Capítulo II

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-No Alex, no podemos hacerlo aquí, hay gente y un niño por allá- La chica señaló al pequeño que jugaba no muy lejos

- ¡Oh, vamos Jessie! Nadie nos verá- El chico insistía mientras acariciaba los brazos de su pareja

Él los mira, extasiado por el comportamiento de ambos, es extraordinario cómo actúan, cómo se expresan, las emociones que muestran. Había estado muy pocas veces en aquel lugar, muy pocas veces había estado tan cerca de las personas, encontraba fascinantes a todas esas criaturas.

Entonces la vio, una chica con cuerpo pequeño, con su cabello castaño atado a una coleta, había visto pocas personas en su vida o por lo menos de tan cerca, pero estaba seguro que ninguna persona podría igualar la belleza de aquella mujer.

Ella se sentó y observó a su alrededor, tenía ojos grandes y cafés, él no podía dejar de mirarla, se sentía cautivado, era diferente a todo lo que había sentido, admiración, ganas de acercarse a ella.

Se percató de él, él se quedó ahí mirándola, ella lo miró con sus expectantes ojos café, sus facciones eran bellas, realmente no podía dejar de mirarla, ella aparto la mirada y empezó a moverse nerviosa.

De un momento a otro se paró y comenzó a caminar, él ni siquiera supo por qué lo hizo, podría buscar alguna excusa, nadie lo cuestionaría, pero no, no hacía falta, ya se había levantado siguiendo los pasos de ella.

Tampoco supo por qué habló, pero lo hizo y ni siquiera se detuvo a pensar en sí debía o no buscar excusas, sólo lo hizo- Espera- Ella se sobresaltó y giro sobre sus talones- ¿Cuál es tu nombre?

-Yo me llamo Agatha- Su voz también era hermosa, quería seguir escuchándola, pero no podía, no debía.

-Agatha- Saboreó cada letra de aquel nombre

Debía marcharse, sabía que debía hacerlo, junto toda la fuerza que tenía y se dio vuelta dispuesto a seguir su camino

Todos sus deseos fueron escuchados, después se preguntaría si había sido realmente un deseo o algún tipo de maldición, pero ya habría tiempo de cuestionarse, ahora sólo estaba extasiado escuchando una vez más aquella voz- ¡Hey! ¿Cuál es tu nombre?

Internamente quiso echarse a reír a carcajadas por la ironía, tenía muchos nombres, ¿Qué nombre le diría? El que le habían impuesto o alguno de los muchos que se le asignaron a lo largo del tiempo.

Lo cierto es que ninguno de ellos se los podía hacer saber, ella se asustaría y huiría y lo que menos quería era verla muerta de miedo, además no quería decirle aquellos nombres, ni siquiera a él le gustaban.

Recordó el nombre que apenas hace unos minutos había escuchado, volvió a hablar- Alex, mi nombre es Alex.

Ella lo miró con una ceja enarcada- Hola, Alex- La castaña sonrió dulcemente y el mundo se detuvo para él, le devolvió la sonrisa, casi nunca sonreía en realidad no recuerda si alguna vez lo había hecho, pero seguramente jamás olvidaría que su primera sonrisa había sido destinada a la pequeña y hermosa mujer frente a él, y cada que recordará este momento volvería a sonreír.

-Hola- Hablar para él era tan extraño como todo lo demás- ¿A dónde vas?

Sabía que debía dejar de hacer preguntas, pero no podía, quería quedarse ahí, preguntado solo para escuchar las respuestas.

-A mi casa- Ella río por el tono de Alex al preguntar aquello, como el de un niño curioso- ¿Tu irás a algún lado? - En el fondo Agatha no quería terminar la conversación, era hipnótico hablar con él, así que rogó porque éste no tuviera planes.

HIM -EN EDICIÓN- Where stories live. Discover now