51

1.6K 63 4
                                    

—Hablamos, y le di un baño. —Su voz es ronca y continua rápidamente cuando no le doy una respuesta—. Y la vestí con algunas de tus prendas. Espero que no te
importe. Pero ella estaba muy sucia.

Santa mierda. ¿Le dio un baño?
Qué cosa tan inapropiada. Me tambaleo, mirando mi plato de macarrones sin comer. La vista de ellas ahora me hace sentir náuseas.

Trata de racionalizarlo, mi subconsciente me dice. Ese lado frío, intelectual de mi
cerebro sabe que ella sólo hizo eso porque ella estaba sucia, pero es tan difícil. Mi yo
frágil y celosa no lo puede soportar.

De repente quiero llorar —no sucumbir a lágrimas de señorita que caen por mis mejillas, sino aullar a la luna. Tomo una respiración profunda para suprimir la
urgencia, pero mi garganta esta árida.

—Era todo lo que podía hacer, mon—dice suavemente.

—¿Aún tienes sentimientos por ella?

—¡No! —dice, derrotada, y cierra sus ojos, su expresión es de angustia. Me giro, viendo de nuevo mi nauseabunda comida. No puedo soportar verla. —Verla de esa manera, tan diferente, tan rota. Me preocupo por ella, un ser
humano por otro. —Se estremece como sacudiéndose una desagradable memoria.

Joder, ¿está esperando mi simpatía?

-Moni , mírame.

No puedo. Sé que si lo hago, voy romper en lágrimas. Esto es demasiado que absorber. Soy como un tanque sobrelleno de gasolina, lleno más allá de la capacidad. No hay espacio para nada más. Simplemente no puedo lidiar con más mierda. Voy a hacer combustión y explotar, y va a ser feo si lo intento. ¡Jesús!

Vanesa preocupándose por su ex-sumisa de una forma tan intima, la imagen cruza por mi cerebro. Bañándola, por el amor de Dios, desnuda. Un duro y doloroso estremecimiento sacude mi cuerpo.

—Moni .

—¿Qué?

—No lo hagas. No significa nada. Era como cuidar de una niña rota, uns niña deshecha —murmura.

¿Qué demonios sabe de cuidar a una  niña? Esta era una mujer con la que tuvo una llena, desviada relación sexual.

Oh, esto duele. Tomo una profunda, tranquilizadora respiración. O quizás se está refiriendo a ella misma. Ella es la niña rota. Eso tiene más sentido… o quizá no tenga nada de sentido. Oh estoy tan arruinada, y de repente estoy tan extremadamente cansada. Necesito dormir.

—¿Moni ?

Me pongo de pie, llevo mi plato al fregadero, y tiro los contenidos al bote de basura.

—Mónica , por favor.

Me giro y la encaro.

—¡Sólo para, Vanesa! Para el “!Mónica , por favor!” —le grito, y las lágrimas comienzan a caer por mi cara—. He tenido suficiente de toda esta mierda el día de
hoy. Me voy a la cama. Estoy cansada y emocional. Ahora déjame ser.

Me giro en mis talones y prácticamente corro al dormitorio, llevándome conmigo sus ojos abiertos, y mirada impactada. Es bueno saber que también lo puedo
impactar. Me quito la ropa doblemente rápido, y después de buscar en sus cajones, saco una de sus camisetas y me voy al baño.

Me miro en el espejo, y me cuesta trabajo reconocer la demacrada, de ojos rosados, mejillas manchadas volteándome a ver, y es demasiado.

Me tiro en el piso y me
rindo a la insoportable emoción que no puedo contener más, sollozando
fuertemente, finalmente dejando que mis lágrimas fluyan sin límite.

... MÁS OSCURAS Where stories live. Discover now