Los Caídos #2- Elementales

62. Siempre ha sido así

— Todos conocemos Atalana, ¿verdad? — Cristal estaba frente a nosotros como si fuera la profesora del salón, mientras todos nosotros estábamos sentados en distintos lugares, incluso algunos en el suelo como yo.

— No me digas que crees la leyenda de que ahí no se acepta la magia — Christian rodó los ojos.

Sus hermano rieron, pero se quedaron en silencio cuando Cristal los miró seria y con una posición de desconfianza.

— ¿Alguna vez han visitado esa ciudad? — continuó ella.

Todos nos miramos completamente callados.

— No — dijo Christian.

— En tus mil y tantos años, ¿jamás la visitaste? — ahora era ella quien sonreía.

— No — dijo él.

— ¿Por qué? — preguntó ella.

—No sé — dijo frunciendo el ceño —. Nunca me llamó la atención.

— Es porque esa ciudad te repele. Repele a lo sobrenatural — Cristal alzó una ceja.

— ¿Tu fuiste ahí? —pregunté.

Ella me miró y asintió, haciendo una mueca como si le trajera malos recuerdos.

— ¿Qué sucedió en ese lugar? — preguntó Mia.

— Perdí mi marca cuando crucé la frontera de la ciudad. Fue uno de los dolores más feos que he experimentado y no solo perdí la marca, sino que cada recuerdo que alguna vez leí de la mente de otras personas desapareció — Cristal pasó la mano por encima de la chaqueta, donde se supone que esta la marca.

— ¿Luego la recuperaste? — dije.

— Obviamente. Al salir de la ciudad.

— Entonces, ¿esa ciudad realmente existe? — preguntó Christian sorprendido.

— Claro que si y creo que si Cora pasa tan solo un metro la frontera perderá momentáneamente su licantropia. Si realmente antes de convertirse estuvo inconsciente porque su herida es mortal, entonces le pasará lo mismo en aquella ciudad. Estará inconsciente y mientras eso suceda, el poder de Mia saldrá del cuerpo de Cora. 

— Esa es una estupenda idea, excepto que para que el poder salga, debo entregárselo. La única manera de que salga solo es si muero — dijo Cora.

Cristal se quedó pensativa.

— Cruzaré contigo — dijo Mia.

Blas y yo nos miramos espantados.

— No — dijimos ambos.

—Puedes morir, Mia. La ciudad repelerá tu vampirismo — dijo Cora.

— Cuando yo crucé, tardé como dos minutos en sentir el efecto — Cristal suspiró —. Si pasas primero que Mia y estás muy atenta cuando la licantropia no este en ti, tal vez Mia pueda pasar y recuperar sus poderes muy rápido.

— Eso si puede funcionar — dijo Cora —. El traspaso es rápido.  

— Pero Mia tiene que salir antes de que comiencen los efectos porque puede morir y eso significaría que Blas y Camille también — Cristal mordió su labio nerviosa. 

— ¿Cómo saben si funcionará? Supuestamente la ciudad repele todo lo sobrenatural, probablemente sus poderes de elementales tampoco funcionen allí —dijo Christopher. 

— ¿Puedes ser más optimista? — dijo Mia enojada.

—Estoy previniendo algo estúpido. Cora estará ahí el tiempo suficiente para perder su licantropia, pero también su habilidad de elemental — dijo Christopher como si fuera algo obvio —. Quizás deberíamos preguntarle a William.