𝑬𝒍 𝑴𝒆𝒏𝒅𝒊𝒈𝒐 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒋𝒂𝒓𝒓𝒂

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🔸🔸🔸Primer Arco🔸🔸🔸
El tablero está puesto en la mensa


La alianza de los cinco lagos había matado al Alfa Rong Xuan con ello la llave de la armería quedó a la deriva de cualquiera y todo el poder que hay en ese lugar, quien sea podría obtenerlo con la llave pero eso fue hace más de 20 años y ahora el príncipe Jin quiere aquel poder para sí, mandando a su más fiel soldado a conseguirla....

Zhou Zi Shu

(...)

Varias sombras corrían en la obscuridad sobre los techos, el ruido de gente luchando, espadas chocando unas contra otras eran cada vez más claras, gemidos de dolor y angustia se hacían presentes en aquella noche obscura, su objetivo; matar al oficial Li y su hija por "traición".
Quien diría que aquella misión llevaría al jefe de la ventana en el cielo a la perdición de su persona y objetivo de vida.

Los 7 clavos del tormento fueron insertados por el para morir de forma lenta por la muerte de su hermano jurado y sus 81 discípulos que murieron uno por uno sin él poder hacer algo, esa era su condena...

Aquel Omega decidió ocultarse para jamás ser encontrado de nuevo por el rey Jin, su casta y rostro fueron cubiertos por supresión de aroma y un rostro nuevo hecho de maquillaje, quería morir en un lugar donde pudiera relajarse y jamás ser encontrado, su vida ya no valía nada para él.
Recuerda cuando aquel niño se fue de su vida para jamás volver creyó que aquel amor jamás volvería surgir de nuevo y menos ahora que moría de forma lenta, jamás tendría una vida feliz con una familia, ese era su más profundo deseo.


(...)


El fantasma ahorcado era perseguido al llevar consigo una pieza de lápizlazuli por desgracia este fue asesinado por alguien y sin dejar rastro.
Los diez demonios y fantasmas estaban presentes frente al jefe del valle fantasmas, este era el ser más despido que existía, todos le temían y no podían derrocarlo temiendo perder esa batalla.

Convoca 3000 fantasmas del monte Qingya a matar al traído y quien consiga mi armadura de lápizlazuli ¡Será el jefe de los diez demonios!-aquel hombro soltó sus feromonas haciéndolos temblar, todos hicieron una reverencia de forma rápida, y hablando fuerte y claro siguieron las órdenes de su jefe.

(...)

El sol se hacia notar con creces y haciendo un clima caluroso, los árboles florecian, el pabellón Fuding estába repleto de gente, cierta pareja llamaba más la atención por su elegancia y belleza. Los Omegas, betas y uno que otro Alfa miraban con un brillo aquellas personas, unos hasta eran más descarados y soltoban sus feromonas para que estos los notarán pero eso no sucedía haciéndolos enojar por no poder llamar la atención de aquellas personas.

La chica miró de fuera, el como caminaba la gente y viendo que estos solo se sonrojaban con su mirada hasta que esta se posó en un mendigo que se acostó al lado del puente.

Quién haya sido mendigo durante 3 años, no cambiaría su vida ni por la de un emperador—Aquel hombre tomo un gran trago de su vino, la chica de ropajes morado y belleza sonrió con alegría y le habló con entusiasmo a su amo.

Amo ¡Mire! Ese mendigo es muy optimista—Aquel hombre de ropas blancas y con una abanico solto un suspiro leve y mostró una ligera sonrisa—Ni siquiera tiene un tazón, No recibió dinero, pero igual está feliz—La chica miraba con intriga a aquel hombre parecía un Beta ante sus ojos pues no tenía la belleza inigualable de los omegas, o el físico de un Alfa, ni siquiera destilaba un aroma.

¿Sera tonto ese Beta?—El hombre sólo soltó una sonrisa y dejó que la chica siguiera hablando tomando un trago de su vino.

