Los Caídos #2- Elementales

6. Arcángel

— Aquí es donde Will nos pidió que te trajéramos la otra vez — dijo Blas bajando del auto.

— Exacto — miré a mí alrededor.

Aquella cabaña parecía abandonada y eso me ponía de los nervios. Cristal, Blas, Christopher, Adam y yo decidimos ir allí porque es lo que había visto en el sueño.

— Tal vez aquí encontraremos una pista — dije positiva.

Es lo único que me quedaba por hacer.

Cuando entramos, todo parecía estar en perfecto estado.

— ¿Cómo se supone que encontremos algo aquí? — pregunté — Todo se ve perfecto.

— Déjamelo a mí, amiga — dijo Blas.

Él se acercó a un espejo que colgaba en la pared y lo tocó por un momento. Estaba ocupando su poder, tal como lo hizo conmigo. La energía emanaba de su mano, realmente impresionante. Una cosa es ver la energía salir de ti y otra muy distinta de otra persona, todo un espectáculo.

— Camille — Christopher se acercó a mí.

— ¿Qué sucede? — dije sin quitar la vista de Blas.

— Mia estará bien. Ella es más fuerte de lo que piensas.

— ¿Por qué tan seguro? — lo miré entrecerrando los ojos.

— Solo una corazonada — se encogió de hombros.

Blas se separó del espejo sorprendido y dijo:

— Estuvieron aquí, pero Mia no. Solo Will e Isabella.

— ¿Qué viste? — pregunté.

— Will estaba inconsciente y la bruja le inyectó un líquido verde en los brazos.

— Está haciendo experimentos con él por ser ángel y probablemente con Mia también — dijo Adam, quien había estado totalmente callado.

— ¿Para qué? — pregunté confundida.

— Para adquirir más poder quizás — dijo él.

Iba a decir que siguiéramos buscando, pero el sonido de nuestros celulares me interrumpió.

— Nos necesitan a todos en la academia — dijo Adam.

Cuando entramos al gran salón, los directores estaban junto a la mesa de mármol. Parecían estar preocupados, ya que lucían bastante serios y la verdad es que preferiría no saber qué diablos sucede, pero es mi deber.

— Como todos saben, después de los eventos ocurridos con tres de nuestros miembros de la raza, salió a la luz la corrupción por porte de la Guardia Caída — el barbudo nos miró a todos —. Son siete miembros de la guardia y, al parecer, seis de ellos estaban encerrados porque Ana Sofía Martin, ex directora y jefa, quería llevar a cabo su plan.

— ¿Qué sucede con eso? ¿La atraparon? — preguntó una persona entre la multitud.

— No, pero lo haremos. Por ahora necesitamos encontrar a un posible candidato para unirse a la guardia y por regla debe ser un nefilim o ángel caído que no trabaje con nosotros. La lista para inscribir candidatos estará en cada academia y al cabo de dos días, comenzaran las votaciones. Tengan buena semana — concluyó él.

Todos comenzaron a salir y yo esperé para poder salir tranquilamente.

— ¿Quién en su sano juicio querría ser parte de la guardia caída? — pregunté a los chicos.

— Criaturas ambiciosas — Adam se encogió de hombros.

Jasmine, quien no había estado en la junta, llegó hasta Adam algo preocupada.