Aire, tierra, agua y fuego son los 4 elementos naturales que rigen la Tierra, mis poderes me permitían controlarlos a mi antojo, además de ello, tenía otras habilidades por una variante del suero del súper soldado, eso era lo que creía, tenía total...
- Loki, no quiero hacerte ilusiones, mira lo que pasó la última vez, me dijiste todo eso y la verdad por mi experiencia, prefiero tenerte siempre como amigo a que solo estés un momento en mi vida – dije recordando lo que oí de Steve.
- Sí, tienes razón, pero ya no volverás a verlo, yo estoy aquí contigo, yo no te quiero para un rato como te dijo él, yo te quiero para el resto de nuestra vidas – tomó mi rostro entre sus manos –lo digo en serio – él realmente quería eso, pero yo no, no estaba lista para dejar entrar a otra persona a mi vida – solo dejemos que las cosas sigan su curso, una fiesta no nos vendría mal – me sonrió.
- Está bien, una fiesta no nos vendría mal, pero ya sabes que no es en serio.
- De acuerdo, te veo en nuestro compromiso – dijo haciendo comillas, caminé hacia mi habitación, noté que mi madre había dejado todo lo que debía usar en ella, todo era muy bonito, antes de empezar a alistarme, decidí ir a ver a Heimdall.
- ¿Cómo está Midgard hoy? – le pregunté, me sonrió.
- Bien y a salvo de amenazas externas, por cierto, felicidades por el compromiso – solo le sonreí – ¿sabe? hay algo que no entiendo, si usted está tan enamorada de Loki como dicen ¿por qué sigue viniendo aquí a saber cómo está él?
- No sé qué responderte – no quería que supieran que el compromiso era falso – creo que solo me preocupo por que el líder de Los Vengadores esté bien, así el equipo podrá estar preparado para cualquier amenaza como Thanos.
- Si usted lo dice es porque es así, princesa ___, él está en una misión, y solo por si tiene curiosidad, no he visto hasta ahora a la rubia desde que volvió.
- Gracias Heimdall, espero verte en la fiesta – volví a mi habitación para cambiarme y ducharme, usé un hermoso vestido crema con las mangas caídas para complementarlo con un cinturón dorado de hojas que hacían juego con los aretes y la tiara, me coloqué los tacones dorados y un par de pulseras doradas, me hice una media cola con una trenza espigada, empecé a maquillarme sutilmente, me observé en el espejo, me gustaba lo que veía por fuera.
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Toqué mi cuello al recordar que deje mi collar en la Tierra, algunas lágrimas empezaron a rodar por mis mejillas, estaba a punto de comprometerme falsamente con Loki y yo solo seguía pensando en Steve, qué podía hacer para dejar de amarlo, no podía hacer nada porque no quería dejar de hacerlo, tomé una decisión impulsiva y abrí un portal a Brooklyn para entrar en el, pero estaba tranquila porque Heimdall dijo que Steve estaba en una misión, caminé por la sala, solo quería estar unos segundos aquí para llenarme de los buenos momentos que viví aquí con él, oí el sonido de la puerta de la habitación abrirse.
- ¿___? – dijo Steve sorprendido al verme, se acercó un poco a mí.
- Steve – le dije y acorté el espacio entre nosotros.
