𝑼𝒏𝒂 𝒍𝒆𝒗𝒆 𝒆𝒔𝒑𝒆𝒓𝒂𝒏𝒛𝒂

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La noche había caído y Kexing aún no volvía con Zhou, ahora sí estaba preocupado pues debio de haberlo seguido.

Kexing quién caminaba en un sendero con pocas luz, más relajado y sin una pisca de querer caminar. A lo lejos vio un leve color naranja y este resultó ser una fogata cuando vio con mayor deternimiento vio que era su A-Xu y los demás. Con sigilo se acercó al lugar para poder escuchar de lo que hablaban, inclusive se sorprendió de ver al Viejo Mounstro con olor a rancio ahí.

Al parecer conversaban de cómo Zhou conocía a Kexing desde que era un niño, su maestro llevaría al niño a la mansión de las cuatro estaciones pero al volver dentro de 3 meses estos habían sido diezmados. Ese recuerdo marcó mucho al pobre Alfa.
Ahora todo encaja en la mente de Chengling por ello su maestro  seguía a su madre todo este tiempo.
El pequeño en su mente ya llama a Zhou como su madre pero no se atrevía decirlo pues sentía que tendría una reprimenda y este le prohibiria hablarle así.

Decidieron cambiar tema para no meter más el dedo en la llaga y que cuando Kexing llegara no incomodarlo de nuevo.
Wen decidió hacer acto de presencia al ver que habían cambio el tema en cuestión.

Chengling al oír la risa del hombre lo abrazo de inmediato cuando se posicionó a su lado. Mentiría si dijera que no lo había extrañado mucho pensando que tal vez los había abandonado pero ahora se alegraba que su mente se equivocada en ello.
Zhou solo soltó un suspiro, su hombre al fin había llegado y al parecer ahora está más relajado.

Viejo Mounstro con olor a rancio ¿por qué sigues aquí? —El tiempo de calma de Baiyi había terminado oficialmente.

Si tu puedes estar aquí ¿Por qué yo no? —Aunque no lo admitiera, estaba feliz de que ese hombre ahora estuviera bien.

Vamos a la mansión de las cuatro estaciones ¿Por qué vienes con nosotros? —Eso era cierto, Baiyi había terminado su misión en saber que le había pasado a su hijo, pero aún tenía una incógnita quien le había hecho daño y todo ello. Por eso seguía ahí para descubrirle y desenmascararlo (Y si se podía matarlo).

Ustedes hacen su camino, y yo, el mío. ¿Que te importa?. Si no temo a sitios riesgosos, menos a una mansión—Una venita de enojo había votado en la frente de Kexing pero su sonrisa burlona seguía intacta—Bien. El amo de la mansión esta aquí. Si el acepta tu visita, no lo contrate.

Zhou podía sonreír con sinceridad de nuevo, el en verdad amaba a ese hombre y su ironía e egolatría que tenía.
Si él maestro Ye  acepta visitar nuestra mansión, será más que bienvenido—Baiyimiro con triunfo miro al Alfa y este solo desvío los ojos con enojo, Su plan había fallado.

Baiyi había cambiado su semblante a un serio, su hijo había hecho un gran daño a los padres de Wen, por ello le concederia el deseo que quiciese y no por qué se lo debería si no por el hecho de que se lo merecía.
El solo pensaba que el hombre le pidiera algo si no, no podría morir en paz.

—Solo tengo un deseo. Salva a A-Xu, si lo logras, se saldara todos nuestras deudas previas. Pero que no se acorte su vida o pierda sus artes marciales—ZiShu suspiro sabía que algo así pediría Kexing.

¡Mocoso! ¿Crees que me resultará fácil?. Aunque yo no tengo la solución, se quien la tiene. En la mansión de las cuatro estaciones esperen a que regrese—Dicho ello tomó su espada y se levantó.

Maestro Ye, ¿Aquien buscará? ¿Cuánto tiempo lo esperamos? —Todo se habían levantado al ver cómo el hombre se iría de ahí—Si el no puede salvarte, yo...

Baiyi se fue con una sonrisa en rostro y esta era de sinceridad por primera vez. Todos lo veían partir perdiéndose las túnicas entre la hierva y árboles.

❣️ 𝑵𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒐 𝑳𝒂𝒛𝒐 ❣️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora