Capítulo 43. Sorpresa tras sorpresa.

37 1 0
                                    

Mi puerta se abre y entra la persona que menos me esperaba en este lugar, mucho menos después de lo de ayer, me toma en brazos y me carga hasta mi cama, me deja, sale corriendo de mi recámara, no tarda mucho cuando entra de nuevo pero con un botiquín de primeros auxilios, saca un algodón y alcohol, comienza a curar mis heridas en mis manos.

-Fabiola, pero ¿qué has hecho? - dice limpiando mi sangre, no le contesto sólo miro a otro punto mientras lloro - Fabiola, no te hagas daño por favor, no sabes cómo me mata verte así - lo miro extrañada - por favor ya no te dañes - dice acercándose a mí, de un momento a otro me besa, lo aparto al instante.

-Por favor vete, no te quiero ver más por aquí, vete y no vuelvas a besarme - digo levantándome de mi cama y yendo hasta la puerta.

-Fabiola, por favor, dame una oportunidad.

-¡Cristian! Lárgate de aquí, eres un oportunista que cree que en estos momentos te puedo dar una oportunidad, mas sin embargo no puedo porque no te quiero, por favor no hagas que te desprecie más por lo del beso - digo enojada.

-No me importa si no me quieres, con que estés conmigo me doy - dice acercándose a mí.

-Cristian, te quiero como amigo y solamente así, no andaré con alguien que no quiero, así que lárgate y déjame por tu vida en paz - digo llorando.

-Sé que te arrepentirás y me vas a querer - dice saliendo de mi recámara.

Camino hasta mi cama y lloro, lloro como si quisiera que en estos momentos muriera pero sé que la vida no están justa como creemos, cuando queremos algo que no tenemos la vida se encarga de darnos y luego quitarnos, así la vida es de injusta. Comienzo a caer en un sueño profundo que me da miedo el despertar.

Estoy en casa de mi abuela, un piano se escucha tocar, camino hasta esa recámara y abro con temor la puerta, miro que hay dentro de ella encontrándome con mi abuela con una sonrisa cariñosa, me acerco a ella abrazándola y dándole un beso en la mejilla.

-Hija, ¿Por qué traes esas ojeras? - dice mi abuela mirándome con atención.

-Matthew me ha dicho que él sabía del trato de mi madre y sus padres.

-Hija, ¿él te dio las explicaciones? - niego con la cabeza - ¿lo ves? me imagino que no quisiste escucharlas. Hija - suspira - escucha sus explicaciones antes de que sea tarde y no lo puedas recuperar, sé que lo amas y él te ama a ti como no tienes idea, quiero que seas feliz y que nadie te dañe como ya lo han hecho; te tengo que decir un par de cosas, la primera que vas a recibir noticias buenas pero tienes que saber manejarlas y la segunda deja de dañarte a ti misma - dice dándome un abrazo.

Despierto pensando en aquel sueño que tuve en casa de mi abuela, mi abuela pidiéndome que escuchara sus explicaciones pero no sé si quiero escucharlas después de todo lo que ha sucedido no sé pensar, me levanto de mi cama y de nuevo como ayer me pongo en el borde de la ventana, miro con esperanza a que llegue y que me bese, que toque mi piel, que volvamos a ser como antes pero sé que no sucederá y eso es lo que deprime aún más, cierro mis ojos para tomar fuerza como las veces anteriores y me levanto, voy directo al baño para darme una ducha porque lo de Daniel no quedará impune. Tomo mi ropa y la llevo al baño, abro la llave de agua caliente y para regular el agua abro la llave de agua fría para que quede tibia el agua.

[...]

Salgo del baño con unos leggins negros, una blusa gris y unas botas negras, camino hasta mi recámara y me hago mi cabello un chongo no perfecto, me pongo mi loción de vainilla, bajo las escaleras para encontrarme con mis amigos, es extraño pero todos están. Me miran y uno que otro sonríe.

¿Enamorarme es un error? | TERMINADAWhere stories live. Discover now