Él no contesta, solo cierra los ojos.

-Seth... -Susurro.

-No puedo odiarte, Noah. -Empieza susurrando. -No es culpa tuya. Y no tengo porqué pagarlo contigo. Si nos basáramos en esa puta lógica, pues también deberíamos de odiar a Evan, total también fue su padre. Y bueno no lo hacemos, por lo tanto no se porque debo de odiarte a ti. -Me explica. Lo miro sorprendida. -Ademas, tu no sabias nada. Y bastante mal lo estás pasando, como que por encima de todo, el imbécil de Evan te trate así. Por mucho que lo niegue, se muere de ganas de volver a estar bien contigo.

-Lo he notado. -Comento con sarcasmo. Seth me dedica una media sonrisa.

-En realidad no se porque ha montado todo este show, cuando solo falta una cuenta atrás para saber cuando volverá a estar detrás de ti. -Me trago el nudo que se me ha formado en la garganta y hablo:

-Dijo que no podía estar conmigo después de saber que mi padre es quien es.-Murmuro. Seth en cambio no dice nada, solo me pasa el brazo por encima de loa hombros.

-Se dará cuenta de que no es contigo la cosa. Que solo está retrasando lo inevitable.

-¿Y qué es lo inevitable? -Le pregunto.

Él solo se encoge de hombros.

-Ya lo verás cuando tenga que pasar. -Me comenta.

****

-Tomate solo una. -Me advierte mi madre, dándome el frasco naranja, lleno de pastillas para conciliar el sueño. -Sobre todo, no más de una por noche, si llegas a ingerir más puede ser peligroso.

-Vale. -Le digo. Cojo el frasco y me levanto.

Camino hasta mi habitación y me dejo caer en la cama. Demasiado temprano para ir a dormir y demasiado tarde como para hacer otra que cosa que no sea estar allí mirando el techo sin saber qué hacer.

Las palabras que horas antes me ha dedicado Seth vuelven a mi mente.

«sólo está retrasando lo inevitable»

Suspiro.

Evan se ha vuelto un completo imbécil.

Siento una punzada de dolor en el pecho cuando pienso en Dafne y Evan dándose el lote en el bosque, sin pensar en nada más.

En el fondo todo te mata, ya sea el alcohol, las drogas, el tabaco o el chico de ojos azules del cual te has enamorado, al fin y al cabo te dicta una muerte inminente.

La Noelia que se enamoró de Evan, ha desaparecido, no creo que vuelva a salir, el único que la puede hacer volver es aquel que no quiere saber nada de ella.

Me rodeo las piernas con los brazos, apoyando el mentón en las rodillas.

Sin saber que hacer más, aparte de autolesionarme emocionalmente.

No evito preguntarme ¿Qué hubiera ocurrido si Evan nunca hubiera conocido a Jonathan? ¿Y si nunca hubiera sabido quien es?

Yo aun no sabría la verdad, y aun no sabría con quien vivo, y Evan aun me hablaría.

La cuestión es:

¿Vale la pena no haberlo sabido nunca y a pesar de todo, haber sido feliz con él?

O ¿Es mejor esta infelicidad en todos los sentidos, y saber la verdad?

¿La ignorancia y la felicidad o la verdad y la infelicidad?

Suspiro, mi móvil empieza a sonar.

Lo cojo para ver el nombre de Christian en la pantalla.

-¿Acaso te has muerto? -Pregunta en deje divertido, nada más atender.

-Lo estoy sopesando. -Le devuelvo de la misma manera. Oigo como se ríe.

-¿Que tal te va todo? -Le pone énfasis a esa última palabra.

-Bien. -Susurro.

-Espero que folles mejor que mientas. -Abro los ojos ante tal acusación.

-Dios, Chris se un poco más sutil. -Oigo su risa.

-Esta bien, esta bien. -Se tranquiliza. -¿Has hablado con Evan?- pregunta.

-¿Como lo sabes? -Le pregunto.

-Estas mas apagada que de costumbre. -Contesta.

-Si, lo he hecho, es un idiota total, ha cambiado desde la última vez que hablamos. -Confieso. Necesito hablar con alguien, y ahora mismo, es Christian.

-¿Que pasó entre vosotros?-Murmura. -Es decir... ¿Lo sabe? - Suspiro.

-Christian, Evan y yo mantenemos una relación muy complicada, estoy muy harta de todo. Solo quiero no se... - Se me quiebra la voz. Me llevo la mano libre a la cara, tapandome los ojos, ya húmedos por las lágrimas.

-¿Quieres que vaya? -Pregunta en un murmullo.

-No, estoy bien, voy a dormir un rato y que mañana sea lo tenga que ser. -Dejo caer la frase, que en este momento me recuerda la última charla con Seth. Me doy cuenta que Seth y Christian a pesar de ser muy diferentes en todos los aspectos, también son parecidos en muchos otros, como en el hecho de ser buenos amigos, ser buenos escuchando.

-Gracias Christian. -Susurro por último.

Él mantiene la línea en silencio unos segundos antes de responder:

-No hagas ninguna tontería. -Dicho eso cuelga. Miro con una mezcla entre incrédula, asombrada y extrañada al móvil ya sin comunicar.

-Que raro... -Suspiro.

Cojo una pastilla y me la trago sin necesidad de agua.

Cierro los ojos esperando que esa pequeña cosa sufra efecto y me abandone a merced de Morfeo.

Cuando me despierto son las cinco de la madrugada.

Sin pesadillas.

Respiro aliviada ante tal afirmación.

Estoy tentada a volver a tomarme una para seguir durmiendo, cuando recuerdo las palabras de mi madre.

Así que desisto y como que dudo que vaya a dormir a pierna suelta, me levanto de la cama.

Mañana es sabado, no tengo clase.

Mi madre está trabajando y no vuelve hasta medio día.

Y Jonathan está en su cuarto.

Me levanto y me visto con ropa cómoda, me meto el móvil, la llaves y el frasco de pastillas en el bolsillo de la sudadera y pongo rumbo, al único sitio que se que me acogerá estas horas.

Cuando estoy en el bosque, respiro el aire puro.

Camino entre medio de los árboles, en dirección aleatoria sin querer ir a la fábrica.

Son las cinco de la madrugada así que dudo que vaya haber alguien despierto. Camino hacia el río Lynnfre.

Estoy en ese punto de mi vida que no se que hacer.

No puedo hacer nada más que ver como los sucesos se desencadenan a mi alrededor.

Primero me entero de que Jonathan es un asesino.

Él asesinó a Samantha.

Y Walker también.

Walker es el padre de Christian.

Christian, Seth y Evan son medio hermanos de sangre.

Pateo una piedra por el camino.

Evan me odia.

Él se ha vuelto un completo capullo.

Alex también me odia.

Jonathan mató a su padre.

Me siento en la orilla del río.

A esperar.

A esperar que mi vida cambie para bien, tan rápido como cambió para mal.

A esperar a que lo que Seth nombró "Inevitable" suceda de una buena vez.

OASISDonde viven las historias. Descúbrelo ahora