Capítulo 6. Doble cara.

169 4 0
                                    

—¡Que feliz estoy por ti, hoy ha sido nuestro mejor día! — digo no muy convencida, ya que por mi parte es algo extraño.

—Lo sé, sólo unas cuantas clases y nos vamos — dice feliz, eso es lo que me alegra por completo.

—Lo sé — entra un profesor al aula, lo he visto por los pasillos pero no sé su nombre.

—Chicos a sentarse — nos sentamos mientras él deja su portafolio en su escritorio — Soy el profesor Alberto Luna, su profesor de Matemáticas.

Comienza a explicar un tema, cosa que ya sabemos; es algo así como un repaso. Pasaron las horas el profesor explicaba, unos cuantos levantaban la mano en lo que no entendían y algunos otros la levantaban para pasar al pizarrón a resolver algún ejercicio. Por fin después de dos horas suena la campana avisando que podemos retirarnos de la preparatoria.

Meto mis cosas a mi mochila, no es que no me guste matemáticas, si no que estoy cansada y algo estresada. Steph me espera afuera del aula, tomo mi mochila y salgo del aula. Caminamos por el pasillo lleno de alumnos, apenas y se puede caminar.

—¡Steph, Fabiola! — dicen repetidas veces nuestros nombres, nos damos vuelta y nos topamos con Daniel y Carlos con una sonrisa en su rostro.

—¿Las acompañamos a sus casas? — dice Daniel tomándome de la cintura y por lo que veo Carlos a Steph también.

—Sí, vámonos en mi auto — caminamos hasta mi auto, quito los seguros.

Me siento en el asiento del conductor como de costumbre, Daniel en el asiento del copiloto, Carlos y Steph en los asientos de atrás. Comienzo a conducir y el primero que tengo que dejar es a Daniel, conduzco hasta ahí.

—Llegamos — digo con una sonrisa.

—Muchas gracias, creo que es de acompañarte hasta tu casa no fue cierto, terminaste tú trayéndome a mi casa. — dice con una sonrisa de lado.

—No te preocupes, puedo irme sola a mi casa — sonríe, me toma de la barbilla y se fue acercando poco a poco a mí, no recordaba que Steph y Carlos estaban también en el auto hasta que suena el celular de Carlos. Nos separamos de inmediato y Daniel se baja del auto.

—Gracias de nuevo por traerme a casa — sonríe de lado.

—No es nada, nos vemos mañana. Adiós.

—Adiós — cierra la puerta y sigo conduciendo.

Fui a dejar a cada uno a sus respectivas casas, al segundo que dejé fue a Carlos. Aunque de tantos besos que se daban sentía que mi auto era un taxi y yo un taxista que estaba a punto de llevarlos a un motel. No sé porque se me ocurrió eso, pero me sentí extraña, terminando de dejar a Steph se me vino a la mente cuando Daniel me iba a besar, quise saber que se sentía pero prefiero cuando él y yo estemos en un lugar en donde no nos vean mis amigas.

“NARRA DANIEL”

Termino mis quehaceres en mi casa y no recuerdo haberle dicho a Fabiola que me iré de viaje, así que tomo mi celular para hablarle. Desbloqueo que la pantalla, me meto en mi lista de contactos y ahí está su número “Fabiola <3” marco su número, suena un par de veces y al fin contesta.

—¿Hola?

—Hola preciosa, te hablo por dos razones.

—Sí ¿qué pasa?

—La primera: quiero decirte que te quiero y aunque hayan pasado apenas unas horas desde que te fuiste te extraño.

—Qué lindo yo también te quiero y ¿la segunda razón?

—Mañana no iré a la preparatoria... bueno no iré hasta la semana que viene.

—¿Por qué no irás?

—Mi familia irá a un viaje y los tengo que acompañar pero sin falta te veo el Lunes.

—Está bien, me voy porque tengo que dormir adiós.

—Te quiero, te mando miles de besos, por cierto soñaré contigo. Adiós.

Termino la llamada con Fabiola y vuelvo a mi triste realidad, aunque no tan triste. Comienza a sonar mi celular y ahí su nombre escrito por ella cuando la conocí Danna.

—¡Hola Dani!

—Hola Danna — digo no muy animado.

—¿Qué tienes? Te escucho muy desanimado — dice preocupada.

—Nada, sólo que tengo sueño — hago un sonido de bostezo en la bocina del teléfono — cambiando de tema, mañana sale mi vuelo hacia Los Ángeles sólo por unos días.

—¡QUE BIEN! — dice gritando en la bocina, creo que me ha dejado sordo — es lo mejor que me has dicho hasta ahora — dice muy animada, creo que en este momento está dando pequeños saltos.

—Me tengo que ir ya que haré las maletas, te quiero.

—Está bien, adiós. Te amo — dice muy contenta, escucho esto y termino la llamada.

Sé que apenas Fabiola es mi novia, pero me odio... ¡Me odio! Odio ser esta doble cara, sabiendo que hay alguien ya en mi vida, me busco alguien más. Suspiro y comienzo a gritar del coraje que tengo. Siento repulsión por mí, nadie debería tenerme como novio; ¡siento asco por mí! ¡ASCO!

Danna es mi novia desde hace dos años, ella y yo somos de Los Ángeles, sólo que mi madre vino a México a trabajar ya que le ofrecieron un empleo y nos mudamos acá dejando a mi abuela allá. Desde hace ocho meses vivimos aquí.

¿Enamorarme es un error? | TERMINADAWhere stories live. Discover now