2- ¿Qué pasó en la fiesta?

30K 2.8K 925
                                    

      Cuando salgo de la ducha, envuelta en un albornoz, encuentro sobre la cama un ridículo vestido y a un Nícolas cubierto solo con una toalla en sus caderas. Me pasa por el lado para entrar al baño, pero antes de que entre le pregunto:

      —¿Qué diablos se supone que es eso?

      —¿No es obvio? Es un vestido.

      —¿De quién? ¿De la reina María Antonieta?

      —Es lo que hay. Tu celular ya está cargando y en cuanto salga del baño bajaremos a desayunar. Te recomiendo que te vistas porque habrá una charla muy interesante con el rey.

      —Eres un...

      —Resérvalo para cuando estemos follando.

      —¿Te crees con tanta suerte? —lo encaro—. No repito con desconocidos.

      —Tus quince orgasmos de anoche no dicen lo mismo. Y tomando en cuenta el lío en el que estamos metidos, creo que somos algo más que desconocidos.

      Abro la boca con indignación mientras lo veo entrar al baño. ¿Quince orgasmos? ¿Tan bueno es? Tal vez no tanto. El hecho de que yo sea multiorgásmica debió darle una ventaja. Pero aún así, ¿quince? Tal vez reconsidere la idea de acostarme con él.

      Miro el pedazo de tela gigante que hay sobre la cama y no puedo evitar soltar una queja. Lo levanto y veo que debajo hay ropa interior y una pequeña nota:

"Para que dejes de llorar porque rompí tus bragas."

      Ok, puedo estar metida en un lío, pero tengo ropa interior sexy que hace lucir a la anterior como un pobre trapo, eso es algo bueno. Lo triste es que encima de esa divina ropa me tendré que poner la cosa fea.

      Empiezo a cambiarme mientras pienso en cómo salir de esta. Hace dos años que mis padres están en las Bahamas y no quieren saber mucho de mí así que... esto es algo incómodo.

      Cuando me cambio me siento en la cama y tomo mi celular para encenderlo.

      El fondo de pantalla aparece luego de unos segundos y pongo la clave para desbloquearlo, tiene un 4%. Entro a la galería de fotos para ver si hay desastre documentado y casi se me cae el celular cuando la primera foto que aparece es conmigo sentada sobre un desconocido y el tipo con su cara entre mis pechos. Pero qué joder.

      Amplío la foto con mis dedos y puedo ver un mechón de cabello negro escapando del gorrito que usa el desconocido. Supongo que no me metí con nadie más anoche, así que debe ser Nícolas.

      Sigo pasando fotos y encuentro algunas en que nos besamos, está metiendo sus manos debajo de mi blusa, incluso bailando en la pista conmigo en esa posición rara de yoga del perro boca abajo y él... pegado. No es muy inocente. Apuesto a que Veronica es la responsable de todo esto.

      Abro la agenda y busco su número para llamarla. Pero no escucho ningún tono. Reviso si tengo señal y lo único que me dice es que la tarjeta SIM ha sido retirada. ¿Pero qué diablos?

      Me pongo a pasear por la habitación, que no tiene prácticamente nada. Solo una cama y muebles. Claro que es más grande que tres de los dormitorios del campus, pero, no tiene nada. Ningún tipo de personalización o algo parecido.

      Nícolas sale del baño vestido elegantemente con camisa azul oscuro y pantalones de lino negro... y vaya que es un buen espécimen masculino. ¿Pero dónde buscó la ropa? Yo no vi nada como un armario... aunque no lo estaba buscando, pero ese tipo de cosas no puede pasar desapercibida.

En la cama del príncipeWhere stories live. Discover now