Capítulo 24

33 9 4
                                    


Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Martes,18 de septiembre de 1990

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Martes,18 de septiembre de 1990

—¡Muchas gracias por el entrenamiento de hoy, chicas! —finaliza Judy.

Todas aplaudimos, mis amigas me miran esperando para que vayamos las tres juntas al vestuario, pero les digo que me quedo recogiendo las cosas. Desde el sábado, y tras el beso con EJ, no puedo dejar de pensar en que la he liado traicionando a una de mis mejores amigas.

—Me toca recoger —les digo en voz alta—. Id tirando que voy en un rato.

Todas se van, dejándome a mí sola con todo, guardo los pompones en la bolsa, el equipo de música en su funda. Me distraigo mirando a los chicos entrenando, distingo a EJ por el número de su camiseta. Su imagen vuelve a mí, a pocos centímetros, besando lentamente mis labios y pienso en que, después de tanto dolor de cabeza, resulta que la chica misteriosa de la que me había hablado era yo. Me sonrojo. Pienso en cómo un simple trabajo de verano nos unió, creando una amistad donde poco a poco fueron naciendo los sentimientos. Niego con la cabeza para apartar esas cosas de mi mente. Sigo recogiendo y cuando lo tengo todo me voy de camino al gimnasio.

En cuanto empiezo a caminar escucho cómo alguien me llama, EJ, pero finjo no darme cuenta y sigo mi rumbo hacia el gimnasio.

—Rose, ¡¡espera, que te ayudo!! —dice llegando hasta mí—. Mira que eres cabezona cuando quieres. —Y cuidadosamente me quita de la mano el equipo de música.

—No hace falta —susurro, nerviosa.

—Sí hace falta, sobre todo, cuando quiero hablar contigo desde que desapareciste el otro día sin decirme nada.

—Lo siento, EJ, es complicado —me disculpo.

—Rose, no sé qué tiene de complicado que dos personas que se gustan se besen —añade.

Mis ojos se abren y freno para observarlo fijamente.

—¡No digas eso en voz alta! ¡Alguien podría escucharte! —le pido, asustada.

Él se para a mi lado, sin entender nada de lo que digo, mira de un lado a otro.

—No hay nadie cerca, ¿qué pasa, Rose? —pregunta algo dolido—. ¿No te gusto? Creía que había sentido, bueno..., que tú... He malinterpretado las cosas —susurra.

—No es eso, EJ —respondo enseguida—. Es que...

—Pero ¡qué estáis haciendo aquí! ¿Aún no has acabado de ordenar, Rose? —Mi amiga usa un tono que no sabría descifrar.

Me giro para verla llegar, tan preciosa como siempre, se acerca a nosotros, April se despide a lo lejos con la mano.

—Me he entretenido —explico.

—Pues ve tirando a cambiarte, yo ayudo a EJ —suelta ella y estira su mano hacia mí para que le entregue la mochila.

Claramente quiere estar a solas con él, el chico me mira esperando que me niegue, sé que tenemos una conversación pendiente.

—Toma. —Accedo dándole la bolsa.

Y sin más me despido bajo la atenta miranda de él. Entro al gimnasio y voy directa a los vestuarios de chica.

—Joder, Rose, la estás liando —me regaño a mí misma.

Pero pienso que, por mucho que lo intente evitar, EJ siempre acaba apareciendo con sus impresionantes ojos verdes. Negando con la cabeza abro la taquilla y de ella cae un papel blanco perfectamente doblado, lo miro extrañada, y observo a mi alrededor por si hay alguien. Lo abro:

Deberías vigilar con quién te besas, los novios son para un rato y las amigas para toda la vida. Muy romántica la escena del lago, pero deberías parar antes de que la situación requiera ser frenada. Te estaré observando.

¡¡¡¡Roseeeeeeeeeeeeeeeeeeee!!! Madre mia

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

¡¡¡¡Roseeeeeeeeeeeeeeeeeeee!!! Madre mia.....¿Una nota anónima?

Por favor que alguien frene mis nervios, ¿¿Qué os parece??

¡¡Nos leemos!!

¡¡Nos leemos!!

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Un diario a la luz de la lunaWhere stories live. Discover now