— Sin ofender, pero soy la peor ante estas situaciones – explicó Rea haciendo una mueca. No quería hacer las cosas peor de lo que ya eran, siempre se le había dado de pena enfrentarse a ataques de pánico, ansiedad... cosas por el estilo.

— Tu dale tu mano y saca un poco de conversación, quizás sobre Roma – le indicó Damiano. Rea dejó escapar un bufido. – Vas a conseguir muchísimo más con eso que nosotros con palabras bonitas.

Victoria intentó abrazar a Ethan, a lo que este no correspondió debido a lo inmovilizado que estaba. La chica miró a Damiano y a Rea, dándole la mano a este primero saliendo de la habitación.

Rea no sabía que coño hacer. ¿Preguntarle qué le ocurría, evitar el tema?

La noruega terminó optando por lo que le dijo Damiano. Agarró la mano de Ethan con cuidado, trazando varias líneas en esta.

— ¿Sabes que cada una de las arrugas de la mano significan algo? – comentó Rea. Cuando era adolescente una de sus amigas tenía ataques de pánico, y siempre intentaba distraerla con puras estupideces. – Esta es del dinero, esta del amor y esta de la muerte – a medida que iba contando, tocaba la mano de Ethan, provocando varios cosquilleos agradables en el batería. – Aprendí a leerlas – Rea, sabes que eso es falso. – ¡Mira! Esta dice que te vas a casar con una noruega. Al parecer reportera, y... ¡Que casualidad! Su nombre es Rea.

La técnica al parecer había funcionado, el último comentario le había sacado una pequeña risa a Ethan.

El moreno parecía querer articular palabra, pero no lo conseguía.

— En realidad no. Soy una negada con este tipo de cosas – admitió Rea un tanto avergonzada. – Típico de Géminis, mentira. Lo siento.

La vergüenza y confusión que Rea había adoptado hizo que Ethan esbozara una pequeña sonrisa, le parecía adorable.

— ¿Que te parece el tiempo hoy? - Rea se tapó la cara, "tierra tragame" repetía una y otra vez en su cabeza. A veces su intento de humor no era el ideal – Puta idiota – se repetía a si misma dando golpes en su cabeza. – Perdón, no sé manejar la situación.

Ethan apretó la mano de Rea, haciendo a esta escapar una sonrisa. – ¿Quieres contarme lo que pasa? – preguntó con suavidad, tampoco iba a obligarlo. – Por supuesto que si no quieres no tienes porqué hacerlo, es para poder entender mejor la situación.

Rea hablaba atropelladamente, no sabía ni que tono, ni que expresión, ni que conversación utilizar.

— No quiero actuar – le confesó Ethan con miedo. Lo cierto es que a cada rato se sentía observado y juzgado, por lo que subirse a un escenario de tales dimensiones le ponía muy nervioso.

— ¿Porqué? – preguntó Rea. Sabía la respuesta, pero necesitaba saber el motivo exacto para escoger las palabras adecuadas.

— No puedo moverme, estoy estático en la silla mientras los demás pueden expresarse. Después los periodistas tampoco muestran interés en mi, por lo que me siento un mueble – a Ethan le sorprendió lo rápido que se había confesado con la chica. Esperaba que le costara más esfuerzo, pero con Rea todo le salía de forma natural. – ¡Nunca nadie se ha interesado en mí! ¿Porque crees que no he tenido novia?

— Lo ves todo negro, pero lo cierto es que conozco a más de una chica que mataría a su propia familia por conocerte en persona – habló Rea. De hecho su hermana pequeña era una de esas chicas, probablemente sacrificaría a Rea para conocer a Ethan. Desde San Remo había adoptado una obsesión insana.

— ¡Pero tú no! – terminó por explotar Ethan. Rea lo miró con confusión. – Como todo el mundo prefieres la opción Damiano, y no te culpo. Yo también lo haría.

paparazzi ; måneskinWhere stories live. Discover now