Capítulo 15. Mi mejor amigo.

112 3 0
                                    

Llegamos a las jardineras y ahí nos sentamos, ya que llega Andrés me recuesto en sus piernas y comienzo a quedarme dormida, mientras escucho las cosas triviales que hablan mis amigos. Unos pasos vienen hacia nosotros, cada vez más cerca hasta que se detienen.

—Hola, ¿puedo hablar con Fabiola? — dice una voz que no reconozco.

—Está dormida ¿no ves? — dice Andrés.

—Ya lo noté, pero es algo urgente — dice molesto.

—No puede está dormida... — lo interrumpo, ya que levanto y parezco zombie.

—En un momento regreso — digo.

—Te amo — dice Andrés con una sonrisa.

—Yo también te amo — digo sonriendo, bueno un intento de sonrisa. Todos nos miran por lo que hice.

Caminamos algo lejos de mis amigos ya que para Octavio es “algo privado y urgente” aunque él me da un poco de miedo , no porque me vaya hacer algo malo pero simplemente algo de él hace que tenga miedo, él quiere estar solas conmigo, no quiero pero tengo que soportarlo.

—¿De qué quieres hablar? que según tú es “urgente”.

—A la abuela de Daniel tu novio — resalta “tu” — le pegó un infarto hace un par de días, Daniel ha estado un poco... bueno muy dramático por todo y pues quisiera que lo soportaras un poco más — él sabe todo lo de ayer.

—Ajá ¿y tú que tienes que ver en todo eso o por qué me lo dices?

—Pues porque tú eres su novia — hago señas para que continúe — yo soy su mejor amigo y quise decírtelo.

—¿Y ya se recuperó la señora?

—Sí, bueno no del todo — alzo las cejas — bueno sólo quería decirte eso, adiós.

Se despide de mi con un beso en la mejilla y se va dejándome como tonta ahí parada, sé que fui muy grosera y yo viví en carne propia con mi abuela pero yo no soy médico, es más, no tengo pienses de ser enfermera, mucho menos doctora. Me siento mal por lo de su abuela pero no cambiaré de idea de terminar con él como lo tengo pensado.

[...]

Llego a casa después de un día largo de clases tediosas, profesores que me regañaban por dormirme en clase... está bien, esa es mi culpa pero que sean tediosas no lo es, tiro mi mochila entrando a mi recámara, comienzo a desvanecerme y caigo en mi cama. Mis ojos pesan, estoy cayendo en un sueño cuando el tono de mi celular me despierta, lo ignoro y sigue sonando hasta que abro los ojos muy molesta y veo la pantalla “Kevin” presiono la tecla contestar.

—¿Qué ocupas?

—Hola Kevin ¿cómo estás? Bien y ¿tú?, también bien, que bien — dice contestándose a sí mismo.

—Ya enserio, ¿qué necesitas? Tengo un montón de sueño.

—Te aviso que voy para tu casa.

—Está bien, aquí espero... acostada en ésta cama tan... cómoda — digo cerrándose mis ojos y comenzando a caer en un profundo sueño.

—¡Fabiola! — dice gritando y dando un leve brinco — en 10 minutos llego ¡No! Te duermas. Adiós.

Comienzo a quedarme dormida cuando comienzan a tocar la puerta, así innumerables veces y cuando estoy por levantarme dejan de tocar. Me vuelvo a recostar y me vuelvo a quedar dormida.

—¡FABIOLA! — brinco de la cama y comienzo a correr por toda la recámara, me doy cuenta de que es el tonto de Kevin y corro hacia él para golpearlo — ¡Auch! Sí duele.

—¡¿Estás loco o qué? Pudiste causar un trauma psicológico por despertarme!

—No seas exagerada — dice sentándose en mi cama — es más, lo único que podría causar es locura... pero ya la tienes así no hay de qué preocuparse.

—Tonto — tomo un cojín de mi cama y se lo aviento en la cara, ¿Cómo entró a mi casa si no hay nadie excepto yo? Pues hace 3 años le di una llave por ser quien es.

—¡Madre mía! ¿Qué te sucedió en la cara? Parece una familia de mapaches te adoptó como la heredera de todos sus bienes.

—Cállate tonto, que no dormí toda la noche y cuando estaba por dormir has llegado tú dándome un fuerte susto — se ríe y le miro con cara de pocos amigos.

—Sabes que te amo aunque seas una bipolar que se levanta con un humor de los mil demonios.

—Tú sabes que te amaba, pero ahora ya te odio por despertarme — digo recostándome en mi cama.

—Claro que no me odias, ¿cómo vas a odiar a tu mejor amigo?

—Como lo estoy haciendo en este momento — digo cerrando los ojos.

—¿Por qué no has dormido? — me quedo congelada ante su pregunta — Fabiola te conozco mejor que la palma de esta mano y de esta otra, así que dime que ha pasado.

—Estupideces mías — me mira con ojos de “no te creo, di la verdad” — está bien...

Comienzo a narrarle cada cosa que sucedió y que sucede en el momento, derramo unas cuantas lágrimas (las cual él limpia), cuando llego al momento de contarle sobre lo que me dijo Daniel, después pido su opinión y se queda callado por un momento.

—¿Él es estúpido o se hace?... ¿Cómo cree que tú Fabiola Barthory le será infiel?... bueno con Gerardo Ortiz sí lo harías, — lo miro seria — bueno el punto es que jamás tú podrías engañar a alguien, simplemente si él te gusta o no. Es más cuando pudiste engañar aquel tipo tonto que tenías por novio no lo hiciste, más sin embargo este tipo se va por un par de días y se cree la gran cosa pensando que lo vas a engañar, pff... por favor. Si es que te vuelve a buscar dile que no se acerque que le corto... lo que hace que parezca hombre... pero de hombre no tiene nada. También si se te vuelve acercar Cristián, a ese se los corto igual que al otro.

—Pero tengo que hablar con él, porque ya no puedo más con esta farsa del noviazgo, aparte Cristián es mi profesor de inglés.

—Después de eso si te sigue molestando se los corto y no me importa lo que tú digas, Cristián no se podrá acercar a ti solamente que sea en el ámbito profesional.

—Está bien, cambiando de tema; ¿cómo te fue en España?

Kevin se fue un par de meses ha España, no sé a que lugar fue precisamente, ya que se fue con unos primos que tiene allá. No había hablado mucho con él ya que yo no quería estarlo molestando porque podría que estuviera conquistando alguna chica.

—Me ha ido de maravilla, conocimos unas chicas muy lindas. Nos costó un poco hablarles pero ha sido estupendo hablar con ellas — dice con alegría.

—Y ¿qué más cuentas? No creo que en estos meses solo te hayas pasado hablando con esas chicas muy lindas — digo.

—Pues claro que no, fuimos a diferentes lugares... todos muy lindos, pero la que me encantó fue la bahía la Concha... te tengo una noticia nueva — hago señas para que continúe — una de las chicas muy lindas de las que te he hablado hace un rato, llevo tratándola y pues...— hace una pausa y creo que es lo que pienso — ya es mi novia — termina de decir y comienzo a bombardearlo con preguntas.

—¡¿Cómo se llama?, ¿Cuántos años tiene?, ¿Es linda?, ¿Cómo es?, ¿Qué te atrajo de ella?... — muchísimas preguntas más que ni yo me imaginaba que podía preguntar.

¿Enamorarme es un error? | TERMINADAWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu