Shanedville, un pequeño pueblo tranquilo, habitado por gente amable y siempre dispuesta a ayudar, hasta que un suceso los marca para siempre.
Mayo de mil novecientos noventa y uno, Rose y EJ, unos adolescentes cansados de sentirse amenazados, decide...
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La cruda realidad
—No sabemos muy bien qué pasó, aunque sí, que hubo un forcejeo, mis padres salieron con el coche, y ella, tras ellos —finalizo la explicación—. Tras varios kilómetros su coche salió de la calzada, y April aprovechó para acercarse y dispararles sin pudor, sabiendo que como ellos volvieran a su vida acabaría descubriéndose la verdad.
Todos nos miran alucinados, parecen entender los motivos de nuestro plan, Leah se acerca para entrelazar nuestras manos, cosa que me pilla completamente por sorpresa, pero agradecida con el contacto la aprieto ligeramente.
—Mis padres fueron descubiertos a las pocas horas y cuando nos llamaron nuestro mundo se giró por completo —sigue Faith—. La policía quiso investigar, sin embargo, no encontraron nada y dejaron el caso apartado, nosotros tres intentamos buscar información como pudimos, hasta que dimos con el periódico del accidente justo debajo del sofá, nadie pudo ver quién fue la persona que forcejeó con ellos, pero yo sí recordaba a esa mujer que me crucé pocas horas antes de que todo estallara.
—Como ya sabéis, la policía no tenía suficientes pruebas, fue cuando decidimos hacer justica por nosotros mismos —sigue Ezra—. Faith conocía su pasado, mis padres a nosotros dos solos nos habían explicado que huyeron de su pueblo natal porque su amor no estaba bien visto, pero jamás imaginamos que era porque habían fingido sus propias muertes.
»Después de mucho investigar, decidimos que lo mejor era adentrarnos directamente en el corazón de este lugar para poder descubrir quién era la asesina de nuestros padres —finaliza la explicación—. Nuestro apellido real es Judd, aunque debería ser Willis.
—Entiendo que estéis enfadados, pero os juramos por nuestra vida y la de nuestra familia que lo que os estamos contando es cierto, que lo vivido a vuestro lado es real y que cada cosa que habéis visto de nosotros es como somos al cien por cien —añade Ezra mirándolos uno a uno y frenando en Alyssa—. Lo único que fue una farsa fue el tema de nuestros padres, nadie debía saber que Rose y EJ sí sobrevivieron al accidente.
—Ahora entiendo muchas cosas —susurra la rizos—. Jamás en todos estos meses habéis hablado ni una sola vez del accidente como muerte, es decir, nunca os he escuchado decir: el accidente que causó la muerte o la muerte en el accidente... —piensa en alto ella y tiene toda la razón—. Además, Hope encontró el diario.
