por qué lo hiciste!? —no sé si llora de los nervios o del susto—. ¡Me prometiste que no iba a perderte!
—No vas a perderme nunca. Solo quise ayudarlo —digo sincera. Ella me rodea con un abrazo—. Fui una tonta, ¿verdad?
—No —rompe el vínculo y me sujeta de ambas mejillas—. Ve con Jun-woo y espérame ahí.
Pasa de mí para ir hacia Vincenzo; yo sigo de largo, deteniéndome a lado del señor Nam. Jun-woo no duda en abrazarme también, su pecho vibra por lo que me veo obligada a alejarme.
—Te están llamando —digo. Mueve su mano hacia el lugar donde proviene el sonido, más no responde.
—Seguro es mi jefa queriéndome arruinar la noche con trabajo —hace una mueca expresando su irritación—. ¿Por qué has venido hasta acá? ¿Él te obligó?
—Lia vino por si sola. Ella quiso ayudarme —habla Vincenzo detrás de mí.
Aquí vamos de nuevo con estos dos.
—Él me ha ayudado otras veces y quise hacer lo mismo.
—Pero mírate, has recibido golpes por intentar ayudarlo —Jun-woo quiere acercar su mano a mi rostro pero Vincenzo la intercepta en el aire—. ¿Me permites...?
—Vámonos Lia, debemos ir a otro lado.
Chayoung jala de mi brazo, librándome de ese apuro. Agradezco su intervención mientras camino abrazándola hasta llegar a la camioneta donde ha llegado Vincenzo.
—¿Respondió el presidente?
—Solo sabemos que se llama Jang Han-seok y si, es el hermano de Han-seo —vemos otra camioneta aparecer y de esta bajan los hombres que están trabajando para nosotros—. Van a ayudarnos.
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