Capítulo 38

26 8 0
                                    


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sin etiquetas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sin etiquetas.


Bajo a merendar con mi hermano sin dejar de pensar cómo la vida de Rose pudo ir cayendo en picado de esa manera, amenazas, luego la pelea con Judy y, seguramente, todo iría a peor sabiendo lo del accidente. Lo malo es la duda de saber si la amenaza venía siempre de la misma persona o de diferentes.

Ezra aparece cuando estoy preparando crepes, lo miro y aún no me puedo creer lo destrozada que tiene la cara.

—Dime al menos que ayer con Alyssa valió la pena —pregunto en cuanto se acerca.

—Pues lo cierto es que quedaría raro si digo que fue una noche brutal viendo mi cara, ¿no? —responde él sonriendo, pero una mueca de dolor se instala en su rostro.

—Lo acepto solo si antes la cosa fue bien, ¿os habéis besado ya? —digo sin rodeos.

—Sí —responde con una media sonrisa—. Y ahora no sé qué pasará, creo que ella siente algo por mí, pero después del lío con Jason no sé ni cómo estará conmigo.

—Alyssa está pillada por ti, solo necesita aceptar que ha vuelto a fijarse en el ligón del instituto —sentencio, y él me lanza un trozo de papel—. ¡Oye! No he dicho que vayas a tratarla igual que ese gilipollas.

—Pero soy tu hermano, un poco de ánimos no me vendrían mal —regaña.

—No me toques la moral con los ánimos que no estoy para tonterías —bufo, molesta.

Me pasa los platos, pongo las crepes allí y nos sentamos juntos en la mesa. Veo que estudia mi rostro en silencio y eso me pone nerviosa.

—¿Qué has hecho, Hope? —pregunta.

—¿Yo? Nada— contesto, pero está claro que no se lo traga.

—¿Qué te pasa? —insiste—. ¿Ligaste ayer? —Desvío la vista—. ¡¡Ligaste!!

—No he dicho nada —respondo rápido.

—Ni falta que hace, ¿con quién? —Lo ignoro, y da un pequeño golpe en la mesa—. Dime quién ha sucumbido a tus encantos.

Un diario a la luz de la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora