Aire, tierra, agua y fuego son los 4 elementos naturales que rigen la Tierra, mis poderes me permitían controlarlos a mi antojo, además de ello, tenía otras habilidades por una variante del suero del súper soldado, eso era lo que creía, tenía total...
- Todo esto parece tan irreal – dijo Steve mientras me abrazaba – Dioses y secretos, recuerdo que eso lo leía, ahora sé que existen y tengo a una entre mis brazos.
- Sí, eso fue lo que le dije a mi madre, es demasiado drama, está siendo agotador, creo que estaba mejor sin familia – lo abracé más fuerte – felizmente te tengo a ti y a los demás.
- Siempre me tendrás a tu lado, preciosa – dijo acariciándome – con respecto a lo Hades, creo que eso si deberías creerle a tu madre, recuerda todo lo que escriben de él, ten cuidado.
- Lo sé, él dice que solo piensan eso de él porque es el Dios de la Muerte.
- ¿Te gustaría conocerlo más?
- No lo sé, me gustaría saber por mí misma si es tan malo como dicen.
- ¿Si sales lastimada?
- Seré precavida, más que querer conocerlo y jugar a la familia feliz, mi curiosidad es más grande.
- Sea cual sea tu decisión, te apoyaré.
- De verdad, eres el mejor novio del mundo hasta diría que del universo – sonreí y lo besé.
Al día siguiente abrí un portal hacia el Inframundo para ver a Hades, él sonrió al verme llegar, se acercó a mí, estaba acompañado de tres mujeres, una era mayor que las otras dos.
- Volviste – extendió su mano para invitar a las demás mujeres que se acerquen – te quiero presentar a mi esposa, Perséfone y a mis dos hijas, Makaria y Melinoe.
- Hola Zyanya – me saludó Perséfone – es un gusto conocerte por fin poder conocerte.
- Muchas gracias, pero, por favor, llámenme ___, no me acostumbro a ese nombre y tampoco pienso hacerlo.
- De acuerdo, ___ – me respondió amablemente.
- Te importa si cambiamos tu atuendo, estás en el Inframundo y esos colores vibrantes son algo molestos aquí – dijo una de las hijas de Hades.
- Makaria – le reprendió Perséfone.
- No se preocupe – le sonreí – si quieres ponerme algo más oscuro, no hay problema.
- Excelente – dijo y alzó sus manos, para cambiarme de atuendo – cogí tu tiara, Melinoe.
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- No hay problema, se le ve bien, ahora si pareces una diosa de la Muerta, bueno semi – reí, no parecían malas personas.
- Bien, me llevaré a ___ para que conozca un poco el lugar – empecé a caminar junto a Hades – en realidad no hay mucho que ver, solo es el Inframundo ¿Qué fue lo que te trajo aquí de vuelta?
