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Cincuenta y ocho

Crawford Kim Rose

Lágrimas se habían deslizado por sus mejillas, por que había podido sentir el dolor en las palabras de aquel hombre.

Y quizá sintió que por primera vez había encontrado alguien que parecía haber pasado por un hecho similar, alguien para quien la justicia no existió.

Y no habían palabras que pudieran ayudar o curar aquel acto.

"Todo estará bien" era una frase de mierda ante lo que habían pasado.

Incluso en otra época donde la inocencia era su principal característica, Rose lo hubiera abrazado, pero debía guardar distancias.

Además, las siguientes palabras que llegaban a su cabeza eran "Jin"

-¿Todo está bien?- había replicado Jin cuando ella entró al auto.

Había notado sus ojos llorosos, y como sus manos aun temblaban.

Claro que las cosas no estaban bien, y si que ese tipo de preguntas entre ellos se sentía tan superficiales y absurdas, pero después de todo no era un secreto que aun ambos deseaban que las cosas fueran así.

Y quizá más bien lo que Jin debía hacer era simplemente abrazarla, aquello no lo arreglaba, pero claro que eso podía hacer sentir mucho mejor a muchos o eso esperaba.

Así que la había tomado en sus brazos, pero aun así aquello dolía y más que nada dolía no poder arreglarlo todo.

-Tengo miedo- manifestó mientras las lágrimas aun caían por sus mejillas -Pero también me siento débil- había suspirado.

Sin embargo a pesar de desear consolarla aun no estaba seguro sobre qué debería decir, realmente las mentiras ya no era una opción.

-Tal vez deberías decirle... solo como una advertencia, no lo sé- y a pesar de que Rose tenia miedo de hacer todo aquello por él, por Jin.

Ahora él mismo se había encargado de traer dicho recuerdo a sus mentes, claro que eso también atormentaba a Rose, pero no era su principal problema, ella no quería lastimar a Jin.

-Quieres que regrese y se lo diga... que vaya donde Jungkook y le diga lo que haré...

-Él me llamo y está preocupado por ti...

-¿Hablaste con él?- cuestionó Rose mientras se apartaba de Jin, casi sin poder creer lo que le decía -Después de todo, aun me pides que lo vea, o esperas que me conmueva porque Jungkook está preocupado por mí, ¡realmente te estás escuchado!- aquel sentimiento de dolor y angustia había disminuido a tal punto que fue remplazado por irá.

-Rose, yo solo... mierda, también estoy asustado, durante años deseé que tú y yo estuviéramos juntos, que todo fuera como antes, pero cada día siento que solo estoy a un paso de perderte, te he hecho tanto daño, te hemos hecho tanto daño y ahora ya no se cómo comportarme, jamás he mentido sobre cuando te amo, pero sigo sintiéndome como un hipócrita.

-Jin- expreso ella -eres la única razón por la que no quiero hacer esto...

-No quiero que pases por todo lo demás... lo que digo es que después de lo de tu hermano, creí que estaba perdido, era alguien malo, una horrible persona pero al conocerte, la vida dejó de ser mala, creí que podrías salvarme, si alguien tan bueno como tú decía que yo era bueno, podría cambiar, y ahora siento que si lo haces te perderás por completo, no hay vuelta atrás, yo solo quiero... no quiero que sigas sufriendo, se que soy egoísta, pero no quiero que te sientas como yo.

Y a pesar de que Jin ni siquiera podía explicar con las palabras aquello, Rose pudo entender de lo que trataba de hablar.

Claro que le había pedido que no cruzara esa línea, porque después de eso no habría forma de volver atrás.