— Hola — dijo Daniel abriendo la puerta.
Necesitaba hablar con él acerca de algo importante, así que me avisó cuando Will se fue para poder ir a la cabaña de ellos.
— ¿Estás seguro que Will se fue lejos?
— Sí — dijo él —. No dijo dónde, pero se fue hace un rato.
Asentí y entré a la pequeña cabaña. Miré todo a mi alrededor y me sorprendí. Para ser seres tan divinos, eran algo desordenados.
— ¿Qué pasó? — dijo Daniel.
Reí un poco.
—Nada — dije.
Él me miró confundido, ya que claramente se refería a lo que yo iba y no a lo sorprendida que me sentí al ver todo el desorden. De todas maneras, no los juzgo porque soy casi igual de desordenada aveces.
— Quiero ver la daga — dije.
— ¿La daga?
— La mata ángeles — aclaré.
— Buena suerte encontrándola porque Will no le dijo a nadie dónde la escondió.
— ¿En serio? ¿Ni siquiera a ti?
— A nadie — dijo —. ¿Para que quieres verla?
— Will dijo una vez que yo era capaz de contener el poder de la daga y Mia era capaz de destruirla.
— Sí — asintió — ¿y...?
— Estaba pensando que si esa daga fuera capaz de matar a un demonio, tal vez podríamos usarla contra Arturo.
— Pero la daga está hecha para matar ángeles caídos, no demonios.
— Sí, pero tú dijiste que Arturo estuvo experimentando con la sangre de Sabrina.
— Pero la sangre de Sabrina no era tan fuerte porque han pasado muchas generaciones desde el primer ángel caído de su familia.
— Mi abuela, la madre de Julietta, era ángel caído. Sabrina desciende de ella y es nefilim de segunda generación —dije—. En teoría, Arturo tiene sangre de ángel caído en él y la daga debería funcionar de una manera u otra.
—Hay un problema con eso — dijo él.
— ¿Qué?
— Cuando intentas matar a un ángel caído con esa daga, la energía que suelta puede ser letal para las demás personas al rededor, especialmente a los caídos y nadie te asegura que vayas a estar sola con él.
— Ahí es cuando yo puedo ocupar mi poder y contener la energía de la daga. Luego de eso Mia puede destruirla y librarnos de todos los peligros — dije.
— No sé, Camille. Suena peligroso.
— Por favor — dije acercándome a él —. Es la única manera si él vuelve a aparecer.
Él me miró, pero no estaba convencido del todo.
— Si algo te pasa, no podré estar ahí para ti — dijo triste.
— Claro que no — dije—. Si algo sale mal con la daga, podría matarte.
— No es buena idea. Además, Blas y Mia morirán también. Todo será en vano.
— Daniel — dije—, podremos combatir a todos ellos con la ayuda de nuestros amigos. ¿Crees que Christopher y Cora dejaran que le pase algo a Mia? ¿Crees que los chicos permitan que algo le pase a Blas? Habrá una manera de ponerlos a salvo porque no somos nosotros los destinados a sacrificarnos.
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Los Caídos #2- Elementales
FantasyCon la repentina desaparición de su amiga, Camille y sus amigos idean un plan para recuperarla a como de lugar. Por otro lado, Camille se ve atormentada por las verdades que le han sido reveladas, lo que la conducirá a hundirse en su propio mundo y...