Capítulo 21. Perdón.

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Me despierto por los gritos que se escuchan afuera, miro a todos lados, estoy en mi cabaña y Kevin se encuentra a un lado de mí. Suelto a Kevin y me siento en la cama, él se percata que me he despertado y me abraza.

—Fabiola, ¿ya estas mejor? — me mira atento.

—Sí, ¿qué es lo que sucede afuera?¿por qué gritan mucho?

—No lo sé, Andrés salió muy enojado y unos minutos después comenzaron a escucharse esos mismos gritos. Fabiola, me hablaron diciéndome que aquel tipo te dijo algo y tú no quisiste contar ¿qué sucede?

Recuerdo todo lo que sucedió, él diciéndome que tiene novia y yo como tonta sintiéndome una mierda por no quererlo, eso me pasa por confiar en personas que conozco apenas de unos días, eso me pasa por dejar entrar en mi corazón a personas que no lo merecen. Una lágrima corre por mi mejilla y detrás de ellas muchas más, Kevin me abraza apegándome a su pecho.

—Dime lo que te hizo, que si no me lo dices tú, yo iré a sacárselo a golpes la verdad.

—No lo hagas... te diré la verdad — comienzo a contarle desde que me mando aquella pequeña nota pidiéndome que hablara con él, hasta que me fui llorando de aquel lugar en donde él no me dio explicación de por qué lo hizo.

—Fabiola le arrancaré los... que te dije, que estúpido — camina de un lado a otro mientras maldecía.

—Kevin — digo entre lágrimas — no quiero que le hagas nada por favor, no quiero que haya más problemas y menos por mí, porque siempre he sido un problema.

—Claro que no lo eres, eres una persona muy linda, eres muy loca no te lo voy a negar, pero un problema nunca lo has sido, el problema son las personas que no te entienden como deberían, para ellas sí eres un problema; pero el problema son ellas — me dice abrazándome.

Mientras estoy pegada a pecho se escuchan gritos, pero ahora sí reconozco a quien pertenecen las voces. Me abrazo más a Kevin, tengo miedo.

—¡Octavio vete de aquí! — dice Carlos.

—Sí, lárgate de aquí antes de que te deje peor y dile a tú estúpido amiguito que si se le vuelve ocurrir acercársele a Fabiola, le irá peor que a ti — dice Andrés.

—¡Andrés eres un estúpido, te odio! — grita Luci.

Se escuchan pasos viniendo para mi recámara, tengo miedo me aferro más a Kevin, él me aprieta más a él. Los pasos terminan y se escuchan sollozos muy cerca. Me levanto de la cama, le digo «en un momento regreso» a Kevin y salgo de mi recámara, entrando a la de junto.

Ahí está Lucia llorando, me acerco a ella y la abrazo, es algo raro que yo que estaba llorando ahora venga a consolarla a ella; no me interesa lo que sucede, simplemente la abrazo, porque sé que lo necesita, porque yo también lo necesité.

—Fabiola ¿qué haces aquí, no estabas dormida? — dice limpiándose las lágrimas.

—Sí, pero escuché a mi amiga llorar, quiero apoyarla como ella lo hizo — me abraza y comienza a llorar de nuevo.

—Fabiola, gracias — dice mirándome es algo tonto pero en este momento se parece a Charlotte "Lottie" de la película "La princesa y el sapo", con el rímel corrido. Después de unos minutos se calma.

—¿Me cuentas lo que pasó? — asiente con la cabeza — pero sin llorar.

—Es que de la nada llega Andrés, comienza a golpear a Octavio, tratamos de separarlos Michelle, Alma y yo, pero no pudimos hasta que llegaron Carlos y Sebastián, le dijo que se largara y que le dijera a Daniel que no se acercara a ti. ¡Lo odio! — dice enojada.

—No te enojes con él, tiene sus motivos para enojarse y yo sé cuáles son, al igual que tú — aunque yo sé algunos que ella no sabe.

—No quiero que se comporte como un tonto, ya me enfadé y sabes algo por esta estupidez ya me dejó de gust... — se calla y sabe que me lo ha dicho — por favor no le digas a nadie que me gusta él.

—Recuerda que nunca digo nada, ¿entonces por qué Octavio es tu novio?

—Tenía celos, de que él está más contigo que conmigo y pensé que andando con Octavio lo olvidaría para siempre, pero es todo lo contrario me lleno de pensamientos de él y después me encelo porque sé que está contigo — suelto una carcajada.

—Él no me gusta, lo veo como amigo y me ha ayudado con lo de Cristián, nos decimos que nos amamos pero solo como amigos y nada más — digo y a ella se le dibuja una sonrisa.

“NARRA LUCIA”

Esas palabras suenan como música para mis oídos, Fabiola se va pero antes de irse me da un abrazo y un beso en la mejilla. Me siento tan bien después de hablar con ella, me ha dicho que no se gustan y creo tener una oportunidad con él.

Me sacan de mis pensamientos, tocan la puerta varias veces y grito «pase» sin saber quién es. Tengo la cabeza abajo no quiero que me vean que he llorado, eso es lo peor que pueden ver en mí.

—¿Puedo hablar contigo? — esa voz hace que levante mi cabeza.

—¿A qué vienes? — digo fría pero por dentro me estoy derritiendo.

—Quiero hablar contigo — dice con una sonrisa triste.

—Te escucho — sigo mostrándome fría.

—Quiero disculparme contigo, soy un idiota, pero ver al mejor amigo de quien le hizo daño a mi amiga no me pude aguantar y lo golpeé — lo miro seria —. También hay otro motivo por el cual me comporté como una animal.

—¿Y cuál ese motivo?

—Este... — me besa de sorpresa, al principio no reacciono, pero al sentir sus suaves labios con los míos, le sigo el beso, un beso que sólo nos separamos para tomar aire — Lucia, me gustas mucho, tu manera de ser, de pensar, de soñar... hace que me gustes cada día más. Lo golpeé a él porque lo vi contigo abrazándote, algo que he querido desde hace mucho tiempo y ahora que te lo dije es como si algo que tuviera adentro se liberara, cuando te besé es como si millones de mariposas revolotearan en mi estómago — sentí lo mismo que él, pero no sé qué decir.

—Andrés yo... — respiro hondo — yo también sentí lo mismo, pero no puedo tener este sentimiento porque mi novio... — me interrumpe.

—¿Qué importa tu novio? En este momento sólo importamos tú y yo — me vuelve a besar de la misma forma, con delicadeza pero con mucho amor, se separa — sé que no sientes nada por ese tipo, se mi novia anda... se esperaré lo que sea necesario para que termines con él.

Este ha sido mi sueño desde que entré a la preparatoria y lo conocí, pero llevo dos semanas de novia de Octavio, cuando lo termine ¿qué le diré? «Octavio por fin mi sueño se hizo realidad, Andrés me quiere» o «Adiós Octavio, Andrés me quiere» claro que no, eso es muy tonto pero nunca haría eso.

—Esto no es fácil Andrés... — me paro de la cama y miro a otra parte, rodea mi cintura con sus manos.

—Anda di que sí, hace tiempo que te lo había querido decir pero no tenía el valor de hacerlo — me susurra en el oído, hace que mis ojos se cierren al instante.

—Está bien — me voltea y de nuevo me besa, me toma de la cintura y yo pongo mis manos tras su cuello, enredando mis dedos en su cabello.

¿Enamorarme es un error? | TERMINADAWhere stories live. Discover now