─Ve que les sirvan un aperitivo e iré a recibirlos enseguida.

El hombre se retiró. El joven lo siguió con la mirada. La experiencia de la emboscada a sus amigos y que el mismísimo Stryker lo hubiera enjaulado junto con Sean pocos meses atrás, lo alteraron.

─Peter ─ Sharon lo devolvió a la realidad y consiguió que volteara hacia ella ─. ¿Te encuentras bien, hijo?

El muchacho suspiró. Pensó en su padre, en lo valiente y decidido que era, y en Logan, frontal y protector. El evocar a los dos hombres que más amaba y admiraba le dio valor y se puso de pie.

─La acompañaré, señora.

─No es necesario ─ señaló Sharon con rapidez y siguió sentada para tranquilizarlo ─. Sería mejor que permanecieras aquí para que no te vieran.

─La seguiré pero me mantendré afuera de la sala ─ insistió con determinación ─. Podría cerrar usted la puerta para que no me descubran.

─De acuerdo ─ aceptó Lady Xavier y se puso de pie.

Salieron juntos y ya cerca de la habitación donde los recién llegados se encontraban, Peter desaceleró el ritmo para quedar detrás de la dama y que esta entrara sin que el general ni sus subalternos notaran su presencia. Sharon cerró la puerta a sus espaldas y el joven se mantuvo en la sala aledaña.

MacTaggert se acercó a Lady Xavier y le besó la mano con respeto, pero ella notó frialdad en este gesto, o, al menos, no sintió la calidez de otras veces. Stryker también se aproximó para saludarla y los demás soldados inclinaron la cabeza, educados. Sharon los invitó a ponerse cómodos pero el general la interrumpió ordenándoles a los guardias que se marcharan y aguardaran afuera. Era un atrevimiento ya que ella era la anfitriona y esto le dejó en claro que el militar había llegado con intenciones misteriosas.

Los tres hombres se retiraron y quedaron solos con la dama el general y el coronel. Peter se alejó rápidamente cuando escuchó que los soldados salían y no notaron su presencia, pero como permanecieron cerca de la puerta, le impidieron el regreso al joven para espiar y cuidar a Sharon.

Solos en la sala, la dama conservó la compostura y preguntó sonando casual:

─ ¿A qué debo esta visita inesperada, Richard?

─Lady Xavier ─ habló el general con autoridad y al llamarla de este modo marcó la distancia ─. Como máxima autoridad en Escocia de la patrulla anti mutante, tengo el derecho y deber de detener e interrogar a personas sospechas de aliarse con tales engendros.

Ella dio un ligero respingo pero mantuvo la altivez:

─ ¿Cuál es tu punto? ─ siguió tuteándolo adrede.

─Tengo evidencia firme de que se acondicionó Genosha, propiedad irlandesa de vuestro hijo, el Duque de Westchester, para acoger a mutantes clandestinamente.

Sharon frunció el ceño, ofendida.

─ ¿Qué patrañas son esas, Richard? Charles realizó refacciones en esa casa por motivos enteramente personales y como dueño y señor del lugar, no está obligado a darte explicaciones ni a ti, ni a nadie.

MacTaggert siguió anunciando, autoritario y gélido:

─Al no encontrarse presente el Duque y siendo vos la representante de sus bienes en su ausencia, me veo en el derecho de deteneros y llevaros a Edimburgo para ser interrogada.

─ ¡Richard! ─ exclamó ella, perdiendo la compostura por la furia. Miró indignada a Stryker, que parecía admirado con su falta de miedo, y al general ─. ¿Cómo osas invadir mi casa con tus hombres y amenazarme? Además de soltar calumnias contra mi hijo, contra mí y contra nuestros bienes. ¿Olvidaste quiénes somos?

El Misterioso Visitante. (Cherik - Wolvesilver)Where stories live. Discover now