La primera de muchas CAP 10

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Capítulo 10º.-

Armando espera nervioso en la sala de espera del arzobispo, han venido temprano a la cita que su tío les hizo, por un buen rato estuvieron compartiendo, hablando e incluso repasando el ritual del sacramento, la formula que ellos iban a usar así como las lecturas y los salmos.

El tío Pedro, muy cariñoso les firmo la dispensa de los cursillos prematrimoniales, pero no se privó de darles una larga charla sobre los compromisos y las obligaciones del matrimonio católico. Al final Armando había salido a petición de una tímida Betty, que quiso hablar con el sacerdote a solas… y eso lo estaba matando… ”¿Qué tenía que hablar su novia con su tío en privado?”…

Por fin casi tres cuartos de hora después una sonriente Betty sale por la puerta y le dice.

Betty.- Armando, el señor cardenal quiere que pases, te espero aquí…

Armando, la mira confundido.- No entiendo…

Betty.- Pasa… no le hagas esperar…

Cuando entró, vio a su tío sentado en la zona de recibir, dónde había un cómodo sofá y unas butacas.

Armando.- Tío Pedro, Beatriz dice que Vd. quería hablar conmigo…

Cardenal, con sonrisa tierna.- Armando, que niña te ha mandado el cielo… debes darle las gracias a Dios, es aun más bonita por dentro que por fuera…

Armando, al escuchar alabar a su amor, se relaja y se sienta frente al sacerdote.- Cada día lo hago tío, ella me ha salvado, me ha cambiado la vida, no la merezco, sé que no la merezco, y sin embargo es mía…

Cardenal.- Beatriz se quiso quedar conmigo, pues deseaba confesar antes del matrimonio. Esa niña tiene una sólida educación católica, cosa de agradecer en estos tiempos que corren… al menos para nosotros los curas, jajajaja…

Armando, avergonzado.- Entonces ya sabes todo lo sórdido de nuestra relación…

Cardenal, meneando la cabeza.- Yo no sé nada Armando, sé menos que nada… ¿ya no recuerdas las condiciones del sacramento?... en el Gimnasio recibimos todos una buena formación, claro que si no se tiene en cuenta pues se olvida como todo…

Armando, frunce el ceño.- Condiciones… claro tío, el sigilo sacramental, el sacerdote sabe menos que cuando no sabía, claro que lo recuerdo…

Cardenal asiente.- No sé si recordaras entonces también que el matrimonio es un sacramento de vivos y lo que eso significa…Ç

Armando, suspira, todos los años de clases de religión y catequesis escolares, estaban aflorando en esos instantes…

Armando.- Sacramento de vivos… claro tío… Ave María Purísima…
Cardenal, sonríe asintiendo.- Sin pecado concebida…

Armando, emocionado.- Hace muchos años de mi última confesión, no recuerdo cuantos, quizás el primer curso de la Universidad…

Betty, que esperaba sentada tranquilamente, viendo lo que tardaba Armando, se dedicó a dar pequeños paseos por los alrededores del despacho arzobispal, mirando los cuadros que adornaban las paredes y ojeando diferentes folletos de propaganda que se repartían por consolas y mesillas.

Por fin oye la puerta del despacho y ve salir a su prometido, acompañado del tío cardenal, que le pasaba la mano por el hombro, ambos sonreían.

Armando llevaba los ojos rojos, evidentemente había llorado lo suyo pero ahora, le brillaban felices.

Cardenal.- Armando haz lo que me has prometido y si en cinco años, no tengo razón dejas de hacerme caso, ¿de acuerdo?...

Armando, asiente sonriente.- De acuerdo tío y muchas gracias, de corazón, hacía años que no me sentía tan feliz y tan bien…

Historias de Betty, la feaWhere stories live. Discover now