Capítulo 35. Me va a extrañar.

55 1 0
                                    

Llegamos a casa de mi abuela, aquel jardín que era verde, ya no queda rastro de él sólo hojas y un jardín seco, siento correr por mi mejilla una lágrima, la limpio antes de que Matthew me vea llorar. Bajo del auto, saco las llaves de mi bolso y abro la puerta principal, veo este jardín en dónde jugué tantas veces y hablé con mi abuela. Aún recuerdo cuando tenía 6 años y mi abuela me encontró llorando en este jardín.

*Flash back*

—Hija ¿qué te sucede?

—Abuela — la abrazo — ¿por qué nadie me quiere?

—Yo sí te quiero, tus pad... — la interrumpo.

—Mis padres no me quieren, nunca pasan tiempo conmigo, no tengo amigos. Nadie me quiere, tú eres la única que me quiere.

*Fin del flash back*

Lloro ante aquel recuerdo, sabía que ellos no me querían pero ella quiso que yo fuera una chica de buen corazón. Matthew me abraza por la cintura, me da un beso en la mejilla, me separo de él; abro la puerta de aquella casa que antes era rosa pastel, ahora solo es de color beige ya que se le ha ido el color. Abro la puerta, se me vienen muchos recuerdos desde que estaba pequeña hasta la última vez que estuve aquí, que fue el día de su muerte, el olor de su loción aún sigue impregnada en esta casa; camino hasta la cocina, recuerdo cuando me alimentaba y hacia galletas u otros tipos de postres sólo para mí y para ella.

Camino hasta un pasillo, ahí se encuentran varias puertas, abro la primera y es la recámara de mi abuela, vienen a mí muchos recuerdos y en especial uno.

*Flash back*

Hay una lluvia afuera de la casa de mi abuela, con relámpagos y truenos; tengo miedo aunque mi abuela este dormida a un lado mío, ya que estamos en su recámara. Un relámpago entra por la ventana, iluminando toda la recámara y enseguida un trueno, que sentí que por poco destruye la casa de mi abuela, me acerco más a ella.

—¿Estás bien? — pregunta mi abuela media dormida aún.

—Tengo miedo, le tengo miedo a los relámpagos.

—No pasa nada, sólo son relámpagos — entra por la ventana la luz de un relámpago un poco más fuerte que el anterior, grito inconscientemente.

—Abuela tengo miedo — me abrazo a ella.

—Te tengo una sorpresa, sólo cierra los ojos — cierro los ojos y ella me entrega algo afelpado, abro los ojos encontrándome con una conejita de peluche — se llama Vanessa la conejita, ella también le tiene miedo a los relámpagos.

La abrazo y le doy un beso a mi abuela acompañado con un "gracias, te quiero" abrazo a Vanessa y me quedo profundamente dormida.

*Fin del flash back*

Lloro recordando ese día, aún recuerdo que me llevé a Vanessa a mi casa, mi madre me vio con ella y me la quitó para después decirme que era estúpido que ya era demasiado grandecita para tener un peluche el cual me "protegiera" de cosas imaginarias. Cierro esa puerta y voy directo a la segunda puerta encontrándome con un piano solitario en medio de la recámara que hace muchos años mi abuela no tocaba. Recuerdo que siempre me tocaba una canción en especial en este piano, era su favorita Me va extrañar de Ricardo Montaner aprendí a tocarla, gracias a ella, es más aprendí a tocar muchas canciones en este piano gracias a ella. Me siento en el banquillo del piano lleno de polvo, solo Matthew me mira desde la puerta, levanto la tapa que cubre las teclas del piano y empiezo a tocar, lloro mientras canto, porque me imagino a mi abuela conmigo sentada a un lado.

¿Enamorarme es un error? | TERMINADAWhere stories live. Discover now