Capítulo XV

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La música era ensordecedora, al igual que la vez anterior el humo que desprendía los cigarros hacían una neblina de la casa.

Choque con varios cuerpos hasta llegar a la cocina, una gran variedad de botellas en el mesa, incluso sobre la estufa habían unas cuantas, también en la mesa había unos vasos rojos. Tomé uno y me dispuse a servirme algo de las botellas, elegí la primera que vi, de cualquier forma no me gusta el alcohol.

-Viniste- Grace me hizo voltear, mire sus ojos grises- Me alegra mucho que lo hayas hecho.

Grace tenía una voz dulce, incluso algo linda, asentí- Necesitaba distraerme.

Desvié mi vista, fijándome en mis al rededores, muchos chicos besándose pero la mayoría se concentraba en beber, una larga cabellera castaña llamó mi atención, sin embargo, desapareció tan rápido entre la multitud que creí haberlo imaginado.

-¿Alex?- La dulce voz volvió a llamar mi atención- ¿Esta todo bien?- Ella posó su mano en la mía, respondiendo a su pregunta asentí.

Ella me dedico una dulce sonrisa y tiro de mi mano, sostuve mi vaso ahora lleno de alcohol con mi mano libre, llegamos a un sillón, la casa de Grace es aún más grande que la que visite la fiesta pasada, el sillón al igual que la casa era enorme.

Tomé asiento en un pedazo disponible del sofa, Grace estaba parada frente a mi- Alex no te pasaras la fiesta sentado de nuevo ¿verdad?

Mi respuesta solo fue mirarla sin expresión alguna- ¡Oh vamos, Alex! Es una fiesta hay que bailar, yo que se, hay que beber, fumar, hay unas laminitas de la felicidad ¡Diviértete!

Mientras decía su discurso se movía demasiado, Grace era bastante alegre, como Agatha.

Pero no era ella.

La pelirroja suspiro ruidosamente y tomo asiento en un pequeño espacio que se formaba entre otro chico y yo- De acuerdo, hablemos dices que eres de Berkeley ¿en que curso estás?

Di un trago a mi vaso, resulta que después de un rato el sabor deja de ser horrible, ahora mi juicio estaba nublado y ni siquiera era por el alcohol, el mensaje del chico me tenía mal. No quiero que nadie bese a Agatha.

Bueno, yo quiero hacerlo.

-¡Alex!- Una sacudida por parte de la chica volvió a centrarme- Por Dios ¿que pasa?

-Nada, lo siento- Me sentí avergonzado por estar ignorado a la pelirroja- Arquitectura, estudio arquitectura, voy en cuarto.

Lo gris de su mirada es bastante lindo, al pronunciar cada palabra sus pupilas se iban dilatando con interés- Asombroso, ¿por que no estudias en Londres?

Encogí mis hombros restándole importancia- Me gusta California.

-¡Ugh, Alex! Eres un hombre de muy pocas palabras- Puso los ojos en blanco- Ven, vamos a bailar ¿si?- Hizo un puchero con sus delgados labios rosas, aunque no funcionó- Por favor, hice esta fiesta para volver a verte.

La culpabilidad me invadió, asentí y me levante del sofá, tomé el contenido del vaso, una canción un tanto pegadiza se escuchaba en los parlantes, la chica se pego a mi moviéndose al ritmo dela música.

Seguimos un par de canciones bailando, hasta que una chica tomo del brazo a Grace y la aparto de mi, gracias a eso pude liberarme un poco de ella, salí de entre el mar de cuerpos que se encontraban bailando y después de la casa, tomé un cigarrillo, resulta que es de las cosas que más me gustan de la tierra.

Encendí mi cigarro y lo lleve a mi boca, me recargue en una de las paredes de la fachada blanca de la casa de Grace y exhale el humo.

-¿Alex?- Una voz que no reconocí de inmediato pero sin duda ya había escuchado antes me hizo salir de mi nube de humo

HIM -EN EDICIÓN- Where stories live. Discover now