❣️ 𝑵𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒐 𝑳𝒂𝒛𝒐 ❣️

𝑳𝒂 𝑪𝒐𝒏𝒅𝒆𝒏𝒂 𝒅𝒆 𝒕𝒆𝒏𝒆𝒓 𝒖𝒏 𝒉𝒊𝒋𝒐

Zhou y Kexing al fin había salido de ese lugar por desgracia esas cosas les seguían de cerca, siguieron corriendo y su último destino fue un acantilado.
Al ver más de lejos una pequeña cueva se veía y esta era la única solución por el momento.
Kexing fue primero para ver si era segura.

Si mueres, no podré seguir viviendo sin ti—Lao Wen le dio un beso en los labios y tomando impuso salto.
Zhou tenía los nervios de punta pero vio como este lo había logrado.
Soltando un suspiro de alivio, se sentía más calmado.

Los ruidos de aquellas bestias se escucharon con más fuerza y Zhou tomando impusol salto. Kexing había extendido su mano para poder tomarlo y haci lo hizo. En brazos cayó de su amado, los dos empezaron a rodar por el lugar y salieron expulsados por el otro lado de la cueva, llegando a un lugar lleno de pasto y hiervas.

Ambos permanecian juntos abrazos, los dos se miraron a la cara y sólo se les ocurrió reír por la situación.
Al menos estaban al salvo y con uno que otro dolor e rasguño en el cuerpo. El Alfa se levantó primero ayudando a su pareja.
Miraron el lugar y veían que eran unas llanuras, un hombre estaba a lo lejos  con una vaca.
Los dos se acercaron al ver que no les hacía caso al llamado.

Al mirar de cerca vieron que era una marioneta más. Por desgracia Kexing activo un mecanismo y este explotó.
Lao Wen protegió a Zhou, nada malo les había pasado y solo polvo fue a dar a hacia ellos.

Los malos chiste por Kexing no se hicieron esperar molestando a Zhou.

Como dije hierba mala nunca muere—Los dos al ver que Chengling no estaba con el se preocuparon.

¡¿Donde esta nuestro cachorro?! —Zhou estaba enojado, había dejado en sus manos a Chengling y ahora no estaba consigo.
La ira de ambas partes era grande, pues habían perdido a su cachorro y ahora tenían miedo de que algo malo le pasara.

Todos (Más Zhou Y Kexing) trataban de hacer un plan para entrar a la fortaleza que estaba debajo de la tierra.
Al parecer Dianxia habia escuchado las plegarias del Omega o sólo tenian Suerte. Una marioneta se acercó a ellos entregándoles un pergamino.
Este era nada más y menos que un mapa del lugar y como entrar.

Chengling estaba atado a un tipo de arma de tortura, no podía moverse pues sus extremidades fueron inmovilizadas.
Una de las marionetas se acercó al pequeño Alfa con una aguja paralizando su cuerpo.
Estos hiban a sacarle los ojos pero un fuerte ruido se escucho en el lugar.

Un enorme agujero fue abierto en esa sala, Zhou fue por su cachorro liberandolo y Kexing peleaba contra el mocoso.
El niño llamó a sus marionetas pero estas no llegaron, Kexing le mostró un corazón y al reconocer esa pequeña cosa el joven se enojo, habían destruido a sus marionetas siendo su punto débil ese corazón falso.

Zhou le había dado un abrazo al cachorro y este gustoso lo aceptó. Todos salieron de ahí con el niño en brazos de Baiyu para que no escapara.
Todos volvieron a la cueva donde estaba la marioneta y este les empezó a guiar hacia cierta dirección.
Con cuidado y mirando que nada fuera sospechoso, les llevó a otro cueva.

Una voz salio de esta y al entrar más de cerca, habían velas en el lugar.
Un hombre atado a varias cadenas permanecía en el centro de ese espacio.

Long Yuan era ese anciano.

El hombre reconoció de inmediato a Zhou, con alegría el Omega se acercó, le contó sobre lo sucedido con su maestro y su muerte, este se compadecio por su pérdida pero siguió hablando con Zhou como si de un viejo amigo se tratase.

El libro del Ying Yang al fin había sido mencionado, aquel libro podrías curar cualquier enfermedad que existiese.

La mención del valle de los sanadores fue algo que a Kexing le hizo prestar atención a la conversación.
Todo lo relacionado a tal lugar sólo lo hacía poner de nervios.
La platica siguió hasta la mención de Rong Xuan.
Baiyi se mostraba cada vez molesto por saber la verdad de aquel hombre.
Zhou mostró a Lao Wen como pareja frente al hombre, el cual se alegro que aquel joven al fin fuera feliz después todo lo sucedido en su vida.