Capítulo 12. ¡Confundida!

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—¿Y a él qué? — dice Luna.

—Me lo espero de Cristián, pero ¿del profesor de historia? — dice Steph.

—Lo sé, ese profesor me quiere joder... bueno los dos...

No puedo decir más ya que han llegado Carlos y Sebastián, no decimos nada por Carlos. No es que desconfíe de Carlos si no que es uno de los amigos de Daniel, no creo que sea chismoso pero es mejor prevenir que lamentar.

—¿De qué hablan? — dice Carlos, tomando de la cintura a Stephanie, se ven tan lindos juntos; espero que duren mil años.

—De nada interesante. Oigan mañana es viernes día de chicas, nos vemos en mi casa ¿sí?

—¿No piensas venir mañana? — dice Luna.

—Sí, sólo les aviso para que no hagan planes — sonrío mientras vamos camino al auto.

—¿Qué es noche de chicas? — dice Carlos.

—Consiste en que el viernes por la tarde las chicas se van a una cabaña que está en medio del bosque que Fabby tiene a unos kilómetros de aquí; llevan películas, palomitas, charlan hasta tarde y muchas cosas más de chicas, se quedan a dormir y al día siguiente todas se van a sus respectivas casas — dice Sebastián.

Sebastián está en toda la razón, tengo una cabaña en medio del bosque a escondidas de mis padres, es de dos pisos pero acogedora hace tiempo la compré con dinero que ahorré para comprar un auto pero en el momento que me regalaron mi auto preferí comprarme esa casa.

Sé que es algo tonto tener una casa en donde vivir y tener una casa en el bosque, pero la casa en el bosque la necesitaré ya que me pienso ir de mi casa. Esa casa está a unos kilómetros de la casa de mi abuela, así puedo ir a visitarla más seguido.

—¿Y tú cómo sabes eso?

—Eh convivido mucho con ellas que se que les gusta y que no...

—Demuéstralo.

—A Fabby le gusta la nutella, pero no le gusta el chocolate; a Steph le gusta lo dulce y ama el chocolate (nunca se empalaga con él); Luna al contrario que Fabby a ella le gusta el chocolate pero no tanto la nutella; y Lucia le gusta todo pero ama lo picoso.

Él tiene toda la razón, nos conoce muy bien. Llegamos al auto y como siempre llevo a cada uno a su casa como si fuera taxi, sólo a una persona no... Andrés, cuando dejo a Carlos pasó algo gracioso para mí, pero para Steph no.

*Flash back*

Venimos en el auto, a punto de dejar a Carlos en su casa.

—Listo, llegamos — digo dirigiéndome a Carlos y a Stephanie.

—Gracias Fabiola — dice sonriendo — bueno linda ya me voy — se empezó acercar a Stephanie para besarla, yo sólo los miro por el espejo retrovisor.

—Hey, hey, en mi auto, nada de besos — Carlos se sonroja.

—Adiós linda, adiós Fabby, adiós Andrés.

—Adiós — decimos al unísono, Carlos baja triste del auto, Steph se queda triste y baja la cabeza.

—Steph... — levanta la cabeza para mirarme — anda, ve... — no me deja terminar cuando baja corriendo del auto, no miro hacia atrás, porque es un momento privado entre ellos dos.

*Fin del Flash Back*

—¿Me vas a decir lo que pasó? — me dice Andrés, llegamos a mi casa.

—Sí, adentro te digo, porque no quiero que nadie escuche — empiezo a estacionarme.

Empieza a sonar mi celular, miro la pantalla “Daniel” y hago mala cara, no sé si contestar o no. Dejo el celular en mi mochila y continúo estacionándome. Bajamos del auto y entramos a casa, entramos a mi recámara y nos sentamos en el sillón que hay dentro de ella.

—Ahora sí, cuéntame que soy todo oídos — le comienzo a contar, le da coraje todo lo que digo y le cuento también sobre Daniel — entonces... ¿quién te estaba llamando y no contéstate era Daniel?

—Sí, pero ya no estoy segura de mis sentimientos hacia él, sé que no los hubo por un tiempo pero me empezó a gustar y ahora estoy confundida con Daniel y Cristián, no es que me guste Cristián sólo que se me hace raro que yo le pueda gustar a alguien — en ese momento recibo una llamada de Daniel — Permíteme poquito — le digo Andrés contestando la llamada — Hola — digo sin ánimo alguno.

—Hola hermosa ¿Cómo estás? — dice Daniel contento, para mi mal gusto.

—Bien y ¿tú? — digo sin ninguna expresión y creo que seguiré así toda la llamada.

—Bien, ¿Te encuentras bien? — dice preocupado.

—Sí, disculpa tengo que terminar la llamada, estoy con un amigo que no he visto desde hace mucho tiempo y hoy hablaré con él, adiós.

—Está bien... te quiero, adiós — escucho eso y doy por terminada la llamada.

—¿Era él cierto? — me dice preocupado Andrés.

—Sí, pero ya no se qué hacer — digo tapándome la cara con las manos.

—Fabiola te tengo que confesar algo...

¿Enamorarme es un error? | TERMINADAWhere stories live. Discover now