Ese "Beta" está disfrutando del sol—Dijo mientras se abanicaba, la chica lo miró incrédula repitiendo sus palabras y mirando hacia el cielo.

¿Que se puede disfrutar del sol? Ya está muy delgado. ¡Si sigue sentado al sol se marchitara!— Río ante su comentario y su acompañante solo la veía con diversión tomando más del vino.

Amo, no me menosprecie por no tener tanta exprencia de vida, por su apariencia parece que come poco desde hace años, podría morir pronto¿Me equivoco? —La joven hacía un leve puchero haciendola parecer tierna, penso por un leve momento y miró a su amo.

Pienso que es un mendigo—El joven de ropas blancas lo vio con ápice de diversión—¿Apostamos?—Ella lo penso por un breve momento y asintio—Si gano jugaremos cartas—El la miró con diversión—¿Y si pierdes? —La chica hizo una imitación de puchero y llorando—Esta bien, jugaré a las cartas con usted tres días.

La apuesta está hecha tan solo había que esperar los resultados, un joven le pidió a su sirviente que le diera dinero al "Vagabundo" este de mala gana lo hizo aventadoselo en el pecho, los dos apostadores solo veían el espectaculo y ver que sucedía después.

El hombre retiro el dinero de su pecho y el sirviente del muchacho solo se quejo por la falta de modales de este, la muchacha se levantó con diversión y le ofreció un tazón de comida al hombre, este la miró— Amable dama, ¿Qué tal si me invita un trago? —La joven miró a su amo con diversión y acepto la apuesta.

Tomó la jarra que estaba en su mesa y salto desde su lugar hasta llegar a donde estaba aquel hombre de ropas andrajosas, le extendió esta, el la toma y se deleitó con su sabor dando un brindis en honor de la amable dama, esta levantó el dinero y se lo devolvió al muchacho.

La chica le hacía preguntas pues quería ganar la apuesta y le preguntó él porque no había aceptado el dinero, diciéndole vagabundo exigente, el soltó una risa— ¿Quién te dijo que soy un vagabundo? Estoy disfrutado el sol—el hombre rio y la muchacha volteo con asombro mirando a su amo, este solo se abanicaba y la miraba con una sonrisa dando a enterder que tenía razón.

La mirada de aquellos dos hombres chocó, el del abanico sintió como una corriente se deslizaba desde su nuca y llegó a parar a su corazón, ese "Beta" tenía algo que lo hacía llamar a gritos su Alfa.
Por el lado contrario el hombre de ropas andrajosas sintió la misma sensación dejando que por un microsegundo su olor saliera de él, cuando lo sintió volvió a suprimir su aroma pero esto no pasó desapercibido por aquel hombre de mirada penetrante.
Ése aroma era lo más exquisito que había olido en toda su vida un aroma a flores silvestres con un toque de olor a tierra mojada, sentía que ya había captado esa fragancia antes pero no recordaba donde, su ser a pesar de haberlo olido por un breve momento quería ya marcar a que hombre que claramente era un Omega inclsuve sus colmillo picaban.

Al parecer nadie más había notado este aroma, ni siquiera los que estaban cerca
Él hombre volvió al mundo cuando la mujer se enojo y dijo que la había engañado solo para darle vino, le quiso quitar la jarra pero está la movía de un lado a otro y una pelea comenzó por esa simple jarra de vino.

Los movimientos de cada uno eran muy ágiles pero el hombre sólo hacía creer a la chica que lo está lastimando cuando no era el caso, volvió a atacar una vez más pero con el látigo que traía, varios golpes fueron dirigidos ningún era certero, hasta que este se quedó sin algo que lo protegiera esta vez el látigo le daría, por desgracia de la joven no se puedo pues el hombre ropas blancas había parado el látigo con sus mano.

❣️ 𝑵𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒐 𝑳𝒂𝒛𝒐 ❣️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora