65. Recuerdos inmortalizados

1.8K 176 45
                                    

Mia

Después de ir a ver a Adam y Jasmine volvimos a casa para descansar porque todos lo necesitábamos. El día pasó rápido a mi parecer, tan rápido que ni siquiera se cuando me fui a dormir y desperté al día siguiente.

Bajé para ver si había alguien en casa porque estaba todo muy silencioso, así que fui a paso apresurado hasta la sala de estar. Christopher estaba sentado del lado izquierdo del sofa, totalmente absorto en el libro que estaba leyendo  y Cora estaba sentada del lado derecho, mientras tomaba una taza de té. Estaba concentrada mirando hacia afuera.

Me dejé caer en el espacio libre entre ellos y suspiré. Me acosté sobre las piernas de Cora, apoyando mi cabeza allí y mis piernas las subí sobre las de Christopher. Cerré los ojos y disfruté de la tranquilidad. Sé que ambos me miraban, podía sentirlo, pero aún así no abrí los ojos.

— Los quiero, chicos—dije de pronto.

No fue planeado, ni ensayado. Salió de mi boca y ya.

— Nosotros también — dijo Christopher.

Abrí los ojos y Cora me miraba sonriente. Me acomodé nuevamente y me senté normal.

— ¿Podemos tomarnos una foto? — dije desbloqueando el celular.

— Odio las fotos — dijo Christopher.

— Por favor — supliqué —. Quiero aunque sea un recuerdo con ustedes.

— Está bien — dijo él. 

Ambos se acomodaron a mi lado y yo tomé un par de fotos. Realmente me parecía a Cora, pero a mi parecer lucía más como Christopher.

— ¿Se dan cuenta que aparentamos ser casi igual de jóvenes? — dije.

— Pero yo podría ser tu abuelo número quinientos...

—Ya entendí — dije interrumpiéndolo.

Ambos reímos. 

— Están locos — dijo Cora riendo también.

— ¿Cómo se conocieron ustedes? — pregunté curiosa —. ¿Fueron novios antes de tenerme o fui producto de una noche loca?

Admito que si le hubiese preguntado eso a mis antiguos padres, me sentiría incomoda. Sin embargo, cuando estoy con Cora y Christopher siento que estuviera con mis amigos de alguna manera.

Ellos se miraron y sonrieron cómplices.

— Todo comenzó...

— Christopher — dijo Cora riendo—. No podemos contarle eso.

—¿Por qué no? — pregunté.

—No iba a dar detalles — Christopher rio—. Tu querida tía, Cleo, montó una fiesta grande por su cumpleaños. Yo estaba encerrado en mi habitación porque según todos mis hermanos me había portado mal con algunos humanos — dijo él sonriendo —. En esa fiesta, vi a tu madre con su amiga, la mamá de Camille. Tu madre se veía hermosa con el vestido rojo que vestía, no lo puedo negar.

— Adoraba ese vestido. Está guardado en una de las habitaciones de arriba —Cora sonrió.

— Debes mostrármelo — dije, luego miré a Christopher —. ¿Qué pasó después?

— Cora y Julietta apostaron en que tu madre no se atrevía a acercarse y a hablarme — se burló Christopher.

— ¡Oh! — dijo Cora sorprendida —. ¿Estabas escuchando?

Los Caídos #2- ElementalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora