XXXII

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Un agradecimiento a @KiKaLioncourty por su invalorable ayuda.

Una mención para @LuzAlvz y su sitio en Facebook "Wolvesilver para llevar".

Este capítulo está dedicado a @HarunaTsurugi y espero que te guste.

Capítulo XXXII

En Westchester había acabado el almuerzo que se servía puntualmente a las doce. Lady Xavier, Hank, Worthington y Laura habían comido juntos en el comedor y Kurt se les había unido más tarde para alegría de Sharon y de la niña, y alivio de Warren, que desde la tarde anterior estaba preocupado por el joven.

Charles había almorzado más temprano y ahora dormía mientras que David estaba siendo atendido por Gwen.

Retirados los platos, Lady Xavier invitó a Worthington a una partida de naipes, Kurt se retiró a descansar un rato más y Hank se levantó a servir coñac de la licorera para él, para la dama y para el invitado.

Laura salió al jardín a distraerse. Prometió a Sharon que no cabalgaría por precaución y se dedicó a recorrer los senderos aledaños a la casa, que estaban cubiertos por una capa ligera de la escarcha que había caído unas horas antes. Estaba contenta por Charles y el bebé pero seguía preocupada por su padre, por Erik, por Sean y especialmente por Peter, preguntándose si ya lo habían encontrado y rescatado junto con su amigo.

Cuando se cansó de caminar, limpió con las manos enguantadas la nieve de un banco y se sentó allí para observar el horizonte. Desde su posición, podía apreciar el paisaje del bosque albo que rodeaba la mansión y el camino serpenteado que conducía a la casa, cubiertos por la neblina del frío. Era la hora más calurosa de la jornada y quería disfrutarla, o, al menos, hacer el intento. Tenía la intuición de que su progenitor, con Erik y Warren, rescataría a Sean y traería a Peter de regreso, volviendo todos sanos y salvos. Pero, ¿si fracasaban? No, sacudió la cabeza para quitarse la idea, y recordó cómo la habían salvado a ella cuando su tío la secuestró. Tenía que tener fe y confiar. Ella estaba orgullosa de su padre y de la mutación que había heredado de él. Los demás eran personas comunes, sin poderes especiales, pero Logan no, ni Erik, ni ella tampoco. Peter era veloz así que existía la posibilidad de que ni siquiera hubiera estado en peligro y que para cuando Erik, su papá y Warren hubiesen llegado, el joven los estuviera esperando con Sean liberado. Sí, tenía que tener fe. Se frotó las manos para darse calor y se entretuvo mirando el paisaje a lo lejos. Tenía una visión privilegiada además del olfato y el oído, por eso prefirió matar el tiempo observando con agudeza el bosque que tenía enfrente, y escuchando los sonidos casi imperceptibles del movimiento en el follaje. Había niebla así que entrecerró los ojos para distinguir mejor.

Al principio divisó cuatro sombras entre la bruma que se acercaban por el sendero. Dos iban unidas, como si una se estuviera recargando sobre la otra. Las otras dos estaban apartadas y una de ellas caminaba unos pasos más adelante que las demás. Laura agudizó los sentidos, captó el aroma de su padre y reconoció el caminar de Peter y de Erik. Con una sonrisa que no le cabía en el rostro, corrió hacia ellos.

Los cuatro mutantes habían descendido media hora antes a pocas leguas para no llamar la atención de la servidumbre y se acercaban a la casa a paso de hombre. Horas antes, se habían despedido de Sean y de Jean en Genosha, y vinieron volando: Magneto cargando a su hijo y Warren sujetando a Logan. Ahora Peter caminaba por sus propios medios pero se había acercado a Howlett para buscar su apoyo y calor, y Logan había aceptado gustoso y lo tenía envuelto protectoramente con un abrazo del cuello mientras caminaban. Erik lideraba la marcha un par de pasos por delante del grupo y Warren lo seguía cabizbajo, sin su altivez perenne, y todavía tenso por la angustia vivida durante la batalla y la noticia de su hijo perdido.

El Misterioso Visitante. (Cherik - Wolvesilver)Where stories live. Discover now